Los vehículos autónomos acelerarían las evacuaciones por huracanes

En el futuro, podríamos tener un plan de escape automatizado y menos vulnerable al tráfico.

Autos evacuando en las cercanías de Orlando, Florida.
Autos evacuando en las cercanías de Orlando, Florida.
Imagen GREGG NEWTON/AFP/Getty Images

Las lluvias históricas traídas por el huracán Matthew fueron las primeras de múltiples obstáculos que enfrentaron millones de personas evacuadas en Florida, Georgia y las Carolinas hace unos días. Las vías fueron obstruidas por riadas a nivel del pecho y arboles caídos. Las estaciones de gasolina se quedaron sin combustible. Y el tráfico quedó embotellado por millas a lo largo de carreteras interestatales a medida que las aguas crecidas aparentemente inundaron a decenas de miles de casas.

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La mayoría llegaron a zonas seguras gracias a órdenes de evacuación, procedimientos de emergencia bien planeados y los administradores cambiando sendas para mover un exceso de vehículos (usando el contraflujo). Pero las vías aún fueron letales para algunos conductores y otros ni siquiera salieron de las puertas de sus casas. Los estragos de muerte del huracán Matthew ahora suman un total de 46 personas.

¿Podrían haberse salvado vidas si los evacuados no tuvieran que manejar para huir del huracán? Dadas las capacidades a las que los fabricantes de autos rápidamente están llegando a implementar con la tecnología de los vehículos autónomos, no se trata de especulación ociosa: el Departamento de Transporte Estadounidense ha estado estudiando como las comunicaciones ente autos —un aspecto crítico del futuro de autoconducción que se espera que se dé— quizás pueda mejorar los procedimientos de evacuación. Y la reciente orientación sobre la política federal resalta la necesidad de que los fabricantes de autos consideren cómo los vehículos autónomos quizás respondan en situaciones de emergencia.

“Hay muchas ventajas que uno puede considerar”, dice Brian Wolshon, el director fundador del Centro para la Evacuación y la Resistencia del Transporte en la Universidad Estatal de Louisiana. Primero, incluso vehículos parcialmente autónomos podrían mejorar el flujo de tráfico si hubiese suficientes de ellos. Según explica Wolshon, durante las evacuaciones las aglomeraciones densas, perturbaciones de tráfico y tiempos más lentos de reacción por parte de los humanos tienden a reducir los volúmenes por hora de tráfico en comparación de lo que observaría durante una hora pico normal. Si todos los autos estuvieron usando, por ejemplo, el autopiloto de Tesla —el cual puede acelerar y desacelerar un vehículo de manera responsiva mientras que mantiene la posición en el carril sin estar mirando a accidentes— los autos podrían moverse más cerca y a mayores velocidades, lo cual llevará a más personas a zonas seguras más rápidamente. Sin embargo, este tipo de efecto no podría darse hasta muchos años, ya que “se necesitarían un montón de vehículos con ese tipo de control para notar cualquier diferencia real en el volumen”, dice Wolshon.

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Los que sí están más cercanos a llegar son los autos “conectados”, los cuales tienen la capacidad de comunicarse con otros vehículos (la llamada tecnología “V a V”) o bien con infraestructura de trafico como semáforos y cámaras (“V a I”). Son como los primeros peldaños en la escalera que lleva a la automatización completa. En una evacuación, tales autos podrían difundir información sobre vías arrasadas por las aguas, peligros de tráfico y rutas alternativas. Esto podría proteger a los conductores y mantener al tráfico fluyendo. “Si los autos les están dando datos estratégicos a los conductores sobre las rutas a tomar, entonces hay una mejor utilización de la red de vías”, dice Wolshon. Los vehículos conectados también podrían obtener avisos sobre recursos cercanos como alimentos, albergue, gasolina y servicios médicos.

Vehículo Autónomo de Google
Vehículo Autónomo de Google
Imagen AP

Los verdaderos autos totalmente autónomos probablemente no se verán hasta una década o más en el futuro, pero tales vehículos podrían revolucionar las evacuaciones. Imagina una flota de camiones robóticos, autobuses y vehículos especializados que navegan terreno peligroso para llevar suministros, recoger a los evacuados y hasta realizar viajes de rescate, todo sin poner en peligro a conductores humanos (o sin hacer trompos en las calles sumergidas, tal como hizo este idiota en la Florida hace un par de semanas).

Quizás nadie sacaría mayor provecho de este tipo de tecnología que las poblaciones que son más vulnerables durante inundaciones, huracanes y otros desastres. Algunos de los peores estragos del huracán Matthew se dieron en vecindarios extremadamente pobres, los cuales tienden a tener índices más bajos de personas que son dueños de autos. Lo mismo sucedió cuando el huracán Katrina, cuando la gente más pobre de Nueva Orleans se dejó atrás porque no podían salir manejando. De manera parecida, las personas que no pueden manejar debido a su edad o limitaciones médicas con frecuencia se encuentran luchando por obtener asistencia cuando tienen que abandonar a sus casas, especialmente cuando se considera que 35 de las 50 ciudades más grandes del país carecen de cualquier tipo de protocolos de evacuación completos para las personas que no tienen autos. Así lo indica John Renne, quien dirige el Centro para Soluciones Urbanas y Ambientales en la Universidad Florida Atlantic y quien es un experto en la evacuación de poblaciones que no tienen autos. ¿Pero qué sucedería si los vehículos autónomos iría y regresarían para recoger a estas personas? “Los vehículos autónomos podrían ser una herramienta increíble para asegurar básicamente que la gente que no tiene carros puedan ser evacuadas por sí solas sin tener que depender del gobierno”, dice Renne.

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Hay obstáculos para la ejecución eficiente de tales operaciones de emergencia. Raj Rajkumar es el director del Centro de las Tecnologías para el Transporte Seguro y Eficiente en la Universidad Carnegie Mellon. Rajkumar señala que las oportunidades de poner a prueba tecnologías automatizadas bajo condiciones anormales son escasas, por lo que los autos serían menos confiables en situaciones de emergencia. “Además, es bajo condiciones difíciles como desastres naturales o artificiales cuando las cosas se ponen caóticas y la gente puede comportarse de manera atípica o altruista”, escribe en un correo electrónico. “El software en los vehículos autónomos quizás no esté programado o capaz de lidiar con esas circunstancias atenuantes”. Además, existe otra complicación potencial para usar los vehículos autónomos en tiempo extremo: al igual que los humanos, las tecnologías actuales de sensores aún tienen dificultades para lidiar con lluvias fuertes o nieve.

Sin embargo, resulta difícil pasar por alto las ventajas potenciales que ofrecen los vehículos autónomos en situaciones tenebrosas. Después del huracán Katrina, Nueva Orleans creó el Plan de Evacuaciones Asistidas por la Ciudad. En caso de un huracán grande, autobuses operados por el estado recogen a los residentes que no pueden transportarse fuera de peligro en lugares designados para la evacuación. El programa ha resultado ser efectivo cuando se le ha puesto a prueba durante tormentas subsecuentes. Pero a medida que el cambio climático hace que las tormentas sean más frecuentes y severas, las ciudades tendrán que adaptarse para mantener los servicios de emergencia sostenibles, dice Kali Rapp Roy, la directora ejecutiva de Evacuteer, una organización sin fines de lucro que ayuda con las evacuaciones. “Aquí en Louisiana, somos afectados por mucho más que sólo las tormentas que tienen nombre”, dice. “Si tuviéramos autobuses autónomos de la ciudad, eso sería increíble”.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.