Candidato antiinmigrante apoyado por Trump lidera por un puñado de votos la primaria republicana en Kansas

La misma noche en que la elección especial en Ohio demostró ser demasiado justa para arrojar un resultado definitivo y contundente, la elección primaria republicana para gobernador de Kansas también estuvo muy competida entre Kris W. Kobach, un halcón conservador con un discurso duro antiinmigrante que es apoyado por Donald Trump, y el gobernador Jeff Colyer.
Con el 94.8% de los votos escrutados, Kobach obtenía el 40.7% con 121,203 votos y su rival, Colyer, alcanzaba el 40.5%, con 120,662; apenas 541 votos de diferencia.
Kobach, secretario de estado de Kansas desde 2010 a quien Trump apoyó, es conocido por sus no demostradas teorías sobre el fraude electoral masivo y su posición radical contra la inmigración de personas indocumentadas.
Él fue el autor de la idea de la "autodeportación" que propuso el candidato presidencial republicano Mitt Romney, el mismo concepto que muchos expertos consideran le costó el voto latino en la elección de 2012.
En abril de 2016, el aspirante republicano detalló un plan para que México pague por el muro prometido por Trump, bloqueando los 20,000 de dólares en transferencias que envían cada año los mexicanos radicados en Estados Unidos a sus familiares en otros países, lo que generó una ola de inquietud tanto en los inmigrantes como en las empresas dedicadas al comercio bilateral.
Poco antes de la una de la mañana de este miércoles, cuando todavía los resultados no arrojaban un ganador definitivo en la primaria republicana, Kobach envió a sus partidarios a casa desde el comando de campaña instalado en la ciudad de Topeka, a la espera de números más sólidos.
La noche se alargó todavía más con el recuento de votos en el condado de Johnson, en los suburbios de Kansas City, hogar de más de 500,000 personas y en el que se estaban utilizando nuevas máquinas de votación. Ahí Colyer llevaba la delantera sobre Kobach.
Colyer, un conservador que genera menos división, pero también menos conocido que Kobach, ascendió al cargo más alto del estado a principios de este año, al remplazar al impopular exgobernador Sam Brownback.
El aparato republicano no se inclina por Kobach, quien ha tratado infructuosamente de probar que las denuncias de Trump sobre tres millones de votos demócratas fraudulentos en las elecciones de 2016 eran reales. Algo que hasta los gobernadores republicanos de otros estados han negado, pero que el presidente ha utilizado para justificas -sin pruebas- por qué perdió en voto popular.
Una victoria definitiva de Kobach demostraría una vez más la capacidad de Trump para influir en las primarias republicanas, pero también abre una rendija en las elecciones generales para los demócratas, actualmente excluidos del poder en la profundamente republicana Kansas, que creen que pueden movilizar a los votantes que se oponen a las políticas estridentes del conservador y potencialmente ganar la gobernación y dos o tres escaños en el Congreso.
Sea quien sea que resulte ganador en el lado republicano, los demócratas ya tienen una candidata a gobernadora por el estado: la veterana senadora estatal Laura Kelly, de Topeka, quien derrotó el martes al exalcalde de Wichita Carl Brewer, al exsecretario de Agricultura de Kansas Joshua Svaty y a otros dos candidatos.
Kelly, de 68 años de edad, ha servido 14 años en el Senado y es la principal demócrata en el comité de presupuesto. Hizo hincapié en esas credenciales al postularse y sugirió que era la persona más capacitada para solucionar los problemas que, en su opinión, han creado las políticas republicanas.