Tras dejar a sus hijos bajo el cuidado de un conocido, aquella mujer de 30 años acudió a un bar junto a dos amigos, sitio en el conoció a un hombre que se ofrecería a llevarla a su casa, pero en cambio la secuestró, la drogó y la violó en reiteradas ocasiones.
Un hombre fue acusado de secuestrar, drogar y violar varias veces a una mujer que conoció en un bar
Una foto que les tomaron durante la noche fue clave para que las autoridades dieran con el domicilio del presunto agresor en su propia casa, donde fue arrestado y la víctima liberada.

El pasado viernes, Gregorio Urraco, de 57 años, llegó al bar “La Cautiva” en Rosario, Argentina, donde observó llegar a esa mujer acompañada de dos amigos, cerca de las 10 pm y, tras comprarles cervezas, sacó a bailar a esa madre de cinco niños, contó A24.
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Después de bailar durante gran parte de la noche e incluso dejarse tomar una foto por el camarógrafo del bar, que les entregó la imagen impresa -pieza clave para su posterior arresto-, Urraco se ofreció llevar a los tres a sus casas.
Cerca de las 3:30 am, los tres amigos subieron al automóvil del hombre y, tras quedarse sola con la mujer, una de sus amigas por precaución apuntó las placas del vehículo.
Aquella noche, la mujer no llegó a su casa ni recogió a sus hijos y nada se supo de ella, hasta el mediodía del sábado cuando, aprovechando un descuido de su raptor, alcanzó a llamar a una amiga a la que le dijo llorando que estaba secuestrada, que creía que estaba por el sur de la cuidad y que había sido drogada varias veces antes de ser violada en reiteradas ocasiones.
Además de esa llamada, la víctima le envió un mensaje a uno de sus hermanos al que le escribió que no podía enviar la ubicación porque el hombre había cambiado la configuración de su celular y dijo estar desesperada al escribir “todo el tiempo me quiere coger”.
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Sin más opciones y desesperados, sus familiares interpusieron una denuncia por su desaparición en la Comisaría 15, donde entregaron la fotografía que les habían tomado la noche anterior.
Luego de varias horas de investigación, las autoridades lograron identificar al agresor y se dirigieron a su domicilio, donde dijo no saber nada de la joven, antes de que los policías pudieran detectarla dentro de la vivienda.
El agresor, divorciado y comerciante de profesión, fue arrestado y trasladado a prisión, donde fue acusado por los delitos de abuso sexual y privación legítima de la libertad.
