Brecha racial hasta en el aire: los hispanos respiran más contaminación de la que producen

Un estudio revela que los afroestadounidenses e hispanos en el país respiran más aire contaminado del que generan, pues los blancos son los que más conducen, compran más artículos y alimentos, gastan más en propiedades y utilizan mayor electricidad. Los problemas de salud por polución a los que se enfrentan los hispanos son mayores que ningún otro grupo étnico.

Vista de la contaminación del aire y el esmog en el centro de Los Ángeles, California.
Vista de la contaminación del aire y el esmog en el centro de Los Ángeles, California.
Imagen FREDERIC J. BROWN/AFP/Getty Images

Un estudio publicado este lunes por un diario científico examinó quiénes están expuestos a la contaminación de partículas suspendidas, las cuales son responsables de cerca de 100,000 muertes anuales en Estados Unidos, y las distintas razas responsables de generar la polución basándose en sus hábitos de consumo, conducción y estilo de vida.

PUBLICIDAD

Los científicos descubrieron que además de vivir en barrios que suelen tener más contaminación, los hispanos y afroestadounidenses también se ven afectados por la inequidad del aire que respiran con respecto a la polución que producen. Es decir, en general respiran más aire contaminado del que generan.

Los resultados de la investigación señalan que los hispanos respiran, en promedio, 63% más contaminación causante de muertes por males cardiacos y respiratorios, de la que generan. Entre los afroestadounidenses, la cifra es del 56%, según el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

En contraste, las personas blancas no hispanas están expuestas, en promedio, a 17% menos contaminación del aire de la que generan.

Los investigadores encontraron que la polución del aire es desproporcionadamente causada por el consumo de bienes y servicios de los estadounidenses blancos, pero respirada por negros e hispanos.


"Aunque las minorías contribuyen en menor medida al problema general de la contaminación en el aire, resultan más afectados por ella", señaló el coautor del estudio Jason Hill, un profesor de ingeniería en biosistemas para la Universidad de Minnesota y quien es blanco. "¿Es justo que yo cause más contaminación y que alguien más resulte afectado de manera desproporcionada por ella?", se preguntó.

Esta contaminación proviene de chimeneas industriales, escapes de autos y otros lugares, que posteriormente se solidifica en finas e invisibles partículas que son lo suficientemente pequeñas para ingresar al torrente sanguíneo a través de los pulmones. Estas partículas, 25 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano, representan un gran riesgo para la salud pública, advierte la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

PUBLICIDAD

La métrica más relevante de polución del aire para la salud humana son las partículas pm 2.5, que representan el factor ambiental de riesgo más grande para la salud en el país y están relacionadas con altos niveles de problemas cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes e incluso defectos de nacimiento. Esta contaminación proviene sobre todo de actividades del ser humano, como la quema de combustibles fósiles o la agricultura.

Video Amenaza puertas adentro

La EPA recoge esos datos a través del Inventario Nacional de Emisiones, que recopila emisiones de diferente emisores, como plantas de carbón o fábricas, medidas de contaminadores móviles como los autos o aviones y eventos naturales como los incendios, dibujando una imagen detallada de la polución en el país.

Los investigadores generaron mapas de dónde los diferentes emisores, como la agricultura o la construcción, causan polución de partículas pm 2.5: las plantas de carbón contaminan áreas en el oeste de Virginia y Pennsylvania, mientras que las emisiones de la agricultura están concentradas en el valle central de California. "Después unimos los datos del censo para entender dónde viven los diferentes grupos raciales y ver los patrones de exposición", explicó Hill.


Aunque otros estudios han revelado que las minorías viven en medio de mayor contaminación, esta es una de las primeras investigaciones que combina los hábitos de compras y la exposición en un solo cálculo de desigualdad, comentó.

Hill y sus colegas examinaron la contaminación de las autopistas, las fábricas que operan con carbón, las granjas porcinas y otras fuentes.

PUBLICIDAD

Luego revisaron a gran escala quienes son los que más conducen, compran más artículos y alimentos, gastan más en propiedades y utilizan mayor electricidad, y rastrearon esas compras hasta el usuario final.

"En promedio, los blancos tienden a consumir más que las minorías. Se debe a su riqueza", indicó Hill. "Se trata principalmente de cuánto compras, no de qué compras".

De las 103,000 muertes anuales por partículas en suspensión, 83,000 de ellas se pueden rastrear a las actividades de la población de Estados Unidos, no al gobierno ni a los artículos exportados a otros países, según el estudio.