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“Nunca pensé que saldría viva de esto”: Una abuela es secuestrada en su casa por un hombre desnudo y ensangrentado

La mujer de 80 años pudo ser rescatada después de que su hija se preocupó al no recibir su puntaje diario de Wordle.

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Con 80 años cumplidos, Denyse Holt interactúa todos los días con Wordle, el popular juego de palabras, y le envía el resultado a su hija Meredith Holt-Caldwell, quien vive en Seattle, a más 2100 millas de su casa en Lincolnwood, Illinois.

Por eso, cuando la hija de Holt no recibió el puntaje de su madre el pasado lunes por la mañana, se preocupó por ella, aunque no imaginó el infierno que la octogenaria mujer había vivido durante las últimas 17 horas.

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Un día antes, cuando Holt estaba profundamente dormida, la presencia de un hombre desnudo y ensangrentado que sostenía unas tijeras en sus manos, parado junto a su cama, le provocó un miedo que nunca antes había sentido, contó CBS.


Antes de que pudiera gritar para pedir ayuda, aquel intruso se metió bajo las sábanas de la cama, se acostó junto a Holt y le dijo que no la lastimaría ni molestaría. “Estoy tratando de sobrevivir, eso es todo”, le dijo.

Momentos después, aquel hombre se levantó de pronto y le ordenó a la mujer que se metiera a bañar con él -con su camisón puesto-, porque no estaba suficientemente caliente.

Después con la mujer empapada, aquel hombre la arrastró por toda la casa, desconectó los teléfonos y dejó rastros de sangre, debido a los cortes que tenía en sus brazos tras romper la ventana por la que entró a la vivienda.

Cansado de maltratar a la mujer, la terminó encerrando en un baño oscuro del sótano durante largas horas en las que Holt se mantuvo estirando para no entumirse, mientras el hombre se sentía como en su casa.


Cuando Holt-Caldwell se dio cuenta el lunes que su mamá no había leído sus mensajes de la noche anterior y, sobre todo, no le envió su puntuación diaria de Wordle, decidió llamar a la policía, explicó Daily Mail.

Tras llegar a la casa, las autoridades tuvieron un enfrentamiento de una hora con quien más tarde sería identificado como James H. Davis III, de 32 años, a quien sometieron con una pistola eléctrica a través de un agujero en la puerta.

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Luego de ser rescatada, Holt dijo sentirse afortunada de haber salido ilesa, porque “nunca pensé que saldría viva de esto”.

Davis, quien según las autoridades podría tener problemas mentales, quedó bajo custodia y ha sido acusado por varios delitos graves como allanamiento de morada con un arma peligrosa, secuestro agravado y asalto agravado.