null: nullpx
Logo image
Asaltos y Robos

Cómo el robo de esta pieza de auto se volvió un negocio multimillonario

Más de 14,000 convertidores catalíticos fueron robados en 2020, el triple que el año anterior, según las aseguradoras de autos. La semana pasada la Fiscalía federal impuso cargos a una banda que ganó más de 21 millones de dólares con estas piezas robadas.
Publicado 2 Feb 2022 – 05:52 AM EST | Actualizado 2 Feb 2022 – 12:18 PM EST
Comparte
Cargando Video...

Todo comenzó con robos esporádicos que ocurrían durante la noche en ciertos barrios. La mañana siguiente, al encender el motor del auto y escuchar un ruido inusual, la víctima se enteraba que habían cortado el convertidor catalítico. Las autoridades de todo el país notaron cómo paulatinamente fueron subiendo las denuncias, así como los arrestos relacionados con ese delito.

Pero llegó la pandemia y los casos se dispararon. Solo en 2020 las aseguradoras registraron 14,433 reportes de este tipo, un aumento del 325% en comparación con el año anterior, según las cifras más recientes del Buró Nacional de Crímenes contra Aseguradoras (NICB).

El problema es incluso mayor, señala la NICB, ya que muchos conductores no denuncian para evitar que sus pólizas de seguro aumenten o porque no están protegidos financieramente para estos incidentes.

Los convertidores catalíticos están conectados al sistema de escape del auto. Su apariencia es la de un pequeño silenciador que se encuentra en la parte inferior del coche. Los ladrones están interesados en estos porque contienen metales valiosos que ayudan a reducir los gases peligrosos para el medio ambiente que produce un motor y cuyo valor ha subido en poco tiempo.


Una onza de rodio, uno de los metales en esa pieza automotriz, cuesta unos 13,000 dólares y en marzo de 2021 llegó a valer 27,000 dólares. El paladio, otro componente, se vende a 2,000 dólares por onza y el año pasado estaba en casi 3,000 dólares. Mientras que el platino cuesta 1,000 dólares por onza, esto es unos $266 menos que durante la primavera de 2021.

Las recicladoras pagan a los ladrones entre 50 y 250 por pieza, que cortan en cuestión de segundos. El que ahora estén robando en volúmenes más grandes ha incrementado sus ganancias. También provocó que la pieza se venda por entre 800 y 1,200 dólares en el mercado y que suban las pólizas de seguro.

Eso no ha sido lo peor: varias personas han sido atacadas en años recientes al tratar de impedir los robos. Uno de los casos más recientes es el de un hombre de Long Beach, California, que recibió un disparo después de enfrentar a personas que intentaban cortar el convertidor catalítico del vehículo en el que dormía. Lo despertó el sonido de la sierra eléctrica.

La Policía de San José, en el norte de California, advirtió en diciembre pasado, luego de arrestar a 15 personas en un operativo y recuperar 1,000 convertidores catalíticos, que estos robos se han vuelto cada vez más descarados y que los sospechosos suelen estar armados por si alguien los enfrenta.

También los ladrones han pagado las consecuencias de sus acciones: un hombre de Carolina del Norte murió aplastado por un Toyota Prius que levantó con un gato automotriz para serruchar la pieza. Ocurrió a finales de 2021. La Policía cree que durante el corte el vehículo se zafó y le cayó encima.

“Hemos visto un aumento significativo durante la pandemia. A medida que aumenta el valor de los metales preciosos contenidos en los convertidores catalíticos también aumenta el número de robos de estos dispositivos”, dijo David Glawe, director ejecutivo del Buró Nacional de Crímenes contra Aseguradoras (NICB), en un comunicado enviado a Univision Noticias.

“Existe una conexión clara entre los tiempos de crisis, los recursos limitados y la interrupción de la cadena de suministro que impulsa a los inversores hacia estos metales preciosos”, agregó.

El modus operandi de una banda

Este delito alcanzó su punto a finales de enero, cuando el Departamento de Justicia (DOJ) interpuso por primera vez cargos federales contra siete personas que supuestamente vendieron piezas robadas en una operación interestatal con la que ganaron una fortuna de manera ilícita.

La acusación menciona que en este esquema una de las empresas mencionadas por la Fiscalía federal obtuvo más de 21 millones de dólares entre diciembre de 2019 y octubre de 2021.

Sus presuntos cómplices compraban convertidores catalíticos de los desguaces o recorrían vecindarios tranquilos para robarlos de los autos estacionados en las calles y en entradas de cocheras. Este caso cayó en manos de los fiscales federales porque involucró una conspiración para transportar las piezas automotrices entre estados.

