Ya van sobre 10 años de la propuesta del Senado 2611, mejor conocida como el proyecto de ley Kennedy-McCain sobre Reforma Migratoria Integral. La misma se llevó a votación en el Senado federal el 25 de mayo de 2006 y se aprobó con 62 votos a favor y 36 en contra.
Clinton vs. Sanders: Mas allá del voto Kennedy-McCain
¿Creen ustedes que el senador Sanders podría votar o estar a favor de un proyecto Ryan-Gutierrez o McConnel-Warren sobre Reforma Migratoria integral?


El proyecto llevaba dichos nombres ya que en ese momento dos de los más respetados senadores de ambos partidos en nuestra historia unieron fuerzas para confabular a favor del pueblo y la comunidad latina, en específico a favor de los inmigrantes indocumentados.
El Senador demócrata Ted Kennedy (que en paz descanse), y el senador republicano John McCain formaron la conocida “Pandilla de Dos” de su tiempo, proponiendo la reforma migratoria integral que para muchos analistas representó la oportunidad más cercana a aprobarse en nuestra historia. Lamentablemente, en el otoño de 2006, la Cámara de Representantes rechazó dicho proyecto echando a un lado los sueños y la esperanza de millones.
Dos de los precandidatos presidenciales demócratas en estas elecciones del 2016 tuvieron la oportunidad, en ese momento, de emitir su juicio en un momento muy difícil para ellos por el hecho de encontrarse en la minoría política. Hablamos del senador Bernie Sanders y la entonces senadora Hillary Rodham Clinton. El resultado de los votos sorprendió a muchos, y es que la Senadora Clinton emitió su voto a favor mientras que el Senador Sanders emitió su voto en contra.
Las implicaciones y el impacto que pudo haber tenido la aprobación de este proyecto sobre la vida de millones de indocumentados inmigrantes y so ñadores al día de hoy es fundamental pero creo que es tiempo de que analicemos la capacidad de gobernar, administrar y negociar fuera de líneas partidistas de ambos candidatos más allá del Voto Kennedy-McCain .
Decía Tzvetan Todorov que la política es el arte de la negociación y me parece que no se equivocaba. En esta dinámica no siempre se puede alcanzar el 100% de las metas esperadas; hay que sacrificar un poco para alcanzar la mayoría de las mismas por el bienestar general. Si bien es cierto que el senador Sanders aventaja a la Secretaria Clinton en porciones de enmiendas aprobadas convertidas en proyectos de ley, por la gran cantidad de años que lleva como Congresista (más de 20), no cabe duda de que en términos generales la Secretaria Hillary Clinton aventaja al Senador Sanders en cómo trabajar fuera de líneas partidistas, no solo por el juicio emitido por el voto Kennedy-McCain sino por su experiencia previa lidiando y negociando con los republicanos en la primera administración Clinton, y más tarde como Senadora y Secretaria de Estado.
Parece ser que al Senador Sanders le resulta más complicado encontrar terreno común. Un ejemplo reciente lo vemos en la Ley de Modernización sobre la Política Energética del 2015. Este proyecto fue presentado por la Senadora Lisa Murkowski, una republicana moderada de Alaska; la Senadora Maria Cantwell, una liberal demócrata del estado de Washington. Como presidenta y miembro de alto rango en el Comité de Recursos Naturales y Energía del Senado, tanto Murkowski como Cantwell hicieron su mayor esfuerzo para promover que el bipartidismo fuera pieza clave en esta legislación.
Aunque dicha ley fue aprobada por el Comité con 18 votos a favor y 4 en contra, siendo uno de estos últimos del Senador Sanders, éste se mostro insatisfecho con el proyecto ya que no llenaba sus expectativas para atender el problema del cambio climático en uno de los pocos y raros proyectos realmente bipartidistas en años recientes.
Cuando hablamos de legislación introducida por el propio Senador Sanders solo el 9 por ciento de los 69 proyectos auspiciados por el senador Sanders obtuvo apoyo bipartidista de acuerdo con Govtrack.us. Estos números representan el seis por ciento más bajo entre 90 senadores que auspiciaron al menos 10 proyectos entre el 2013 y el 2014.
Clinton, por su lado, sirvió como senadora por el Estado de New York alrededor de ocho años, desde enero 3 del 2001 hasta enero 21 del 2009. En ese periodo Clinton auspició 363 proyectos en el Senado, de acuerdo con GovTrack, un sitio web no-partidista que rastrea la legislación federal. Además, según la misma fuente, 56 distintos Senadores Republicanos fueron co-auspiciadores de proyectos de Clinton.
Por otro lado bajo la primera administración Clinton, aún con un Congreso republicano en mayoría, se logró aprobar sobre tres presupuestos balanceado s y la aprobación de proyectos de envergadura como la famosa Reforma de Bienestar Social. Además, su rol como primera dama de la salud de millones de niños logró la aprobación del Programa de Seguro de Salud para niños o “Children’s Health Insurance Program” beneficiando así a más de ocho millones de niños en toda la nación.
La experiencia y el resultado del voto sobre la Reforma Migratoria Integral Kennedy-McCain nos reveló en gran parte la habilidad de los candidatos para usar el arte de la diplomacia política a fin de alcanzar terreno común y negociar más allá de líneas partidistas a favor del pueblo.
No cabe duda de que Ted Kennedy y John Mccain gozan del mayor de los respectos de la comunidad política en los Estados Unidos. Ahora bien, ¿creen ustedes que luego de un voto en contra a un proyecto bipartidista y de consenso como el Kennedy-McCain sea posible que el senador Sanders pueda votar o estar a favor de un futuro proyecto Ryan-Gutierrez o McConnel-Warren sobre Reforma Migratoria integral?
Uno de las mayores cosas que indica el presidente Obama como un gran desacierto de su administración y de la cual se arrepiente por —en sus propias palabras— no lograr unir la nación y haber evitado la retórica de rencor de quienes no piensan de la misma manera políticamente.
Nuestra lamentable realidad como pueblo es que, a menos que ocurra un milagro, la mayoría en el Congreso republicano de la Cámara de Representantes, la misma que ha obstruido gran parte de proyectos importantes para el pueblo pareciese que se mantendrá por los próximos años. La historia nos dirá qué ocurrirá finalmente; pero, a la hora escoger a nuestro próximo Presidente/a, como pueblo debemos tomar en cuenta todos los factores y cualidades que conlleva ostentar la silla más poderosa del mundo. Necesitamos con urgencia un Presidente/a que pueda unir la nación ante tiempos de grandes retos pero de mayores oportunidades.
La gran lección de la historia, más allá del voto Kennedy-McCain, es que será mucho más difícil lograr esa unión y avances a favor del pueblo fuera de líneas partidistas con un Presidente Sanders. De lo que no me cabe duda es que la otra gran lección del voto Kennedy-McCain es que Hillary R. Clinton es la candidata más cualificada para unirnos como nación fuera de líneas partidistas alcanzando terreno común para enfrentar los retos domésticos y globales que tenemos de frente en pleno siglo XXI.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







