Segundo debate republicano 2023: estos son los precandidatos que quieren robarle votos al ausente Trump en Simi Valley

SIMI VALLEY, California.- A pesar de que llegó a la campaña presidencial bajo la sombra de acusaciones criminales de diversa índole, el exmandatario Donald Trump es la figura dominante para los votantes del Partido Republicano. Distintos sondeos lo muestran sólido en la punta, con más de 50% de apoyo, bastante por encima de sus contendores: ninguno se acerca ni al 20%.

Y la brecha se sigue expandiendo a su favor pese a que Trump —de 77 años— ha decidido no debatir. Este miércoles tampoco se plantará en la emblemática Biblioteca y Museo Ronald Reagan, en Simi Valley, California: hablará desde un acto de campaña a la misma hora pero desde Michigan.

Aún así, Trump está omnipresente: en campaña, el resto de los candidatos avalan y repiten buena parte de su discurso, aunque el exmandatario haya perdido un poco de influencia dentro del Partido Republicano.

Como presidente, Trump implementó una política migratoria que amplió las restricciones al derecho al asilo, construyó más millas de muro con México, separó familias en la frontera, prohibió la entrada al país a ciudadanos de ciertas nacionalidades de creencia musulmana. Entre sus propuestas de campaña repite —como lo hizo durante su presidencia aunque no pudo concretarlo— que de ganar en 2024 revocará el derecho constitucional a la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados. En esto último, él y casi todos sus adversarios en la carrera republicana están en sintonía.

En lo económico —el tema que más preocupa a los votantes— el expresidente promulgó en 2017 una de las reformas fiscales más radicales vistas en décadas: generaba un déficit de 1.5 billones de dólares. Ahora, su campaña no contempla algo distinto, así como tampoco un recorte del gasto público. Aquí difiere con algunos de los precandidatos.

Sobre la guerra en Ucrania, Trump es de la idea de que la acabaría 24 horas después de haberse reunido con los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodymyr Zelensky. Ha dicho que el conflicto “es bastante más importante para Europa que para Estados Unidos” y no ha sido claro al sentar postura sobre si continuaría enviando ayuda militar a Kiev.

Trump es considerado además como corresponsable del fin al acceso al aborto en Estados Unidos. Tres de los seis jueces que votaron en la Corte Suprema por acabarlo fueron promovidos por el exmandatario. Las opiniones también se dividen en este tema, entre quienes tienen la misma postura a favor de la restricción del procedimiento y quienes creen que debería buscarse un mayor consenso.

Al hablar de la posibilidad de un impeachment contra el presidente Joe Biden, Trump y casi todos los precandidatos apoyan la medida.

Aquí contrastamos las principales propuestas con las que llegan los siete adversarios de Trump:

Ron DeSantis

Tendrá 46 años el día de la toma de posesión.

Ha usado a Florida como un laboratorio para implementar medidas que quiere extender a todo el país de llegar a la Presidencia. Entre las más emblemáticas está la ley SB 1718, la primera contra la migración indocumentada promulgada por un estado del país; así como su batalla contra las poblaciones LGBTQ del estado, que incluyen la prohibición de fondos públicos para tratamientos afirmativos de género y la restricción de la lectura de ciertos textos con personajes o temas LGBTQ en las escuelas públicas.

Su propuesta migratoria de campaña suena similar a la de Trump. Está a favor de acabar con las ciudades santuario; apoya las restricciones al asilo y hacer que quienes lo pidan esperen la respuesta de la corte en México. Quiere también continuar con la construcción del muro fronterizo y enviar fuerzas militares a resguardar la frontera con México. Y es partidario de declarar una emergencia nacional en el borde sur que, asegura, le permitirá tomar más decisiones sin consulta.

En materia económica, vende su ‘Declaración de Independencia Económica’. Bajo el lema “nosotros ganamos. Ellos pierden”, promete políticas que no estarán guiadas por la “clase pudiente” y culpa a las medidas tomadas por el gobierno de Joe Biden durante la pandemia de haber socavado el poder de compra de la clase media.

