Las muertes por sobredosis de opioides llegan a cifras históricas en EEUU

Las muertes por sobredosis de drogas han alcanzado un pico histórico: se estima que 62,497 personas fallecieron por esta causa en 2016, lo que representa un aumento de 19% con respecto al año anterior.
La cifra proviene de un exhaustivo trabajo de investigación del diario The New York Times en el que se analizó la data de los departamentos de salud de cada estado (e informes de las morgues, en su defecto) para calcular las defunciones por consumo de opioides.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfrermedades (CDC por sus siglas en inglés) no presentarán los números oficiales sino hasta diciembre, pero ya estas proyecciones (que Robert Anderson, jefe de estadísticas de mortalidad de los CDC cataloga como “razonables”) arrojan resultados alarmantes y se cree que la tendencia se repetirá en 2017. “Es el único aspecto relacionado con la salud de los estadounidenses que está empeorando significativamente”, declaró al NYT, Tom Frieden, ex director de los CDC.
Dos millones de estadounidenses padecen de adicción a los opioides según el National Survey on Drug Use and Health de 2015.
El auge de potentes sustancias como el fentanilo y el carfetanil, un tranquilizador de elefantes más fuerte que la heroína, ha incrementado sustancialmente la cifra de muertes por sobredosis.
En estados como Maryland, Florida, Pennsylvania y Mayne, donde el consumo de este tipo de opioides es mayor, se han reportado más decesos. En Ohio el repunte en las muertes por sobredosis alcanzó un 25%, el más alto de todos.
En contraste, aquellos estados más hacia el oeste, donde prevalece el uso de la heroína tipo alquitrán negro (una sustancia pegajosa), las muertes no han aumentado, reporta el NYT citando al experto Dan Ciccarone, profesor de la Universidad de California.
El aumento en las muertes por sobredosis parece ser una epidemia mundial. Ayer, el Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicciones informó que por tercer año consecutivo estas han aumentado: hubo 8,441 decesos en 2016, un 6% más que el año anterior, reportó AFP. Un porcentaje todavía bastante menor al que proyecta el análisis del New York Times para Estados Unidos.