Es un ritual que se repite cada año en Oregon: miles de padres y madres se despiden de sus hijos de 11 ó 12 años y los envían por períodos de hasta una semana a acampar en la naturaleza para aprender más sobre las maravillas naturales del estado.
Oregon quiere garantizarles el derecho al camping a todos sus estudiantes de intermedia
Los electores están a punto de aprobar una proposición de ley que garantizaría los fondos para las 'Escuelas al aire libre', un programa que desde hace más de medio siglo ofrece a los estudiantes una semana educativa acampando en los majestuosos bosques, costas y desiertos del estado.


El programa de 'Escuela al aire libre' de Oregon fue innovador cuando comenzó hace 58 años y desde entonces más de un millón de niños han disfrutado -o soportado- este rito de iniciación en campamentos a través de todo el estado, desde la costa a sus majestuosos bosques o desiertos.
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Beneficios para los niños de estar en contacto con la naturaleza
En su apogeo hasta el 90% de los estudiantes de sexto grado del estado pasaron una semana al aire libre tomando muestras de agua, estudiando hongos o cavando el suelo.
Sin embargo, hoy en día solo la mitad de los niños de entre 11 y 12 años de edad participan en este programa financiado por una serie de subsidios, donativos, eventos de recaudación de fondos o cuotas asignadas a padres.
El límite impuesto a las constribuciones sobre la propiedad y la pasada recesión han forzado a muchos distritos escolares a descartar el programa o a reducir la participación de los niños a unos pocos días.
Pero si los electores del estado aprueban una proposición de ley que será sometida a votación en las elecciones del mes próximo, y todo indica que así será, el programa de 'Escuela al aire libre' tendrá un máximo de 22 millones de dólares anuales asegurados para su funcionamiento procedentes de la lotería estatal y en el mismo podrán participar estudiantes de escuelas públicas, privadas, charter y hasta los que aprenden en casa.

La aprobación de la "Measure 99" (Medida 99) convertiría a Oregon en el único estado del país con presupuesto garantizado para un programa de educación al aire libre, dijo Sarah Bodor, directora de política pública de la Asociación Norteamericana de Educación Ambiental (NAAEE).
Quienes se oponen a la 99 subrayan que el dinero para la "Escuela al aire libre" provendrá del Fondo para Desarrollo Económico del estado, que se nutre de la lotería y se utiliza para la creación de empleos, ayuda a negocios y otros programas educativos.
El ímpetu por financiar el programa en Oregon coincide con una tendencia nacional de educación al aire libre, dijo Bodor.
Más de dos docenas de estados han desarrollado planes sobre educación ecológica y los educadores se han dado cuenta de la importancia de pasar tiempo al aire libre desarrollando destrezas de liderazgo y pensamiento crítico.
"Pero estos (planes) son realmente mandatos sin financiación...la parte al aire libre es la que se queda a menudo atrás", dijo Bodor.
Lo que la proposición 99 hará, si es aprobada, es tomar hasta un máximo de 22 millones de dólares anuales provenientes de la lotería estatal para enviar a 55,000 estudiantes de quinto o sexto grado a la 'Escuela al aire libre' todos los años.
El dinero será distribuido por una división de la Universidad Estatal de Oregon a los distritos escolares utilizando un proceso que aún no se ha creado.
Las escuelas, distritos escolares u organizaciones sin fines de lucro interesadas en los fondos podrán solicitarlos de manera voluntaria.
Para obtener acceso a los fondos los programas de educación al aire libre deberán cumplir varios requisitos, como un currículo que incluya el estudio de plantas, animales, suelos y agua, la discusión del rol de los recursos naturales en la economía del estado y el estudio de las relaciones entre crecimiento económico, recursos naturales y conservación.
"Esto no es un mandato, es una oferta y queremos asegurarnos de que sea real, lo que significa proveer suficientes fondos para cubrir el costo de un programa bueno, de calidad", dijo Rex Burkholder, presidente del comité de campaña a favor de la 99.
A dos semanas de las elecciones la proposición no tiene opositores organizados y las encuestas indican que será aprobada.
Una de las personas opuestas a la medida, la senadora estatal demócrata Betsy Johnson, quien representa a un distrito rural del estado, dijo que los fondos de la lotería son para el desarrollo económico, no para hacer camping.
Dijo que le preocupa que los residentes de Oregon que participaron en su niñez de la 'Escuela al aire libre' voten a favor de la misma por nostalgia.
La proposición "es tan de estar a la moda, tan 'Oregon' que me preocupa que la gente no le dé el nivel de escrutinio que se merece", dijo Johnson. "Se asume que la 'Escuela al aire libre'...producirá mejores ciudadanos y buenos oregoneses. ¿Qué parámetros tengo para saber si eso es verdad?"

La organización sin fines de lucro Desarrollo Económico para el Centro de Oregon, que promueve la creación de empleos, asegura que los fondos que serán utilizados para la 'Escuela al aire libre' equivalen al 70% del presupuesto de la agencia estatal de desarrollo económico, que depende de la lotería, y que los esfuerzos por traer al estado producciones televisivas como "Grimm", ''Leverage" o "Portlandia" se podrían perjudicar por la falta de dinero.
Quienes apoyan la medida destacan que un estudio de la Universidad Estatal de Portland halló que los estudiantes que participan en la 'Escuela al aire libre' mejoran su récord de asistencia a clases en la escuela.
También citan encuestas llevadas a cabo por el Distrito de Servicios Educativos Multnomah, que tiene una 'Escuela al aire libre' de la cual participan 7,000 estudiantes todos los años, y que indican que el programa aumenta la autoestima de los estudiantes y su interés por las ciencias y matemáticas.
En un campamento reciente de cinco días en el Bosque Nacional Mount Hood, estudiantes de sexto grado de la escuela intermedia Jackson de Portland parecían ignorar la discusión política alrededor de la aventura que estaban viviendo.
Bajo una leve llovizna metían redes en un charco al pie de enormes árboles, dibujaban insectos acuáticos en sus cuadernos y medían la acidez y turbidez del agua mientras veían truchas saltar en el agua.
"Definitivamente se está mejor aquí", dijo Maya Herring, una chica de 11 años. "Puedes sentir la naturaleza de verdad. No es solo decir 'así es un helecho', sino que puedes realmente tocar el helecho tú misma".

