La legalización de la marihuana divide a los latinos en Arizona, California y Nevada

Cuando Cristina Alfonso-Zea, de 30 años, dejó el Ejército en 2010 tras varios períodos de servicio en Afganistán e Irak, su vida cambió drásticamente. La residente de Las Vegas, Nevada, sufrió un debilitante trastorno de estrés postraumático, se volvió adicta a las drogas y trató de suicidarse cuatro veces. "Ya no era yo misma", comenta.
Pero entonces descubrió la marihuana medicinal y la ayudó tanto que comenzó su propia organización para ayudar a otros veteranos a tratar su TEPT con cannabis. "He sufrido mucho", dice, ahora "puedo mostrarles a otras personas que pueden vivir una vida normal".
Alfonso-Zea es una de los muchos latinos que van a votar el 8 de noviembre a favor de facilitar el consumo de marihuana.
Actualmente, la marihuana es legal para el uso recreativo en Alaska, Colorado, Oregon, Washington y el Distrito de Columbia, mientras que otros 25 estados permiten su uso medicinal.
En esta elección, los votantes en cinco estados -Arizona, California, Maine, Massachusetts y Nevada- decidirán sobre la legalización de la marihuana para uso recreativo. Arkansas, Florida y North Dakota votarán sobre la legalización de la marihuana medicinal, mientras que Montana votará para facilitarles a los médicos prescribir la marihuana medicinal.
En tres estados en particular, California (donde los latinos son el grupo étnico más grande), y Arizona y Nevada (donde los hispanos representan casi un tercio de la población), los hispanos podrían tener un impacto decisivo sobre la legalización.
Pero la comundiad latina está dividida sobre el asunto; y también lo están sus votos.
Opiniones divididas
En Nevada, el 48% de los latinos se opone a la legalización contra el 47% que la apoya y en Arizona, el 49% está a favor de la legalización contra el 42% que se opone, según los resultados de una encuesta de Univision realizada en septiembre por Bendixen & Amandi International y The Tarrance Group.
En California, sin embargo, una proporción mayor de latinos se muestra favorable a la legalización: una encuesta del Institute of Governmental Studies de la Universidad de California en Berkeley realizada en agosto reveló que el 69% de los latinos apoya la legalización.
A nivel nacional, el apoyo a la marihuana legal está en aumento: alrededor del 60% de los estadounidenses piensa que la marihuana debería ser legal, en comparación con sólo un 36% en 2005, según Gallup. El apoyo a la legalización es mayor entre los millennials y los independientes (este año, casi la mitad de los votantes latinos elegibles son millennials).
Alfonso-Zea asegura que ella ha visto cómo la cuestión ha dividido a los hispanos. "La comunidad latina tiene muchísimo interés en eso", señala. "Todo tiene que ver con la exposición, con el aprendizaje y con tener esa vía de comunicación. Muchos hispanos están mal informados".
En muchos casos, hay un estigma asociado con la droga y los latinos, especialmente entre los mexicano-americanos. Además, la iglesia católica también ha expresado su oposición.
"En nuestras mentes, la marihuana se asocia con algo negativo; hay un prejuicio contra la marihuana, que para muchos es una droga perjudicial", destaca Claudia Noriega-Bernstein, portavoz de la campaña Regular la Marihuana como el Alcohol en Nevada. "Tenemos la experiencia que hemos vivido en nuestros países y nos hace dudar".
Se trata del dinero
Los defensores de la legalización de la marihuana con frecuencia resaltan uno de los principales beneficios: el dinero.
Los defensores de la legalización suelen señalar a Colorado como ejemplo, donde las ventas de marihuana han generado 1,000 millones de dólares, aparte de suponer 135 millones de dólares en ingresos fiscales y unos 10,000 empleos.
"Realmente estamos perdiendo una gran cantidad de ingresos para crear empleos, nuevas empresas y generar ingresos fiscales para las escuelas", incide Carlos Alfaro, director de políticas del Marijuana Policy Project para Arizona, una organización nacional que aboga por la reforma de las leyes sobre la marihuana. "Todo ese dinero va a los cárteles de la droga y a los traficantes de drogas ilegales en nuestras comunidades".
Si bien el estado se ubica entre los más bajos de la nación en términos de financiamiento de la educación, los defensores del 'sí' en Arizona argumentan que la medida generaría 55 millones de dólares para las escuelas públicas.
Los defensores de la legalización en Nevada dicen que el estado podría ganar más de 150 millones de dólares para la educación entre 2018 y 2024, generando más de 6,000 empleos y recaudando unos 464 millones al año en impuestos.
California podría generar 1,000 millones de dólares al año en ingresos fiscales procedentes de la marihuana, afirman los defensores de la legalización. También podría crear 20,000 empleos y 4,200 millones de dólares en negocios, si el estado se convierte en un centro importante para la industria de la marihuana, según un estudio realizado por la Universidad del Pacífico en Stockton en octubre de 2016 (la investigación fue encargada por la compañía de inversiones en cannabis Truth Enterprises).
En lo que ambas partes pueden coincidir: justicia social
Hay consenso entre partidarios y opositores de la legalización en un aspecto de este embrollo de la marihuana: el elevado número de arrestos y encarcelamientos por marihuana de las minorías debe detenerse.
Hay unas 574,000 detenciones por posesión de marihuana cada año en Estados Unidos, según el FBI. Las personas de color suelen ser el objetivo en un porcentaje mayor que las de raza blanca; aunque los datos federales sobre los latinos son muy difíciles de conseguir, los negros son arrestados por marihuana a una tasa casi cuatro veces mayor que la de las de raza blanca.
"Para nosotros esta iniciativa no se trata de la legalización de la marihuana; se trata de la regulación de un producto que existe en nuestras comunidades", comenta Armando Gudino, encargado de Políticas de la Drug Policy Alliance en California.
