Las nuevas pruebas que derrumban mitos y suposiciones de las víctimas del volcán Vesubio en Pompeya

Un equipo de científicos logró desentrañar pistas sobre cinco víctimas del Vesubio que quedaron sepultadas tras la erupción del volcán en Pompeya hace casi 2,000 años.

Video Descubren restos óseos de un hombre y una mujer junto a un tesoro de joyas y monedas

Cuando una erupción volcánica dejó enterrada a la ciudad de Pompeya, los últimos momentos desesperados de sus habitantes quedaron preservados en cenizas como un recordatorio de la devastación y el sufrimiento por el que pasaron.

Los observadores ven historias en los moldes de yeso que se hicieron de los cadáveres preservados por siglos, como la de una madre sosteniendo a un niño y la de dos mujeres abrazándose mientras mueren.

PUBLICIDAD

Pero nueva evidencia obtenida a través de estudios de ADN de restos óseos encontrados en los moldes sugiere que las cosas no fueron lo que los moldes aparentan.

Las interpretaciones equivocadas predominantes provienen de mirar el mundo antiguo a través de ojos modernos.

" Pudimos refutar o desafiar algunas de las narrativas anteriores basadas en cómo estos individuos se encontraban en relación entre sí", dijo Alissa Mittnik del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania.

"Abre diferentes interpretaciones sobre quiénes podrían haber sido estas personas".

Análisis genético revela pistas sobre las verdaderas historias de las víctimas del Vesubio

Mittnik y sus colegas descubrieron que la persona que se creía que era la madre era en realidad un hombre sin relación con el niño.

Y al menos una de las dos personas abrazadas -que durante mucho tiempo se supusieron hermanas o madre e hija- era un hombre. Su investigación fue publicada el jueves en la revista Current Biology.

Una investigación publicada en 2017 indicó que, según estudios genéticos, ambos moldes pertenecían a cuerpos de hombres. Incluso investigadores sostienen que la posibilidad de que ambos hayan sido amantes no podía descartarse.

El equipo de la más reciente investigación divulgada este jueves en la revista científica Current Biology se basó en material genético conservado durante casi dos milenios.

El equipo de investigadores incluye científicos de la Universidad de Harvard y la Universidad de Florencia en Italia.

PUBLICIDAD

Después de que el Monte Vesubio entró en erupción y destruyó la ciudad romana en el año 79 d.C., los cuerpos enterrados en barro y cenizas finalmente se descompusieron, dejando espacios donde solían estar.

Estos moldes fueron descubiertos a partir de una expedición ordenada en el siglo XVIII por el rey Carlos III de España.

Fue el militar español Roque Joaquín de Alcubierre quien al excavar túneles en ese territorio encontró todo tipo de tesoros, desde estatuas hasta frescos. También encontró las siluetas preservadas de las víctimas de la erupción.

A partir de esos hallazgos, científicos italianos rellenaron las siluetas preservadas de las víctimas con yeso, creando los moldes que después fueron interpretados equivocadamente.

Ahora, el equipo de investigadores se centró en 14 moldes en proceso de restauración, extrayendo ADN de los restos esqueléticos fragmentados que se mezclaban con ellos.

Esperaban determinar el sexo, la ascendencia y las relaciones genéticas entre las víctimas.

Finalmente, lograron desentrañar algunas pistas de cinco de los moldes.

Las sorprendentes revelaciones de cinco de las víctimas del Vesubio

Varias fueron las sorpresas en “la casa del brazalete de oro”, la vivienda donde fueron encontrados la supuesta madre y el niño.

El adulto llevaba una intrincada pieza de joyería, que dio nombre a la casa, lo que reforzó la impresión de que la víctima era una mujer. Cerca estaban los cuerpos de otro adulto y un niño que se cree que son el resto de su familia nuclear.

PUBLICIDAD

Pero la evidencia del ADN mostró que los cuatro eran hombres y no estaban relacionados entre sí, lo que revela claramente que “la historia que durante mucho tiempo se ha contado en torno a estos individuos” estaba equivocada, dijo Mittnik.

Los investigadores también confirmaron que los ciudadanos de Pompeya provenían de diversos orígenes, pero principalmente descendían de inmigrantes del Mediterráneo oriental, lo que subraya un amplio patrón de movimiento e intercambio cultural en el Imperio Romano.

Pompeya se encuentra a unas 150 millas de Roma.

El estudio se basa en investigaciones de 2022, cuando los científicos secuenciaron el genoma de una víctima de Pompeya por primera vez y confirmaron la posibilidad de recuperar ADN antiguo de restos humanos que aún existen.

"Tienen una mejor visión general de lo que está sucediendo en Pompeya porque analizaron diferentes muestras", dijo Gabriele Scorrano de la Universidad de Roma Tor Vergata, coautor de esa investigación que no participó en el estudio actual.

"De hecho, teníamos un genoma, una muestra, una oportunidad".

Aunque aún queda mucho por aprender, dijo Scorrano, estas pinceladas genéticas están revelando poco a poco una imagen más real de cómo vivía la gente en el pasado distante.

Mira también:

Video Pompeya contrata un perro robot para protegerse de los ladrones y ayudar a los científicos