Donald Trump tuvo 48 horas de furia en Bruselas, en donde atacó a Alemania, demandó más dinero a sus aliados y volvió a culpar a Obama por la invasión y anexión que Rusia hizo de la península de Crimea. Además, llegó a Londres este jueves en donde lo esperan un inflable gigante que se burla de él, masivas protestas y una canción especialmente dedicada a él por sus detractores británicos.