Este miércoles, más de 500 empresas iniciaron de manera oficial un boicot publicitario con la intención de presionar a Facebook para que establezca una posición más firme contra el discurso de odio, incluido su enfoque permisivo a las publicaciones del presidente Donald Trump. El movimiento ha sido generado por el grupo de defensa Stop Hate for Profit, que mantiene una lista actualizada de las empresas participantes, aunque algunas otras lo han hecho por iniciativa propia.