El hallazgo de unos mensajes de texto fue el detonante para la tragedia. Armando Barron encontró en el teléfono de su esposa Britany lo que pensó era la evidencia de que ella le era infiel con un compañero de trabajo, Jonathan Amerault.
Hombre obligó a su esposa a decapitar a un compañero de trabajo porque pensó que le era infiel: comienza el juicio en su contra
Armando Barron enfrenta un proceso legal por la muerte a tiros de Jonathan Amerault, a quien presuntamente asesinó porque sospechaba que tenía un amorío con su esposa.

Britany Barron, de 33 años, subió al estrado este miércoles para relatar los macabros hechos. Pidió que se refirieran a ella por su apellido de soltera, Mitchell.
Armando Barron enfrenta un juicio por asesinato en primer grado. Los hechos ocurrieron hace dos años, en septiembre de 2020, en New Hampshire.
De acuerdo con el relato de Britany, su esposo halló los mensajes y comenzó a golpearla y amenazarla.
Después de enviar a los tres hijos de la pareja a casa de su abuela, quien vivía al lado, el hombre golpeó, estranguló y amenazó con una pistola a su esposa, a quien obligó también a salir a un parque cercano.
“Sabes que vas a morir esta noche, ¿verdad?”, le dijo Armando a Britany, según el testimonio de ella. “No hagas nada estúpido o las niñas van a ver algo espantoso”.
El hombre usó el teléfono de la mujer para enviar un mensaje a su compañero de trabajo para que los encontrara en el parque. En el camino, Armando leía en voz alta los mensajes que había hallado y la golpeaba después de terminar cada uno.
La esposa había pedido el divorcio
Britany testificó que apenas una semana antes le había dicho a Armando que ya no lo amaba y que quería el divorcio. El hombre reaccionó de forma violenta: la agarró por la garganta y comenzó a estrangularla.
Britany testificó que ella y Jonathan Amerault se habían conocido mejor mientras trabajaban en un proyecto en los días previos a su muerte y se comunicaron a través de mensajes de texto y aplicaciones de redes sociales. Una tarde, condujeron a un parque cercano después del trabajo y hablaron. Ella lo describió como amable, dulce y divertido.

“Dije que no podía ofrecerle nada más que amistad”, testificó, y luego le dio un beso rápido cuando él la devolvió al trabajo para que pudiera buscar su auto. Compartieron un beso más durante un descanso laboral esa semana, un día antes de que se descubrieran los textos.
La mujer afirmó que ella no había sido quien había disparado a Amerault, como alegó un abogado defensor durante las declaraciones iniciales el martes. Ella señaló a su esposo como la persona que tiró del gatillo.
Al inicio del juicio, el pasado martes, Armando Barron se declaró inocente de matar a Amerault, de 25 años. Pero reconoció en la corte que golpeó a Britany, le rompió la nariz e intentó estrangularla y que, además, pateó a Amerault en la cabeza.
La noche del asesinato
Los fiscales aseguran que Barron, tras atraer bajo engaños a Amerault, lo pateó e intentó obligar a su esposa a dispararle. Ella no quiso hacerlo, dijeron.
Armando Barron obligó a Amerault a subirse a la parte trasera del coche de la víctima y le dijo a Britany que se sentara en el asiento del conductor. Los dejó solos por un momento, dijo ella. Dentro había un machete y Britany testificó que Amerault le dijo que lo recogiera y matara a su esposo, pero ella dijo que no.
“No iba a probarlo”, afirmó. Minutos después, Armando Barron subió al auto y le disparó a Amerault tres veces.
Barron obligó entonces a su esposa a que condujera el coche de regreso a su casa. Luego se dirigieron 200 millas al norte (322 kilómetros) a un sitio remoto, donde, presuntamente, Armando la obligó a cortar la cabeza de Amerault, enterrarla y envolver su cuerpo en una lona. Él la dejó en medio del sitio y regresó a casa.
“Dijo que necesitábamos cortarle la cabeza para que no hubiera registros dentales del cuerpo”, testificó Britany, diciendo que usó una sierra traída de casa. Ella testificó que ambos destruyeron evidencias.
El cadáver fue encontrado en un pantano por oficiales de Pesca y Caza de New Hampshire, después de que encontraron a Britany en el campamento, donde no se le permitía acampar.
Britany se declaró culpable el año pasado de tres cargos de falsificación de pruebas y salió en libertad condicional el mes pasado. Se disculpó con la familia de Amerault durante su sentencia.





