Evan Marshall, de 24 años, ha sido señalado como el líder de esta célula criminal. Según el gobierno, él y sus asociados eran parte de un “negocio multimillonario” que utilizó una empresa fachada de Missouri que decía dedicarse a la compra, venta y transporte de convertidores catalíticos adquiridos legalmente.

Otra compañía de Arkansas comenzó a comprarle las piezas robadas a Marshall y, a su vez, las vendió a otra firma del mismo estado por 3.2 millones de dólares del 4 de diciembre de 2019 al 14 de julio de 2020. Y este tercer negocio las ofreció a otro en Missouri. De esa sociedad comercial, el comprador directo de Marshall ganó más de $18 millones hasta octubre de 2021, según la acusación.


El esquema de Marshall se conoció cuando un agente encubierto le vendió convertidores catalíticos por 1,030 dólares el 5 de julio de 2021, describen documentos judiciales.

Las autoridades ejecutaron una orden de cateo en la residencia de Marshall y confiscaron 67 armas de fuego y $125,000 en efectivo. Los fiscales alegan que el acusado se enteró un día antes que la policía registraría su domicilio, sacó 197 convertidores catalíticos de su casa y los escondió en otro sitio.

Al menos cuatro personas ayudaban a Marshall a robar las piezas. Todos enfrentan cargos de conspiración para transportar propiedad robada a través de las fronteras estatales. Marshall también está acusado de posesión de un arma de fuego no registrada, una escopeta Springfield calibre .410 con cañón corto sin número de serie, que la policía encontró en su vivienda.

“La actividad criminal organizada como esta es extremadamente costosa para las víctimas, los contribuyentes y la economía en general”, dijo en un comunicado Katherine Greer, agente cargo de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Missouri, que participó en el operativo.

“A menudo este tipo de delitos financia empresas criminales más grandes y atroces que ponen a la comunidad en mayor riesgo”, advirtió Greer.

Otro caso reciente desconcertó a las autoridades. Es el de Anthony Spivey, exjefe de la Policía de Chadbourn, en Carolina del Norte, quien a finales de enero fue acusado de robar convertidores catalíticos en un taller mecánico, lo que se suma a docenas de cargos relacionados con tráfico de drogas y malversación de fondos del departamento que dirigió.

Por las acusaciones más graves, Spivey fue arrestado en abril de 2021 y acusado de más de 70 delitos. Los fiscales alegan que ingresaba sin autorización al laboratorio del departamento para robar narcóticos, miles de dólares en efectivo y armas de fuego. También se habría quedado con parte de los 8,000 dólares que estaban destinados para los familiares de una persona que murió de leucemia en 2019.

Los autos más buscados

Si bien cualquier vehículo puede ser objetivo del robo de convertidores catalíticos, los camiones grandes y los de reparto de mercancía son los más afectadas, porque su altura facilita el corte de los dispositivos.

El auto compacto que más buscan los ladrones es el Toyota Prius, ya que el diseño de su sistema híbrido retrasa el desgaste de la pieza y así vale más en el mercado negro.

En 2021, 26 estados propusieron proyectos de ley para tratar de frenar esta actividad delictiva. En esa lista están Alabama, Arkansas, Georgia, Hawaii, Illinois, Indiana, New Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Texas y Virginia.

Robos de convertidores catalíticos: una iniciativa estatal para frenarlos

El asambleísta californiano Al Muratsuchi presentó el lunes una iniciativa pidiendo que se prohíba a las recicladoras comprar o recibir un convertidor catalítico de cualquier persona que no sea una empresa comercial o el propietario del vehículo del cual se extrajo. Además, exigiría que estas mantengan un registro escrito de la marca, modelo y el año del auto del que se cortó el dispositivo.

La ley estatal vigente pide a las recicladoras que tengan durante al menos dos años un registro escrito con información sobre la transacción, el monto pagado, el número de identificación del convertidor catalítico (si lo tiene) y el del coche del cual se obtuvo.

Estas son algunas recomendaciones que se hacen para evitar este tipo de robos:

✔ Instale un dispositivo antirrobo de convertidores catalíticos, los cuales se venden en el mercado.

✔ Los camiones pesados deben estacionarse en una zona cerrada, segura, bien iluminada y con alarma.

✔ Estacione los vehículos personales en un garaje.

✔ Si deja sus autos en la entrada de su cochera considere instalar luces de seguridad con sensor de movimiento.

✔ No confronte a los ladrones. Llame a la policía para denunciar que fue víctima de robo.

✔ Vaya a eventos donde colocan en los convertidores catalíticos el número de identificación del coche. Algunos los realiza la policía y son gratuitos.

Loading
Cargando galería
Comparte

Más contenido de tu interés