Entrando en el tercer año de pandemia, el panorama es más confuso que nunca. La evidencia científica apunta a que ómicron produce una enfermedad menos severa que otras variantes (no por ello desestimable), pero los hospitales siguen desbordados.
Ómicron sí es peligrosa para EEUU: las razones trascienden la biología
Aunque el riesgo individual de quienes se han puesto la dosis de refuerzo sea bajo, la amenaza de esta variante para la sociedad es inmensa y algo que nos afecta a todos. Explicamos por qué.
Si bien abundan las vacunas y ya hay tratamientos autorizados, las cancelaciones de vuelos, cierre de negocios y de escuelas están a la orden del día en algunas regiones del país.
Así como en los primeros meses de la pandemia, las pruebas diagnósticas siguen escaseando y corremos el riesgo de que, de sufrir alguna emergencia médica por cualquier causa ajena al coronavirus, no haya nadie que nos atienda en el hospital.
Debido a su asombrosa capacidad de transmisión, todos conocemos a alguien -posiblemente a más de uno- con covid-19. Esquivar el contagio, incluso estando vacunado, en estos momentos es prácticamente una proeza.
Pero gracias a las vacunas y particularmente a los refuerzos, la mayoría se recupera sin contratiempos. No obstante, eso no implica que estemos blindados de uno sus peores efectos: la disrupción social.
He ahí una de las grandes contradicciones de esta variante: aunque en lo individual para muchos ( los completamente vacunados y con refuerzo) no represente un gran peligro, para la sociedad sigue representando una catástrofe.
Cincinnati tuvo que declarar un estado de emergencia debido a la gran cantidad de bomberos y personal médico enfermo con el virus. Uno de cada 6 policías en Nueva York ha dado positivo para el covid-19 en la última semana.
Miles de escuelas han vuelto a un formato virtual de educación debido a brotes. Anaqueles de los supermercados también están más vacíos de lo habitual debido al ausentismo laboral que ha generado la variante ómicron: demasiados empleados esenciales están en aislamiento o cuarentena.
¿Por qué si es menos virulenta, ómicron sigue trastocando tanto nuestras vidas? El contexto en el que estamos explica gran parte de las razones. Lo explicamos.








































