Las vacunas siguen siendo eficaces para prevenir las hospitalizaciones y las muertes por covid-19, pero los nuevos datos confirman lo que los expertos llevan mucho tiempo señalando: el virus está aquí para quedarse. A diferencia de vacunas como la del sarampión, que proporciona inmunidad de por vida, en este caso siempre se esperó que la inmunidad contra el covid-19 disminuyera con el tiempo.
CDC: efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna disminuyó notablemente por culpa de la variante delta
La variante Delta ha asestado un golpe importante a la efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna, que se ha reducido desde el 91% inicial a un 66%, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) difundido el martes.

El estudio también parece confirmar la capacidad de la variante delta para causar más infecciones. Esta versión más contagiosa del virus empezó a extenderse por EEUU a finales de la primavera y en poco tiempo pasó a convertirse rápidamente en la versión predominante del SARS-CoV-2. Después de que los casos y las hospitalizaciones de covid-19 disminuyeran desde mediados de primavera hasta junio, en julio se produjo un nuevo aumento que ha continuado durante todo el verano.
Una pregunta constante ha sido si las vacunas disponibles contra covid-19 son tan eficaces contra la variante delta como lo fueron contra el virus original. Y si no lo son, ¿cuál es su eficacia? El informe de los CDC da respuesta a ambas preguntas.
Los investigadores señalaron, no obstante, que su hallazgo debe interpretarse con cautela, ya que la eficacia de la vacuna también puede estar disminuyendo como resultado del mayor tiempo transcurrido desde que las personas fueron vacunadas. Es decir, la inmunidad de las personas puede haber disminuido un poco con el paso del tiempo, y no sólo como resultado de una nueva variante.
El estudio analizó lo ocurrido con HEROES-RECOVER. Se trata de un grupo de personal sanitario y otros trabajadores esenciales y de primera línea en ocho lugares diferentes: Phoenix, Tucson y otras zonas de Arizona; Miami, Florida; Duluth, Minnesota; Portland, Oregón; Temple, Texas; y Salt Lake City, Utah.
Desde hace tiempo se ha especulado con que la inmunidad proporcionada por las vacunas acabaría disminuyendo, y que se necesitarían inyecciones de refuerzo. El nuevo informe llega después de que la Casa Blanca anunciara la semana pasada planes para poner en marcha las vacunas de refuerzo en septiembre.
Gravedad de las infecciones
Un segundo estudio de los CDC, también publicado el martes, examinó la gravedad de las infecciones al observar la tasa de hospitalizaciones por covid-19 entre personas vacunadas y no vacunadas en Los Ángeles.
Este segundo estudio, que examinó los casos de más de 43,000 infecciones entre los residentes de Los Ángeles desde el 1 de mayo hasta el 25 de julio de 2021, descubrió que el 71.4% de las infecciones se produjeron entre personas no vacunadas, el 25.3% de las infecciones se produjeron entre personas totalmente vacunadas y el 3,3% de las infecciones se produjeron entre personas parcialmente vacunadas.
Al final del periodo de estudio, la tasa de infección por covid-19 entre las personas no vacunadas era casi 5 veces mayor, y la tasa de hospitalización casi 30 veces mayor, que la tasa entre las personas totalmente vacunadas.
Por otra parte, investigadores británicos dieron a conocer el miércoles un informe que señala que la protección contra covid-19 ofrecida por dos dosis de las vacunas de Pfizer y de Oxford/AstraZeneca (vacuna de dos dosis que no se ha empleado en EEUU) empieza a reducirse al cabo de seis meses.
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Concretamente, este estudio indica que la eficacia de Pfizer para prevenir la infección por covid-19 en el mes siguiente a la segunda dosis descendió del 88% al 74%.
El estudio se basó en los datos de más de un millón de usuarios de una aplicación de celular en Reino Unido, comparando las infecciones autodeclaradas en los participantes vacunados con los casos de un grupo de control no vacunado.
También aquí hay que tomar los datos con cautela. Los participantes que se vacunaron hasta hace seis meses tendían a ser personas mayores, ya que se dio prioridad a ese grupo de edad cuando se aprobaron las vacunas por primera vez, señalaron los autores del estudio.
Según Tim Spector, cofundador de la aplicación ZOE, de donde proceden los datos, e investigador principal del estudio, en el peor de los casos la protección podría caer por debajo del 50% para las personas mayores y el personal sanitario en invierno.
"Esto pone de manifiesto la necesidad de actuar. No podemos quedarnos sentados y ver cómo la protección disminuye lentamente mientras los casos siguen siendo elevados y las posibilidades de infección también", declaró Spector a la BBC.
















