El ojo del huracán Willa, de categoría 3, tocó tierra en Sinaloa, México, este martes cerca de Isla del Bosque, unas 10 millas (15 km) al sur de Escuinapa. El fenómeno impactó con vientos estimados de 120 millas por hora (195 km/h), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
Willa toca tierra como huracán de categoría 3 en Sinaloa, México
El ojo del huracán impactó en Isla del Bosque con vientos máximos sostenidos de 120 millas por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Los efectos de este temporal amenazan un importante centro turístico, así como pueblos pesqueros y granjas. De momento no existen reportes de daños o heridos.

El CNH recomendó a los pobladores que eviten salir durante "la relativa calma del ojo, debido a que los vientos peligrosos pueden aumentar repentinamente" a su paso.
🔴 ¡Es oficial! #Willa ha tocado tierra a las 7 PM MT sobre la Isla del Bosque en #Sinaloa a unas 10 millas (15 km) al sur de Escuinapa. Se han estimado vientos en las 120 mph (195 km/h) y una presión de 965 hPa en el momento de tocar tierra @UniNoticias pic.twitter.com/W1BjWG23u3
— Albert Martínez (@AlbertEltiempo) October 24, 2018
El núcleo de la tormenta impacta un tramo de costa ubicado a unas 50 millas (80 kilómetros) al sur de Mazatlán, un importante centro turístico con hoteles de varios pisos y unos 500,000 habitantes, muchos de ellos estadounidenses y canadienses.
Las lluvias y fuertes vientos amenazan a este lugar turístico, así como a pueblos pesqueros y granjas.
Las lluvias torrenciales comenzaron desde la tarde y las autoridades de emergencia dijeron que desalojaron a más de 4,250 personas en las localidades costeras e instalaron 58 alberges antes de que llegara el huracán.
El fenómeno azotó las Islas Marías, un archipiélago situado a unas 60 millas (100 kilómetros) de la costa que tiene una reserva natural y una prisión federal. Las autoridades se negaron a comentar sobre las precauciones que tomaron en la prisión, citando motivos de seguridad.
Ante la proximidad de Willa, la playa de Mazatlán prácticamente desapareció y las olas empezaron a estrellarse contra el malecón bajo un cielo cubierto por nubarrones negros. Algunos surfistas aprovecharon el oleaje mientras trabajadores cubrían con tablas las ventanas de hoteles, comercios y viviendas. Las escuelas cerraron y las calles estaban casi desiertas.
Algunas familias se fueron al centro de convenciones de Mazatlán, que abrió sus puertas como albergue.
El gobierno federal emitió un decreto de "emergencia extraordinaria" para 19 municipios en los estados de Nayarit y Sinaloa.
Los meteorólogos advirtieron que podrían caer entre 6 y 12 pulgadas (15 y 30 centímetros) de lluvia en partes de Jalisco, Nayarit y Sinaloa, con la posibilidad de inundaciones repentinas y deslaves en zonas montañosas. En algunas zonas se esperan hasta 18 pulgadas (45 centímetros).
Las fuertes lluvias afectarían los territorios de Sinaloa, Nayrit, Jalisco, Colima, Michoacán, así como a Baja California Sur y Durango.
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