Como Trump, es partidario de poner fin a los tratos preferenciales con China y de promover incentivos fiscales para que empresas estadounidenses en el exterior vuelvan al país.

Vivek Ramaswamy

Tendrá 39 años el día de la toma de posesión.

Antes fundador y a la cabeza de una empresa de biotecnología. Aunque sin experiencia en la política, en febrero de 2023 se sumó a la lista de precandidatos republicanos que quieren ganarle el puesto a Trump, de quien es partidario y cuya agenda —del ‘Estados Unidos primero’— quiere replicar con su propio toque personal.

Ramaswamy nació en Ohio y es de padres indios. Y aunque es hijo de inmigrantes, sus propuestas en la materia suenan entre las más agresivas: deportaciones “universales” de inmigrantes indocumentados, incluidos sus hijos aunque hayan nacido en Estados Unidos; resguardo de la frontera incluso con recursos militares aunque suponga una violación a la ley, que prohíbe el uso de estas fuerzas en funciones policiales; y no cree en una amnistía, pero dice que podría plantear un camino migratorio para aquellos que llegaron de niños a Estados Unidos con sus padres y fueron deportados. Y como el resto de los candidatos, plantea quitar fondos federales a las ciudades santuario.

En materia de políticas, sus propuestas han sido duramente criticadas y atribuidas a su inexperiencia y a su deseo de conquistar al votante más conservador. Él las considera parte de su “revolución” para “desmantelar la burocracia”. Cree en la reducción de 75% de la fuerza laboral del gobierno federal, con 50% de ese recorte en su primer año de gobierno; en el fin —y reconstrucción desde cero, si fuera necesario— de agencias a las que cataloga de “tóxicas”, como el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Educación o el Servicio de Impuestos (IRS).

Propone además aumentar la edad de votación a 25 años a través de una reforma de la Constitución. Según él, se permitiría a las personas elegir a sus gobernantes a esta edad si antes han servido en el Ejército, trabajan en servicios de primera línea (como combatientes o policías) o si aprueban un examen de civismo similar al que presentan quienes quieren obtener la ciudadanía estadounidense.

“Votar es más que un acto físico (...) Nuestra pérdida de orgullo cívico no reaparecerá de forma automática. Revivirla requiere audacia”, asegura en su página web.

En materia económica, promete que su gobierno alcanzará un crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) mayor al 5% sólo con “abandonar las limitaciones” a la producción de combustibles fósiles y energía nuclear. Dice que los esfuerzos por reducir las emisiones de carbono son el “obstáculo número uno para el PIB”, contrario a lo que plantea la comunidad científica en pleno, que asegura que no tomar medidas puede llevar a más brotes de enfermedades, a recortes de comida y agua, y a estaciones climáticas más extremas.

Ramaswamy cree además que el rol de la Reserva Federal debe pasar de controlar la inflación y el desempleo, a estabilizar el dólar “como una unidad de medida confiable”.

En materia de salud, ha asegurado que no tocará el Seguro Social o Medicare.

Nikki Haley

Tendrá 53 años el día de la toma de posesión.

Fue embajadora de Estados Unidos en la ONU con Trump (entre 2017 y 2018). De ganar la candidatura republicana, se convertiría en la primera mujer y en la primera persona de origen asiático en representar al partido rojo en una elección presidencial.

Ella se aprovecha de esa exclusividad que tiene entre una plana de hombres que la acompaña en cada debate republicano y repite con frecuencia una frase de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher: “Si quieres que algo quede dicho, pregúntale a un hombre. Si quieres que las cosas se hagan, pídeselo a una mujer”.

Haley ha surgido como una voz moderada en algunos temas como el aborto, al que se opone después de las 15 semanas pero en el que cree debería haber un “consenso nacional”; o el cambio climático, que atribuye a los humanos, aunque asegura que cuesta millones de dólares a la economía de Estados Unidos. En el primer debate republicano de agosto aseguró que quienes deben reducir sus emisiones son China e India: “Allí es donde está el problema”.

