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Voto Hispano

El cambio empieza en fiestas de quinceañeras: la novedosa idea de un 'dreamer' para inscribir votantes

Kimberly Brown es una de las jóvenes que se unió a una iniciativa en Texas promovida por un dreamer para empoderar a los latinos a través de la voz de sus quinceañeras. Ellas en su discurso motivan a sus invitados a registrarse para votar, a cambio, los organizadores les colocan una cabina de fotos en la fiesta. Hasta ahora, lo han hecho en más de 40 celebraciones.
14 Dic 2019 – 12:22 PM EST
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HOUSTON, Texas.- A las 9:00 de la mañana del 29 de noviembre, Kimberly Brown ya estaba maquillada y peinada con sus bucles y su cintillo de brillantes. Vivía ansiosa el paso de las horas, pues ese día era su fiesta de quinceañera. Otras jóvenes de su edad pensarían solo en que el baile con sus chambelanes saliera perfecto o estarían nerviosas por la misa o la coronación, símbolos de su paso de niña a mujer. Ese viernes Kimberly tenía una preocupación más: pediría a sus invitados, en su mayoría segundas o terceras generaciones de mexicanos, como sus padres y como ella, que se inscribieran para votar en las elecciones presidenciales de 2020.

"Quiero guiar mi discurso hacia la necesidad de votar para ayudar a nuestras familias a que puedan permanecer unidas y que no tengan que ser separadas solo por haber migrado a Estados Unidos; ellos vinieron para tener una mejor vida", declamó Kimberly a Univision Noticias al repasar sus ideas, las primeras que ha tenido sobre política.

Kimberly nació en Houston en una familia estadounidense de origen mexicano. Ha vivido en esa ciudad tejana sus 15 años. A esa misma edad, su abuela materna en lugar de preparar una fiesta de quinceañera se despedía de sus siete hermanos en Allende, Nuevo León, y emigraba a Estados Unidos con una visa de turista para trabajar como niñera. No regresó más a México y por años vivió indocumentada haciendo también de mesera y aceptando empleos mal remunerados hasta que consiguió la ciudadanía casi dos décadas después.

"Yo crecí con mi mamá siendo indocumentada, pero en esos tiempos era diferente", cuenta Mary Ann Brown, la madre de Kimberly. "No teníamos a los políticos que hay ahora. El presidente de ahorita ha hecho la vida de la gente indocumentada muy difícil (...) Viven con miedo. Yo puedo decir que al crecer yo no tuve los mismos miedos que tienen los niños de ahora, que no saben si van a llegar y sus papás van a estar en su casa".

Esa realidad es un tema que inevitablemente se discute en la mesa de los Brown cuando en las noticias se conocen historias de deportaciones o de separaciones de familias en la frontera. Y tienen razones para conversar sobre eso en una cena cualquiera porque en la familia aún hay primos y tíos indocumentados.

"Cuando pensaba en lo que quería decir en el discurso, pensaba en mi abuela, que ahora está aquí. Pero si no tuviera papeles también podría haber sido separada de nosotros", asegura la joven.

Kimberly preparó su discurso con ayuda de su madre, pero también con la de los miembros del proyecto Poder Quince, una iniciativa que la organización Jolt arrancó en mayo de 2019 para empoderar a jóvenes latinas en Texas y hacer que desde temprano comprendan de responsabilidad ciudadana en momentos en que los inmigrantes "están bajo ataque", explica Antonio Arellano, su director ejecutivo.

En Jolt están concientes de que a sus 15, las niñas como Kimberly no pueden votar, pero utilizan el poder de las tradiciones mexicanas como la quinceañera "para trascender límites políticos (...) para que nuestra comunidad se dé cuenta de que no tenemos que cambiar quiénes somos ni avergonzarnos de quiénes somos para participar en la política y ser poderosos". Lo hacen desde esa edad porque saben que a la vuelta de tres años, ellas, como sus padres, tíos y conocidos, también podrán decidir a quién darle las riendas del estado en el que viven y de su país.

Un intercambio

Fue la mamá de Kimberly la que supo primero de Poder Quince a través de Facebook. Juntas llenaron la solicitud para su fiesta de quinceañera y cuando recibieron la noticia de que habían sido seleccionadas se emocionaron.

"Quise ser parte porque es muy importante votar, especialmente si como mexicanos estamos molestos con algo de lo que está haciendo este gobierno. Y si los latinos (que pueden votar) no votan no tienen razón para estar molestos porque tampoco están ayudando a hacer una diferencia", explica la quinceañera.


La propuesta de Jolt fue atractiva para Kimberly: ella preparó su discurso y permitió que esa noche la organización instalara una mesa pequeña en su fiesta para registrar votantes; a cambio, Jolt instaló de forma gratuita un photo booth con fondo brillante y luz blanca para que ella —y cualquiera— pudiera tomarse fotos digitales con sus amigos y guardarlas para el recuerdo o compartirlas en sus redes sociales.


