8 consejos de la actriz que interpretó a la 'princesa Leia' para combatir los males mentales en esta o cualquier galaxia

Desde el estreno de la primera película de Star Wars, en 1977, Carrie Fisher, encarnó a la princesa luchadora que tomó partido por la Alianza Rebelde que combatía al imperio en una triología que ha marcado historia. Con solo 19 años, interpretó un rol de una mujer fuerte de peinados llamativos, que retaba y rompía el estándar de todas las princesas que se habían conocido hasta el momento, convirtiéndose en un referente de la cultura pop de fines de los años 70 y principios de los 80.

Pero Fisher fue mucho más que eso: fue diagnosticada a los 29 años con trastorno bipolar y desde entonces, asumió el enorme reto de enfrentar este padecimiento y de hacer pública su lucha, algo que inspiró y continúa inspirando a miles de personas.

A propósito de su muerte y las reacciones que ha inspirado, recopilamos algunos de los consejos que dio durante su vida a quienes, como ella, se enfrentan a alguno de estos males. (Tomados de diversas entrevistas).

1. Busca ayuda. "La única lección para mí, o para cualquiera, es que tienes que conseguir ayuda. (La mental) no es una buena enfermedad y no desaparece sola”.
2. No te avergüences de tu condición, habla de ello. “Soy una persona con una enfermedad mental y no estoy avergonzada por ello, lo sobrevivo. Cada día lo sobrevivo, pero es importante que hablemos de ello”. “Yo solía pensar que era una drogadicta. Así puro y simple. Que era alguien que simplemente no podía dejar de tomar drogas deliberadamente y si, era eso. Pero resulta que tenía relación con que era maníaco depresiva (…) hasta pensé que me dijeron que era maníaco depresiva para hacerme sentir mejor acerca de ser drogadicta”, le dijo Fisher a Diane Sawyer en 1995.
3. Acepta tu diagnóstico. “La primera vez que me dijeron que la palabra bipolar fue cuando tenía 24 años. ¿El diagnóstico cuando lo acepté? A los 29. Si tienes problemas de drogas, te sientes bipolar de todos modos”. Durante el primer año de rehabilitación culpó al diagnóstico de sus males. “Una vez que me dijeron qué tenía, como le pasa a un alcohólico, pensé que el diagnóstico era el problema. Pero era la solución, no el problema”.
4. Rodéate de personas que te hagan sentirte apreciado y con quienes compartir el tiempo sea siempre una celebración de la vida. “Yo me divierto y tengo un montón de buenos amigos, buenas relaciones. Uno aprende a llegar allí y percatarse de que ese es un privilegio”.
5. Reconoce tus errores y establece planes de acción para no volver a cometerlos. “Habiendo pasado por el montón de cosas que he pasado, sé que no quiero hacer más esas cosas”. Por eso, “me cuido lo mejor que puedo. Hago la mejor imitación de madurez de la que soy capaz”.
6. El humor es esencial para tener una buena salud: hay que buscarle el chiste a la vida. Ríete hasta de tí mismo. "¡Oh! Esto te impresionará: yo estoy en el libro de texto de Psicología anormal. Obviamente mi familia está muy orgullosa. Ten en cuenta, sin embargo, que estoy en el libro de texto anormal de Psicología. ¿Quién dice que no puedes tenerlo todo?”, bromeaba. “En realidad yo me río mucho, pero mucho. He llegado a una edad en la que disfruto de mi vida”, dijo a sus 55 años, riéndose del mito que envejecer es ‘triste’.
7. Es importante envejecer en paz. “La juventud y la belleza no son logros. Por favor, dejen de debatir sobre si envejezco bien o no. Por desgracia, me duele. Les aseguro que mi cuerpo no ha envejecido tan bien como yo”.
8. A las personas con enfermedades mentales que temen perseguir sus sueños: “Sigue teniendo miedo, pero hazlo de todos modos. Lo importante es la acción. No tienes que esperar hasta sentirte confiado. Simplemente hazlo y eventualmente la confianza irá creciendo”.

Vea también:

14 celebridades que han hablado sobre sus batallas con enfermedades mentales