Las autoridades de Australia ordenaron la evacuación de miles de personas para evitar que sean afectadas por los fuegos, que desde el pasado lunes han cobrado al menos ocho vidas. La temporada de incendios que ha durado varios meses ha matado ya a 17 personas en todo el país y destruido más de 1,300 viviendas, 400 de ellas arrasadas en los últimos días.