Han sido trabajadores esenciales en la pandemia y ahora Francia los recompensa: les da la ciudadanía

Han pasado nueve meses desde que Francia declaró la guerra al covid-19. En ese tiempo, numerosos extranjeros, trabajadores de la salud pero también de otros campos, estuvieron en la primera línea de servicio. Por eso el país decidió premiarlos: les otorgará la ciudadanía de forma expedita.

"Profesionales de la salud, mujeres de la limpieza, trabajadores en cuidado de niños, cajeros: todos ellos demostraron su compromiso con la nación y ahora es momento de que la república haga algo por ellos", dijo en un comunicado compartido en sus redes sociales la ministra de Interior encargada de ciudadanía, Marlene Schiappa.

Desde septiembre —cuando el gobierno anunció la medida— y hasta ahora, han acumulado 2,890 solicitudes: 74 extranjeros ya han recibido la ciudadanía francesa y 693 están en proceso.

En Francia, la ciudadanía se puede obterner al casarse o a través de un padre nacido en ese país. Pero en el último caso, la persona debe haber residido por cinco años, demostrar ingresos estables y su integración a la sociedad. Entre 2017 y 2018 las naturalizaciones cayeron: pasaron de 112,326 a 108,180. En 2019, subieron levemente, a 110,784.

Para los extranjeros que hayan prestado "un gran servicio" durante la pandemia esos requisitos se flexibilizaron. No solo obtendrán la nacionalidad, sino que el país se comprometió a agilizar el proceso: solo les pedirán dos años de residencia.

Para 2017, en Francia vivían 6,631,888 extranjeros, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos. Vienen de países como Algeria, Marruecos, Portugal, España o Italia, entre otros.

Francia ha sido uno de los países a los que el covid-19 ha golpeado con más fuerza. Está de quinto en el mundo por número de casos, más de dos millones y medio, y muertes, más de 62,000.

El ciudadano 'Spiderman'

No es la primera vez que Francia otorga la ciudadanía a un extranjero por alguna contribución especial. Es parte de una tradición que viene desde la Revolución Francesa y que se ha aplicado, generalmente, en casos excepcionales.

El último conocido ocurrió en 2018: un hombre de Mali que vivía indocumentado, Mamoudou Gassama, quien fue reconocido con la ciudadanía francesa.

El 26 de mayo de ese año, Gassama iba pasando por un vecindario en París, el Rue Marx-Dormoy, en su camino a ver la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y el Real Madrid. De pronto, vio a un grupo de gente aglomerada, todos con la mirada hacia arriba, hacia uno de los balcones de un edificio. Un niño de cuatro años guindaba desde el cuarto piso y un vecino intentaba alcanzarlo para salvarlo.

Gassama, sin pensarlo, comenzó a trepar paredes mientras la multitud le gritaba: "Allez, vas-y, vite!", "¡Vamos, rápido!". A solo segundos de que el niño comenzara a las fuerzas, el hombre de Mali lo atajó con una mano y lo devolvió al balcón. En el lugar se escuchaban gritos y aplausos, narra la BBC en una crónica de ese momento. El video se viralizó no solo en Francia sino en el mundo.

Ese día le llamaron 'Spiderman'. Y cuando la noticia se difundió en un video que da vértigo de solo verlo, el presidente del país, Emmanuel Macron, anunció que le daría la ciudadanía y además, le dio una medalla de reconocimiento. En septiembre de ese año, Gassama se convirtió en ciudadano francés.

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