Y en la fiesta de Kimberly hubo más inscritos que de costumbre. Más de 20 invitados hicieron una pausa entre el canto de los mariachis y la bailanta que se formó con la banda de música tex-mex y se acercaron a la mesa de Jolt para llenar la planilla y así registrarse como votantes. En otras quinceañeras a las que había asistido la organización eran dos o tres los que tomaban la iniciativa cada hora.

"Rompimos un récord", dice sonriente Arellano, un michoacano beneficiario de DACA que tampoco puede votar pero lidera esta iniciativa. Él aspira a que Poder Quince pueda crear una "tradición de latinos educados para votar" y que se convierta en "una de las armas más potentes en la política de Texas".

Pese a que Texas ha estado tradicionalmente asociado al rojo republicano y a que en 2016 le dio la mayoría de sus votos a Donald Trump, tanto los resultados de las elecciones de mitad de periodo de 2018 como las tendencias que muestran algunas encuestas hacen pensar que para 2020 el estado podría votar por primera vez en más de 40 años a un candidato a la presidencia demócrata, un posible cambio en el que los latinos tendrían un rol fundamental.

Desde mayo, el proyecto ha llegado a más de 40 quinceañeras que viven en Austin, Houston y Dallas, y los organizadores esperan seguir llenando el calendario cada fin de semana hasta registrar a 85,000 personas como votantes para las elecciones de 2020.

Las razones de Jolt para concentrarse en Texas son diversas. La más básica es que en el estado se celebran unas 50,000 fiestas de quinceañeras al año, así que entrar en ese espacio es una oportunidad para utilizar la tradición mexicana como una forma de empoderamiento político. Han calculado este número tras entrevistas con distintos salones de fiestas o tiendas de venta de vestidos para esa ocasión.

También es una respuesta a leyes que se han aprobado en el estado, como la SB4, que ha sido desafiada en cortes pero que en su concepción daba carta blanca a policías y agentes del sheriff para preguntar sobre el estatus migratorio de una persona durante cualquier detención.

Luego, la representación hispana en el estado se convirtió en otra razón de peso. Según tabulaciones de datos del Censo de 2014 realizadas por el Centro de Investigaciones Pew, la población latina en Texas es la segunda más grande del país, con más de 10.4 millones de personas que representan casi el 19% de la población total de Estados Unidos. De ellos, 4.8 millones son elegibles para votar, lo que también la ubica como la segunda población de electores en el país, solo después de los latinos en California (6.9 millones).

De ese total, un tercio se encuentra entre los 18 y 29 años y en su mayoría son mujeres.

"En el estado de Texas estamos notando una nueva tendencia: que las mujeres latinas están votando en un porcentaje más alto que los hombres y eso nos da a entender que el futuro de Texas depende de las latinas", concluye Arellano. "Por eso, nosotros queremos comenzar con esa nueva tradición de Poder Quince a la edad de los 15 años, para que ellas sepan la importancia de participar en las elecciones y así comenzar una nueva tradición para que ellas, la mamá, el papá, las abuelitas, los tíos empiecen a darse cuenta del poder que tenemos y cómo podemos utilizarlo en las urnas".

El discurso

A las 11:30 de la noche, ya Kimberly había llorado tras bailar recostada en el pecho de su padre 'Es mi niña bonita', del cantante mexicano Vicente Fernández; su papá cerró ese momento con un beso en la frente de su hija. También había abrazado a su madre en la pista mientras sonaba la versión de la 'Ley del amor', de Fernando Ibarra, que la propia Mary Ann grabó días antes al confesar que le hubiera encantado cantársela en vivo, pero que no lograría contener las lágrimas.

Kimberly también había bailado con su cortejo un popurrí de canciones latinas, había sido aplaudida sin parar por sus invitados, muchos en botas vaqueras y orgullosos de llevar su sombrero; su madrina le había cambiado el cintillo de brillantes por una corona que se dejó el resto de la fiesta; su abuela paterna le había dado su última muñeca; y su tía, sus zapatillas de tacón. Y entonces llegó la hora del discurso.

"Gracias a todos por estar aquí y por ayudar en mi crianza durante estos 15 años. Ha sido increíble", dijo la quinceañera. "Quiero llamarlos a todos a que se registren para votar. Hagamos que nuestras voces sean escuchadas para hacer la diferencia. En estos tiempos es muy necesario que nuestras voces sean oídas, por eso quiero motivarlos a que voten y se registren para votar", prosiguió, mientras su madre le susurraba ideas en el oído. Hubo aplausos y entonces Mary Ann tomó el micrófono: "Es extremadamente importante que levantemos nuestras voces a través del voto (...) No queremos que este presidente nos siga gobernando", agregó. Su padre cerró diciendo: "El futuro está aquí", al referirse a los jóvenes , y todos levantaron las copas para brindar.

Más temprano en la casa y luego en la fiesta, la madre no paraba de repetir lo orgullosa que se sentía de su hija por esas palabras: "El día de tu quinceañera es un día en que la niña dice: 'Todo este día es para mí, para mí solita, para ser feliz, para lucirme en un vestido' (...) A ella lo que le hace feliz es saber que la voz de ella y de ellos se escuche porque ella sabe la importancia de la comunidad, de estar juntos".

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