Trump pacta con el cocinero José Andrés a quien denunció por negarse a abrir un restaurante en su hotel de Washington

El cocinero español y el presidente del gobierno solucionan así un litigio que viene de 2015, cuando la agresiva campaña contra los inmigrantes de Trump enfadó al cocinero quien decidió cancelar la apertura de su restaurante. El acuerdo es confidencial y amistoso.

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Dos años después de que Trump denunciara al chef José Andrés por incumplimiento de contrato, su compañía, Trump Corporation, ha pactado con el cocinero español en un acuerdo amistoso y secreto. Se desconoce la cuantía que la empresa del presidente ha pagado a José Andrés para evitar que el caso llegara a juicio y que el presidente se viera envuelto en un litigio personal.

“Estoy contento de haber podido dejar este asunto atrás y avanzar como amigos", dijo Donald Trump Jr. en una nota de prensa. El cocinero también manifestó su alegría por cerrar este capítulo “Estoy encantado de que hayamos sido capaces de resolver nuestras diferencias y mirar hacia adelante juntos, como amigos", dijo el chef a través de un comunicado. Y habló de futuros proyectos en colaboración por el beneficio de la comunidad.

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Estas palabras amistosas chocan con el litgio que desde hace dos años mantienen José Andrés y la compañía de Donald Trump. Fue en 2015 cuando el entonces magnate esperaba, tras firmar un contrato, que el cocinero español José Andrés abriera un restaurante en los bajos del nuevo hotel Trump de Washington DC. En aquel momento Trump se convirtió en uno de los candidatos a la Casa Blanca por el partido republicano y comenzó una agresiva campaña en contra de los inmigrantes, argumento que un año más tarde le haría ganar la presidencia del gobierno.

Las palabras de Trump llamando a los mexicanos violadores y traficantes de drogas enfadaron a José Andrés, un inmigrante español que además trabaja en la industria restaurantera, un sector con 12.7 millones de empleados de los que 1.4 millones son inmigrantes, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Además, Pew Hispanic Center encontró que por lo menos 20% de todos los cocineros de los restaurantes estadounidenses son indocumentados. A eso se suman los lavaplatos, entre ellos el porcentaje aumenta a casi 33%.

El chef, tras las palabras del entonces candidato, se negó a abrir el restaurante que por contrato debía inaugurar en el nuevo hotel de Trump Corporation en Washington.

Trump denunció por 10 millones de dólares al cocinero por incumplimiento de contrato y José Andrés le denunció de vuelta por 8 millones de euros argumentando que había roto el contrato porque los comentarios racistas de Trump le hacían imposible contratar trabajadores hispanos, esencial para el restaurante español que planeaba montar. El chef, con buen humor, tentó varias veces a Trump para dejar atrás el litigio. Le propuso por Twitter pactar y donar el dinero que ambos se reclamaban a una ONG, pero Trump no recogió el guante.

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Ahora, su compañía ha firmado un acuerdo para acabar la batalla con José Andrés que podía llevar al presidente de los Estados Unidos a un juicio con un particular sobre un negocio que ya se encuentra en el punto de mira por las posibles incompatibilidades económicas y éticas con el cargo del mandatario.


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