Donde sus propuestas suenan más cercanas a las de sus competidores es en el tema migratorio. Como Trump, quiere reinstaurar el programa ‘Quédate en México’, que dejó a miles de migrantes en ese lado de la frontera, expuestos a secuestros, robos y extorsiones de los carteles, mientras esperaban una solución en sus casos de asilo. Como Trump, quiere prohibir la ciudadanía para los niños nacidos de padres indocumentados, quitar los fondos federales a las ciudades santuario y aumentar las deportaciones. Como otros contendores quiere despedir a 87,000 empleados del IRS para contratar a 25,000 agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración.

En materia económica y como muchos republicanos, Haley ha responsabilizado de la inflación a un “gasto fuera de control” de parte de ambos partidos, con la expansión, por ejemplo, del Medicaid o de los cupones de alimentación, así como con los cheques de estímulo durante la pandemia. En un artículo de opinión publicado en marzo en el diario USA Today, escribió: “Debemos ser honestos: tanto los demócratas como los republicanos son responsables por la crisis del gasto público en Estados Unidos. Ambos han apoyado déficits multimillonarios que nos han traído a una deuda nacional de 31.6 billones de dólares y seguimos contando”.

Por eso asegura que de llegar a la Presidencia vetará cualquier presupuesto que frene la vuelta del país a la situación económica previa a la pandemia, incluso si el veto restringe el dinero a poblaciones vulnerables.

Haley además propone un posible aumento de la edad para acceder a los beneficios del Seguro Social en el caso de quienes hoy están en sus veinte años: “Lo haces de una forma en que no le quites nada a los mayores o a las personas que están llegando a la edad de retiro”, dijo en marzo en un evento de campaña. Esa cree que es la salida, en lugar de hacer un recorte de impuestos que considera como “la forma fácil de salir del problema”.

Mike Pence

Tendrá 65 años el día de la toma de posesión.

A pesar de haber secundado políticas muy de corte republicano en la era Trump, el exvicepresidente no ha logrado seducir a los votantes de su partido, según al menos dos encuestas recientes. Y es que su candidatura está marcada por la turbulencia de los juicios a Trump y su ambivalente postura sobre las acusaciones al expresidente.

Aún así, en su discurso se ufana al hablar de lo que considera fueron logros de su paso por el gobierno de Trump. En su primer día de gobierno, promete restaurar lo que dejaron andando al dejar la Oficina Oval: ha dicho que ordenará reiniciar la construcción de más millas de muro fronterizo, la reinstauración del programa ‘Quédate en México’ y de la política sanitaria que cerró la frontera durante la pandemia (Título 42), las deportaciones de migrantes que lleguen a la frontera. También promete bloquear el acceso a fondos federales a las ciudades santuario.

Igual que otros candidatos, en materia económica atribuye la inflación actual al ritmo de gasto público durante el gobierno de Biden y lo cataloga como “insostenible e innecesario”.

Además reclama que el aumento de las tasas de interés de parte de la Reserva Federal “está empujando a la economía de Estados Unidos hacia una recesión” e inflación. Por eso asegura que reduciría el mandato de esta agencia sólo al tema de la inflación.

Para recuperar la economía, Pence asegura que lograría ahorrar dinero a través de distintas medidas, entre ellas, revertiría decisiones tomadas por Biden, como el perdón a las deudas estudiantiles. Además, dice que eliminaría la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que congelaría el gasto que no esté relacionado con defensa y lo auditaría, que acabaría con los créditos tributarios para la compra de vehículos eléctricos o para hacer renovaciones inmobiliarias hacia viviendas con energías más limpias, entre otras cosas.

En materia de salud, el ex vicepresidente no ha dado mayores detalles mas que privatizaría parcialmente el Seguro Social.

Con una fuerte historia en contra del aborto y los derechos de las poblaciones LGBTQ, Pence dice que “protegerá los valores estadounidenses” al cerrar todos los litigios a nivel federal que buscan apoyar el aborto en los estados, al rechazar las órdenes ejecutivas que exijan al gobierno proveer servicios para brindar abortos y al bloquear todos los fondos para las escuelas que promuevan la reasignación de sexo en niños.

Chris Christie

Tendrá 62 años el día de la toma de posesión.

