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Debates

Segundo debate republicano: nadie brilló y más de lo mismo sobre inmigración

Los siete precandidatos se atrevieron a criticar a Trump un poco más que en el primer debate, pero sobre temas tangenciales e ignorando sus problemas con la justicia. Los esfuerzos por destacarse por sus propios medios se vieron frustrados por conversaciones caóticas que ignoraban los esfuerzos de los moderadores para poner orden en la discusión.
Publicado 28 Sep 2023 – 12:45 AM EDT | Actualizado 28 Sep 2023 – 01:04 PM EDT
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El segundo debate republicano, celebrado el miércoles en la Biblioteca Presidencial y Museo Ronald Reagan en Simi Valley, California, tuvo a siete precandidatos a la nominación presidencial del Partido Republicano luchando sin éxito por destacarse del grupo, en especial ante un Donald Trump ausente, pero despegado en las encuestas.

Los precandidatos se atrevieron a criticar al expresidente Donald Trump un poco más que en el debate anterior, pero ignoraron sus graves problemas con la justicia. Los esfuerzos por intercambiar ideas y criticarse entre ellos se vieron frustrados por conversaciones caóticas que ignoraban el trabajo de los moderadores para poner orden.

Los precandidatos parecían estar debatiendo por el segundo lugar

Ninguno de los siete precandidatos republicanos se erigió como un rival de peso a las aspiraciones del expresidente Donald Trump, que luce sólido en su carrera por convertirse de nuevo en el candidato presidencial del Partido Republicano.

Con excepción de una referencia tangencial al principio del debate, ningún precandidato se refirió a los graves problemas legales que enfrenta Trump, lo cual dio la impresión de que ninguno de los participantes, con excepción de Chris Christie y Ron DeSantis, quería antagonizar con el expresidente.

Ron DeSantis y Chris Christie fueron los que más criticaron la ausencia de Trump, pero fue el exgobernador de Nueva Jersey el que más lo fustigó al punto de llamarlo 'Donald Duck' y de esconderse detrás de sus palos de golf en vez de defender su récord.

Todos contra Ramaswamy

Los precandidatos, liderados por Nikki Haley, hicieron todo lo posible por evitar que el empresario Vivek Ramaswamy lograra destacarse del grupo por sus habilidades de hablar rápido y crear polémica, como lo hizo en el primer debate.

El esfuerzo tuvo éxito parcial. Tim Scott atacó a Ramaswamy, sugiriendo incluso que había mantenido vínculos comerciales con el Partido Comunista Chino, lo cual desencadenó un intercambio en el que ninguno de los dos precandidatos logró destacarse particularmente.

Cuando Ramaswamy dijo que había dejado de hacer negocios con China, Pence afirmó: "Me alegro que Vivek haya abandonado su negocio en China justo cuando empezó a votar en las elecciones en Estados Unidos". (Ramaswamy ha admitido públicamente que no votó en las elecciones presidenciales de 2008, 2012 y 2016)

Uno de los choques más fuertes ocurrió cuando Ramaswamy defendió el uso de TikTok, a lo que Haley respondió diciendo: “ Cada vez que te escucho, me siento un poco más tonta por lo que dices”. “No confío en ti. No podemos confiar en ti”, dijo Haley antes las protestas de Ramaswamy.

Ningún precandidato, sin embargo, protestó cuando Ramaswamy dijo que los estadounidenses transgénero sufrían una enfermedad mental.

Más de lo mismo en inmigración

Todos los candidatos culparon al presidente Joe Biden por lo que llamaron una crisis en la frontera. Tim Scott criticó a Biden por defender a los trabajadores automotrices en huelga en vez de estar en la frontera sur haciendo frente al nuevo flujo de inmigrantes indocumentados.

Ramaswamy insistió en su propuesta de terminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento cuando se trata de hijos de indocumentados, mientras que Mike Pence ignoró la pregunta directa sobre si como presidente trabajaría con el Congreso para solucionar el problema de los dreamers. Insistió en que sin fronteras no existe un país y defendió las millas del muro fronterizo construidas durante el gobierno de Trump.

Haley por su parte propuso quitar fondos a las ciudades santuario y proteger la frontera, dos propuestas republicanas de larga data.

Un debate desordenado y sin control

El segundo debate del Partido Republicano estuvo lleno de interrupciones, conversaciones cruzadas y fuertes disputas entre los precandidatos, no solo impidiendo que ninguno se destacara, sino en muchos casos frustrando los intentos de la audiencia en seguir lo que se estaba discutiendo.

Los fuertes y caóticos intercambios impidieron que DeSantis participara en los primeros 15 minutos del debate, algo notable al tratarse del precandidato con más arrastre en las encuestas.

Trump no solo estuvo ausente del debate sino que ignoró a sus contendores en Detroit

En lugar de asistir al debate en California, Trump viajó a la ciudad de Detroit, donde pronunció un discurso en el que pidió el respaldo del sindicato de los trabajadores automotrices United Auto Workers o UAW, en huelga actualmente.

De esta manera, Trump parece haber cambiado el enfoque de su campaña hacia Joe Biden y menos hacia sus contrincantes republicanos, que lucen cada vez más distantes en las preferencias de los electores.

Trump parece estar sacando provecho de su estrategia de no haber asistido a los dos debates republicanos: sigue siendo el más popular dentro del voto republicano. El no haber estado en el desordenado debate de este miércoles probablemente lo favorecerá más que afectarlo negativamente.

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Ramaswamy dice que si gana las elecciones los hijos de indocumentados no tendrán “derecho de ciudadanía por nacimiento”
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