Este 13 de noviembre comenzó el proceso judicial más grande jamás realizado en EEUU contra un líder de una organización de tráfico de drogas, un juicio que podría llegar a costar hasta 50 millones de dólares y durar hasta cuatro meses. Se mantiene protegida la identidad de los 12 jurados y en la lista de testigos se encuentran antiguos socios, operadores y enemigos que han aceptado colaborar con las autoridades para reducir sus sentencias.