Entre los precandidatos a la nominación presidencial republicana, es la voz más crítica contra el expresidente Trump por asegurar sin pruebas que le habían quitado la Presidencia. Lo cataloga como “lo más destructivo que él ha hecho”. También lo ha condenado por no haber completado promesas de campaña en materia migratoria en 2015, como la construcción del muro fronterizo pagado por México.

En ese tema, Christie promete que utilizará a la Guardia Nacional para reforzar las operaciones de resguardo por la llegada de miles de migrantes cada año, a quienes asegura deportará. “No importa cuán duro trabajen los agentes de Aduanas y de la Patrulla Fronteriza. Necesitan refuerzos”, dijo en un town hall en el canal CNN. El republicano dijo además en un evento de campaña en julio que, de ganar, le daría tres meses al presidente de México para combatir a los cárteles.

A Trump además lo critica por no haber aprobado una reforma migratoria aún cuando tuvo un Congreso de mayoría republicana por dos años. Christie promete que la logrará.

Su propuesta económica tiene tres temas centrales: cortar el gasto público —aunque no ha sido específico en los recortes que haría—, reducir las regulaciones —tampoco en esto ha dado detalles— e incrementar la educación vocacional.

En dos temas críticos, el aborto y los derechos de las poblaciones LGBTQ, Christie se aleja de sus contendores republicanos. En el primero, ha mostrado su oposición a la prohibición federal: cree que debe haber un consenso y que son los estados quienes tienen que tomar la decisión. En el segundo, está entre los pocos que se oponen a la prohibición de los tratamientos afirmativos de género, cree que el gobierno no puede estar por encima de decisiones que competen a los padres.

Como otros precandidatos, en materia de salud es partidario de aumentar la edad de retiro para aquellos en sus 40 o menos años. Cree además en el fin de los beneficios del Seguro Social para las personas de mayores ingresos y pone entre sus ejemplos a Mark Zuckerberg o a Elon Musk.

Tim Scott

Tendrá 59 años el día de la toma de posesión.

Es conocido por ser el único negro republicano en el Senado de Estados Unidos y una de las voces más activas en temas raciales, aunque dice que no se considera víctima ni cree que en el país haya racismo.

En su rol como senador, ha introducido legislación con otros pares republicanos para retirar fondos a las ciudades santuario y para reasignar fondos del IRS para la contratación de más agentes de la Patrulla Fronteriza. Pero ninguna de las propuestas prosperó.

También es partidario de continuar con la construcción del muro fronterizo, un asunto que cree debe cumplirse antes de tocar el tema de la reforma migratoria. Asegura que ampliaría la tecnología de vigilancia y aumentaría la presencia militar en el borde, incluso del lado mexicano para acabar con los cárteles de la droga. Apoya la vuelta de la política sanitaria Título 42.

En materia económica aboga por reducir el gasto del gobierno, un recorte de impuestos —similar a la ley de Trump de diciembre de 2017— y un aumento de la producción doméstica de energía. En una afrenta contra medidas tomadas por Biden, ha asegurado además que revertiría —como otros precandidatos republicanos— el perdón a las deudas estudiantiles.

Scott ha dicho como parte de sus prebendas de campaña, que “jamás” cortaría los beneficios del Medicare o del Seguro Social. Sin embargo, en años pasados planteó que el sistema de jubilaciones debía ser revisado.

Doug Burgum

Tendrá 68 años el día de la toma de posesión. El exempresario cumple su segundo mandato como gobernador de Dakota del Norte.

Según su campaña, sus prioridades de llegar a la Presidencia son la seguridad nacional, donde presenta a China y al mandatario ruso, Vladimir Putin, como los enemigos de Estados Unidos; la economía, que propone mejorar al controlar la inflación, hacer un recorte de impuestos y bajar los precios de la gasolina; y la energía, cuya producción busca aumentar.

Para Burgum, el presidente demócrata Joe Biden ha sido débil en materia de seguridad fronteriza. Su estado ha sido uno de los que envió miembros de su Guardia Nacional a Texas para apoyar las políticas del gobernador Greg Abbott. Sin embargo, su campaña no ha detallado cómo enfrentaría la llegada creciente de migrantes por la frontera sur.