Cuando el doctor Juan Antonio Salas concluye su turno -a veces de 36 horas- en las salas de covid-19 de dos hospitales de la Ciudad de México, su trabajo no termina. El joven de 25 años entiende que los efectos de la pandemia suelen persistir después de que un paciente es dado de alta, por lo que decide acompañar a quienes ha visto volver a sus casas tras superar al virus.