Jorge Gutiérrez cruzó la frontera entre México y Estados Unidos teniendo 10 años. Los familiares con los que hizo el viaje a pie creían, como muchos indocumentados, que era una de las pocas opciones para tener un mejor futuro.
Doble felicidad: cómo dos fallos de la Corte Suprema esta semana terminaron con la pesadilla de un activista
Jorge Gutiérrez es dreamer y gay y las dos decisiones del máximo tribunal del país lo protegen ahora de ser discriminado en el trabajo y de ser deportado.

Desde entonces ha vivido en la ciudad de Los Ángeles, lugar al que considera su hogar. Hoy a los 35 años, es de loscerca de 700,000 soñadores amparados bajo la protección del programa DACA, además es el director ejecutivo de la fundación hispana 'Familia Trans Queers Liberation Movement' que lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ.
Para Gutiérrez, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de mantener vivo DACA es el perfecto broche de oro para finalizar una semana que considera especial, ya que días atrás el mismo tribunal decidió que la comunidad LGBTQ puede ampararse en ley de derechos civiles para interponer demandas alegando discriminación laboral.
"Son dos triunfos muy importantes para muchas personas en este país, las que debemos ser reconocidas como parte fundamental de la economía estadounidense y por ende, nuestros derechos deben ser respetados", dijo Gutiérrez.

Discriminación por lado y lado
Gutiérrez narró la forma en que ha sido discriminado a lo largo de su vida, no solo por su orientación sexual, sino además por ser un inmigrante sin un estatus legal definido.
"En este país aún hay mucho odio por las diferencias. Yo he sido víctima de 'bullying' desde que era un niño. Pero no solo las palabras pueden ser ofensivas, en ocasiones son los actos los que te hacen sentir que no perteneces, que no te quieren", dijo, indicando que en muchas ocasiones lo han atendido grotescamente por ser gay.
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Aún así, Gutiérrez sigue trabajando cada día como activista para que su comunidad obtenga tratos igualitarios y para que las minorías hagan valer sus derechos, los que ahora han sido amparados por el máximo tribunal de justicia del país.
" Lloré por segunda vez cuando me enteré que la Corte Suprema es justa. Hemos vivido muchos años en la penumbra, luchando día a día por nuestros derechos más básicos como el respeto, la igualdad y la educación", dijo Gutiérrez, indicando que aunque sabe que la lucha DACA es un programa renovable y por lo tanto sin fuerza de ley, este paso es importante para que muchos dreamers puedan continuar su vida en el país que consideran suyo.
"Yo siempre pensé en dar la batalla hasta el último momento, incluso si la decisión salía en contra de DACA, pues regresar a México en un momento de pandemia es una opción muy complicada", señaló.
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El activista dijo que jamás ha consierado a Estados Unidos como un país ajeno, pues fue aquí donde se crió y donde ha conseguido todo lo que tiene.
"Este es mi país, donde tengo mi familia, mi pareja y mis amigos. Estados Unidos es mucho más grande que un presidente supremacista y racista. Mi país va más allá que un mal líder y por mi nación es que seguiremos luchando", aseveró.












