El último intento: un mexicano suplica a Biden una visa humanitaria para asistir al funeral de su esposa que murió de covid-19
Ha pasado más de un mes desde que Gladys Clemente falleció víctima del covid-19 en Los Ángeles, California y desde entonces su marido Ubaldo, quien fue separado de ella por un error del sistema de inmigración de Estados Unidos, ha tratado de obtener un permiso para regresar al país y darle el funeral que se merece la mujer con la que compartió su vida por 20 años.
Este martes, el mexicano hizo una última súplica a la administración del presidente Joe Biden y a los senadores del estado Dianne Feinstein y Álex Padilla, para que le ayuden a tramitar una visa humanitaria y poder decirle adiós a su esposa, de acuerdo con Los Angeles Times.
La abogada de inmigración y quien representa a Clemente, Jessica Domínguez, aseguró que tienen todos los documentos requeridos para que “los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) le puedan dar el permiso de entrada”.
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Por si la angustia de Clemente fuera poca, la funeraria encargada de tramitar el sepelio de Gladys ha dicho que no puede retrasar más las exequias, y ha puesto como límite el próximo sábado 30 de enero.
Si bien Domínguez precisó que las peticiones en favor del mexicano se hicieron a la administración del expresidente Donald Trump se realizó ante la oficina de Dianne Feinstein y de la actual vicepresidenta Kamala Harris, cuando era senadora, se le pidió a Clemente aguardar a que Biden tomara posesión para solicitar el permiso humanitario.
“Sabemos que el presidente, la vicepresidenta y la senadora Feinstein, y ahora el senador (Alejandro) Padilla están muy ocupados, pero el tiempo para mi cliente se termina para poder despedir a su esposa”, recuerda la abogada.
Una deportación equivocada
El martirio de Clemente comenzó en marzo de 2019, cuando él y su esposa viajaron al consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, México, para solicitar la residencia permanente del mexicano, la cual fue negada debido a que supuestamente había sido arrestado 20 años antes, argumentando que una persona con el nombre de Ubaldo Clemente García fue detenido en la frontera sur de EEUU tratando de ingresar al país con documentos falsos y haciéndose pasar por ciudadano estadounidense.
Como el nombre de Ubaldo Clemente García no es muy común, “las autoridades asumieron que esta persona que fue arrestada en 1999 era mi cliente”, indicó Domínguez, quien trató de explicar lo sucedido sin éxito, por lo que el consulado no dio marcha atrás a la prohibición de entrada a Estados Unidos de por vida impuesta a Ubaldo.
Sin más opciones, la abogada le pidió al mexicano que se presentara ante los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en la frontera de California con México para que le tomaran las huellas y pudieran confirmar su identidad, según EFE.
Domínguez aseveró que de esta manera se pudo comprobar que “la persona que fue detenida es alguien más con ese nombre” y no su cliente.
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Para colmo, el matrimonio vio cómo la pandemia del coronavirus impidió que el consulado reabriera el caso para otorgarle la residencia a Ubaldo, quien tuvo que quedarse en México y ver cómo el covid-19 infectaba y terminaba con la vida de Gladys.
“Si yo hubiera estado allá, tal vez las cosas hubieran sido diferentes”, precisó Clemente, que ahora solo anhela poder estar con sus hijas adoptivas para el funeral de su amada esposa, tras dos décadas de matrimonio en Los Ángeles.
Clemente, quien no tiene antecedentes penales, se encuentra en Tijuana, México, esperando el permiso para viajar a Los Ángeles.
“Esta historia es evidencia de casos que necesitan una intervención urgente de esta administración. Estamos haciendo el llamado también al senador Padilla y a la vicepresidenta Harris para que nos ayuden”, apuntó Domínguez.