"Me salía humo del cuerpo": Un joven pierde sus brazos y piernas tras recibir una descarga eléctrica

Para el hondureño Isaac Martínez, el sueño de convertirse en piloto de aviación se derrumbó el pasado octubre de 2020 cuando recibió una descarga eléctrica de 30,000 voltios que lo dejó sin extremidades. Sin embargo, el joven de 19 años no se rinde y anhela poder acceder a unas prótesis en un futuro.

Por:Univision

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Todos los días, Isaac Martínez recibe la plegaria de su madre, Cira Mejía, agradeciéndole a Dios el milagro de haberle salvado su vida, tras haber recibido una brutal descarga eléctrica que lo dejó sin extremidades.

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El pasado 8 de octubre 2020, este joven hondureño de 19 años lleno de sueños e ilusiones y trabajador en una empresa proveedora de internet, estaba manipulando una barra de hierro -sin ningún material aislante- cuando tocó un cable de electricidad público y recibió más 30,000 voltios en su cuerpo.

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Tras quedar inconsciente, Isaac recuerda que al despertar “sentía el cuerpo muy caliente y me salía humo de las manos y pies”.

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Las quemaduras eran tan graves que varios hospitales públicos no pudieron recibir a Isaac debido a no tenían el equipo necesario o el personal suficiente para atenderlo. Al final, Isaac terminó en un centro de salud en Tegucigalpa donde, por si fuera poco, también se contagio de covid-19.

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Cira recuerda que los doctores le dijeron que harían todo lo posible para salvarle la vida a su hijo, pero que no se lo podían asegurar. Al final, Isaac sobrevivió pero le tuvieron que amputar su brazo izquierdo.

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Sin embargo, cuando parecía que la pesadilla comenzaba a terminarse, el coronavirus aceleró la muerte de tejido óseo en varias partes de su cuerpo, por lo que también tuvieron que amputarle sus dos piernas.

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Si bien Isaac se aferró a seguir viviendo a pesar de su contexto, lo peor todavía estaba por llegar. Tras examinarlo, los médicos le dijeron que debían amputarle su brazo derecho, por lo que perdió la única mano que le quedaba.

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“Sentí que el mundo se me venía encima. Yo pensaba que con esa mano podía ser barbero o tener otro tipo de oficio para seguir adelante con mi vida”, recuerda Isaac. Así, en cuestión de meses, el sueño de Isaac de convertirse en piloto de aviación se derrumbaba por completo.

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Así, en tan solo unos pocos meses, la vida de este joven sonriente y trabajador cambió por completo, por lo que tuvo que rediseñar sus aspiraciones tras superar el shock de verse sin extremidades.

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Desde que salió del hospital, Isaac y Cira han estado viviendo con Isabel, prima de ella, quien ha abierto su humilde vivienda para que puedan tener un entorno familiar. “Siempre veo a Isaac de buen ánimo y manteniendo su espíritu positivo. Yo le digo que siga así para que no decaiga porque tiene que salir adelante”, cuenta Isabel.

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Ahora, Isaac está concentrado en las terapias que su abnegada madre le consiguió con mucho esfuerzo, con la esperanza de que en un futuro pueda tener acceso a prótesis para sus extremidades. “Todo esto es para que sus muñones estén firmes y puedan calzar bien en las prótesis que se puedan conseguir”, dice Cira.

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Así pasan los días madre e hijo, dejando atrás el pronóstico desolador que les dieron los médicos sobre la vida de Isaac y mirando hacia el futuro para que él pueda tener una segunda oportunidad y poder renovar sus sueños.