Los defensores de la legalización aseguran que reorientará valiosos recursos, ya que este tipo de aplicación es cara: la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles calcula que hacer cumplir las leyes sobre la marihuana cuesta unos 3.6 millones de dólares al año.
"Lo que tenemos ahora es un sistema que afecta desproporcionadamente a las comunidades de color", dice Gudino. "Veremos que ya no se arrestará una cantidad considerable de jóvenes". Además, señala, los californianos actualmente en prisión por cargos de marihuana podrán solicitar libertad anticipada.
La lucha contra los cárteles
Para los latinos, quitarles el poder a los poderosos carteles de drogas que provocan la violencia en sus países de origen sería una ventaja más de la legalización; y sus defensores afirman que la legalización reducirá las ganancias de los cárteles.
"¿[La legalización] está dañando a los cárteles? Sí", comenta a Vice el exagente federal Terry Nelson. "Los cárteles son organizaciones criminales que estaban generando entre un 35% y un 40% de sus ingresos del tráfico de marihuana. Ahora ya no pueden mover tanto cannabis dentro de Estados Unidos".
Por ejemplo, en Sinaloa, México, los agricultores de marihuana han dejado de sembrar debido a la caída de los precios, informó el Washington Post. Y un informe de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos mostró una disminución del 23% en el tráfico de marihuana en la frontera en 2014.
Pero algunos expertos dicen que los cárteles simplemente han cambiado su estrategia y se han trasladado a Colorado.
"Usted no tiene que traer el producto a través de la frontera para cultivarlo más cerca de los clientes y ahorrar en la distribución", asegura Jeffrey Zinsmeister, vicepresidente ejecutivo de Smart Approaches to Marijuana (SAM), un grupo que aboga contra de la legalización de la marihuana. "Lo que se ve en cambio es que en lugar de un desplazamiento del mercado clandestino, se establece en paralelo … Sienten que pueden hacer su trabajo más abiertamente".
A comienzos de este mes, funcionarios de Colorado incautaron más de 4 millones de dólares en plantas de marihuana en una propiedad privada que se presume está vinculada a un cártel mexicano, la cuarta operación de ese tipo desde 2012, informó el Denver Post.
No en mi patio trasero
Para algunos latinos, la legalización de la marihuana es una cuestión tipo 'no en mi patio trasero'. "Muchos estadounidenses no quieren ver anuncios de marihuana en la televisión o en tiendas de plantas cerca de donde sus hijos van a la escuela", señala Zinsmeister.
Esto es especialmente cierto dado que las comunidades con minorías de bajos ingresos se han convertido en los sitios de cultivo y venta de marihuana en lugares como California y Colorado.
"Están tratando de cultivar y vender [marihuana] en los barrios latinos para que los blancos puedan venir y comprar y drogarse", afirma Hector Barajas, un estratega republicano de California y portavoz de No on 64.
Incluso antes de la votación sobre la legalización, dispensarios y centros de producción de marihuana ya son una realidad en California. Pero las comunidades hispanas no siempre son felices cuando son elegidas para albergar estos negocios. En septiembre, decenas de latinos protestaron en Maywood, en el sureste de Los Ángeles, en contra de la apertura de un dispensario de marihuana (el ayuntamiento finalmente aprobó la apertura). "¡Nuestras comunidades pagarán para que los gringos se droguen!", decía el letrero de un manifestante.
"Los latinos ya tenemos suficientes problemas que enfrentamos en nuestra comunidad: la pobreza, los malos ejemplos, las pandillas y la violencia; esto parece algo más que podríamos añadir a la lista", indica Barajas.
Otro motivo de preocupación es la salud pública. Las hospitalizaciones provocadas por marihuana en Colorado aumentaron de 803 por cada 100,000 personas entre 2001 y 2009 a 2,413 por cada 100,000 personas después de la legalización, según el Departamento de Salud Pública de Colorado. En Washington, los choques fatales que involucran conductores que consumen marihuana recientemente se han duplicado con creces de 2013 a 2014, después de la legalización.
¿Quién se beneficiará?
Después de la legalización en varios estados, aún no está claro cuánto se han beneficiado las minorías, especialmente los empresarios.
"Los blancos están preparándose para conseguir esto", destaca Felicia Carbajal, una educadora y activista de cannabis, en una asamblea pública en agosto en Gardena, California. "Si no participamos junto a ellos, no vamos a cosechar los beneficios, y somos los más afectados por la guerra contra las drogas".
Los que se oponen a la legalización también dicen que temen el surgimiento de "grandes compañías de marihuana", similares a las compañías de cigarrillos, y que los pequeños productores queden en desventaja.
"Ya existe una industria que está actuando como la industria del tabaco", comenta Zinsmeister. "Está reuniendo poderosos grupos de presión en estados donde se ha legalizado".
En Nevada, donde la marihuana medicinal es legal, cuesta decenas de miles de dólares obtener una licencia de dispensario.
"Si analizamos la iniciativa en la boleta electoral, les da carta blanca sin precedentes a las personas que entrarían al mercado aquí en Nevada para hacer lo que quieran y limitar la competencia de los pequeños productores", opina René Cantú, un portavoz de SAM para la campaña del No en Nevada. "Es prohibitivo para cualquiera que sea un pequeño inversionista o empresario".
Pero en California, donde el mercado ya es grande y creciente, la legalización podría brindar nuevas oportunidades, como la famosa industria del vino del estado.
Aunque los latinos se ven afectados de forma desproporcionada por el acceso a recursos, préstamos y capital, es probable que más de ellos entren en la industria, señala Gudino, apuntando a un creciente número de hispanos en la industria del vino. "Ya no se permite excluir a las comunidades de color fácilmente", dice.