El exelectricista del pintor cubista Pablo Picasso, Pierre Le Guennec, y su esposa Danielle, condenados en 2015 a dos años de cárcel exentos de cumplimiento por ocultar 271 obras del artista español, comparecieron este lunes ante una corte de apelación francesa.
Comienza el juicio contra el electricista de Picasso por "esconder" 217 obras del artista español
Pierre Le Guennec y su esposa Danielle fueron declarados culpables en primera instancia por "ocultar bienes procedentes de un robo".


La pareja de jubilados, que había conservado en secreto 271 obras del maestro malagueño, fueron declarados culpables en primera instancia por "ocultar bienes procedentes de un robo".
Le Guennec trabajó para el artista español de 1970 a 1973, según explica la prensa francesa.
Sin embargo, la investigación no había permitido establecer formalmente la identidad del autor del robo.
El tribunal había decidido devolver las piezas al hijo del pintor, Claude Ruiz-Picasso, que representaba a los seis herederos de Picasso en esta causa.
El electricista sostuvo siempre que las 271 obras que estuvieron apiladas en un cartón durante 40 años fueron un regalo que Jacqueline Picasso, la última esposa del artista, le hizo en 1971 o 1972 en su mansión de Mougins.
La existencia de estas obras salió a la luz en 2010 cuando Pierre Le Guennec y su esposa viajaron a París para presentarlas a Claude Picasso, responsable de la autentificación. Los herederos de Picasso presentaron de inmediato una denuncia por robo.
Las 271 obras, que datan de 1900 a 1932, incluyen nueve collages cubistas realizados por Picasso junto con Georges Braque, un estudio del "periodo azul" y una serie de obras íntimas, como varios estudios de su amante Fernande y dibujos de su primera esposa Olga.
Ninguna de las obras está firmada ni dedicada, algo que Picasso hacía sistemáticamente cuando regalaba una obra suya.
La audiencia del lunes ante la Corte de Apelación de Aix-en-Provence (sureste) durará un día.
La acusación fiscal está pidiendo para La Guennec una condena de cinco años de prisión "por traicionar la confianza y la memoria de Picasso", y una multa de 408,892.95 dólares (375.000 euros).
El fiscal Robert Laurent sostiene que el electricista era un peón manipulado por los comerciantes de arte corruptos que tratan de vender obras, robadas originalmente por su primo "Teddy", expiloto de Picasso.









