Negociaciones 'in extremis' en el tramo final de la Cumbre del Clima de Madrid

La tensión entre los países y el estancamiento en las negociaciones podrían llevar a la Cumbre del Clima de Madrid, que en principio culminaba el viernes, a una prórroga hasta el fin de semana.

Pancarta de Greenpeace en la sede del COP25 de Madrid donde se podía leer "El clima no es un negocio", el viernes 13 de diciembre.
Pancarta de Greenpeace en la sede del COP25 de Madrid donde se podía leer "El clima no es un negocio", el viernes 13 de diciembre.
Imagen Paul White/AP

El lema de esta cita, que reúne desde el pasado día 2 a cerca de casi 200 países del mundo que tratan de acordar nuevas medidas para la lucha contra la emergencia climática, es “ el tiempo se acaba”. Pero este lema no parece servir de gran cosa a la hora de concretar y acelerar las negociaciones atascadas principalmente por el famoso artículo 6 del Acuerdo de París, el que se refiere a la regulación de los mercados de carbono (en esencia, repercutir el coste de la contaminación sobre quienes contaminan).

PUBLICIDAD

Así las cosas, es muy probable que el encuentro se prorrogue hasta el sábado o incluso el domingo, una opción bastante habitual en estas reuniones internacionales, que con frecuencia se cierran en el ultimísimo momento.

La ministra en funciones de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, señalaba el jueves que los delegados están lejos de encontrar el consenso, y admitió “tensión” en las negociaciones que se llevan a cabo entre aquellos países que quieren acabar más deprisa y tienen más ambición y los más renqueantes.

"Hay incluso quienes cuestionan el papel de la ciencia a la hora de ilustrar las decisiones de los políticos en cuanto a reducir las emisiones de efecto invernadero, pese a que la ciencia es clara”, dijo Ribera.

La directora internacional de Greenpeace, Jennifer Morgan, tildó por su parte de "inaceptable" que los países no hayan alcanzado aún un acuerdo. Morgan hizo estas declaraciones el viernes, poco después de que varios activistas de la organización ecologista descolgaran pancartas frente a la sede de la Cumbre del Clima (COP25) en Madrid para pedir a los políticos más acción en la lucha contra el cambio climático.

"No queda tiempo para que nadie cuestione esta grave situación”, dijo la dirigente de Greenpeace, que pidió a todos los líderes "ya sean caribeños, latinoamericanos, europeos o estadounidenses" que lean los informes del IPCC sobre las consecuencias que tendría un aumento de la temperatura por encima de 1,5 grados Celsius (2.7F). "Necesitan entender la crisis en la que ya estamos y la situación de emergencia, venir aquí y luchar por la gente que ya está sufriendo los impactos", dijo.

PUBLICIDAD

El precio de no actuar

Al respecto de los fondos de mitigación y adaptación que deberían ser acordados en esta Cumbre, la estadounidense ha remarcado la importancia de que "los inversores se comprometan" ya que "los costes serán mucho mayores si no se actúa ahora".

Sobre los mercados de carbono, Morgan dijo que la defensa de los derechos humanos no puede tolerar "un tráfico de carbono" en los posibles intercambios de bonos, pero ha matizado que "aún no hay nada claro" al respecto. "Aún tenemos a países como Brasil, Australia o Arabia Saudí que vienen aquí a completar su agenda de debilitar el Acuerdo de París", dijo la ecologista.

Desde Bruselas, mientras tanto, tampoco llegan buenas noticias. La UE no logró un compromiso unánime para desprenderse del CO2 en 2050, debido al rechazo de Polonia. En su última cumbre, la UE logró fijar el compromiso de alcanzar la neutralidad climática en 2050 (emitir solo el CO2 que pueda absorber), aunque ha sido una victoria incompleta, ya que Polonia no ha dado su brazo a torcer, lo que supone un importante contratiempo porque sin unanimidad el acuerdo no es legalmente vinculante.