En su primera visita a la zona rural en Sonora, donde tres madres y seis niños de la familia LeBarón perdieron la vida en un aparente ataque del crimen organizado el 4 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno ya tiene información para esclarecer esa masacre.
“Ya es tiempo de enfrentar esta crisis”, piden los LeBarón a AMLO en el lugar donde ocurrió la masacre
Por segunda ocasión el presidente López Obrador se reunió con familiares de las nueve personas masacradas en el norte de México hace dos meses. Al momento han sido detenidas nueve sospechosos. El mandatario dijo que confía en que este caso no quedará impune.

“En este caso se iniciaron las investigaciones y se actuó desde los primeros días (…) y se tiene información que ha ayudado a la Fiscalía General (FGR) a esclarecer los hechos y llegar con los responsables”, dijo López Obrador sin dar más detalles de las averiguaciones, tras una reunión con los familiares de los asesinados en La Mora hace dos meses.
A decir del mandatario, este no será otro caso impune en su país, que cerró el 2019 con más 30,000 homicidios, uno de los años más sangrientos desde que se tenga registro.
Pero los LeBarón dijeron después del encuentro con el presidente -el segundo desde el 2 de diciembre- que no piensan bajar la guarda y subrayaron que por el momento solo han sido detenidos nueve sospechosos (dos de los cuales fueron arrestados en Estados Unidos) de una lista con más de 40 personas identificadas por la FGR.
“Ya es tiempo de enfrentar esta crisis y unirnos para verdaderamente lograrlo. Este problema de violencia no solo nos está arrebatando más de 33,000 vidas al año, nos está haciendo perder oportunidades económicas que afectan a millones de personas”, lamentó Bryan LeBarón, primo de una de las víctimas, Ronhita LeBarón, en un discurso que leyó ante el presidente mexicano este domingo.
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Al término del acto público, la familia LeBarón regresó al lugar donde ocurrió la masacre. Allí colocaron una ofrenda floral y criticaron que el gobierno ha hecho poco para detener la violencia.
“Después de dos meses quisiera poder decirles que hoy las cosas han mejorado, que no han pasado más tragedias desde entonces; pero desgraciadamente es todo lo contrario. La violencia sigue: doce policías fueron levantados y asesinados una sola semana el mes pasado, otro ataque violento ocurrió el 30 de noviembre en Villa Unión, Coahuila, dejando por lo menos 23 muertos…”, enumeró Bryan LeBarón.
Las autoridades creen que la lucha territorial entre los grupos criminales La Línea y Los Salazar estaría vinculada a la masacre. Esta familia, que es parte de una comunidad mormona binacional integrada por unas 5,000 personas que viven en ambos lados de la frontera, también se ha reunido con congresistas estadounidenses.
El asesinato de tres madres y seis niños de la familia LeBarón empañó el primer año de gobierno de AMLO, al sumarse a una seguidilla de actos en los que se desató la violencia, como el desastroso operativo en Culiacán, Sinaloa, en el que se capturó y liberó a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
Para algunos mexicanos y expertos, ambos hechos violentos ayudan a ilustrar los notables fallos en la estrategia de seguridad que AMLO ha llamado "abrazos, no balazos": asesinatos en territorios con muy poca presencia de las fuerzas de seguridad que son a su vez disputados por grupos criminales vinculados a cárteles, o en lugares donde la incipiente Guardia Nacional es superada por los delincuentes.













