Gladys Hankerson intentó llamar a su hermana en Maryland, pero marcó el código de área equivocado. Al otro lado de la línea le habló Mike Moffitt, un hombre de Rhode Island, que amablemente respondió la llamada. Sin embargo, la mujer continuó llamando al número equivocado por días, semanas y meses, hasta que Moffitt le preguntó a Hankerson quién era y a quién llamaba. Fue el inicio de una extraña coincidencia que unió a dos personas en una improbable amistad.