Panta Petrovic vive desde hace 20 años con el distanciamiento social como su mejor aliado tras tomar una pequeña caverna como su hogar y tener mínimo contacto con el mundo exterior. Sin embargo, eso no pudo evitar que se enterara el año pasado de la existencia de la pandemia de coronavirus que ha dejado millones de muertos en todo el mundo, ni minimizó su deseo por obtener una vacuna.