La brigada de ciudadanos que está 'tomando' las paradas de autobuses de Atlanta

En una ciudad con un transporte público históricamente deficiente, la organización MARTA Army está adoptando paraderos y consiguiendo fondos para mejorar las instalaciones.

Una parada 'adoptada' por el MARTA Army.
Una parada 'adoptada' por el MARTA Army.
Imagen Adam Shumaker/MARTA Army

El 8 de noviembre los votantes de Atlanta abrumadoramente aprobaron la expansión más grande del transporte público que ha visto la capital de Georgia en décadas. A lo largo de los próximos 40 años, ingresos de impuestos adicionales a las ventas financiarán 2,500 millones de dólares para una expansión del sistemas de trenes y autobuses de la Autoridad Metropolitana de Atlanta para el Transporte Público Rápido (MARTA por sus siglas en inglés), así como 300 millones de dólares para mejorías en infraestructura para peatones y ciclistas. Esta gran infusión de fondos promete ser transformadora.

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También representa un retorno algo improbable para el transporte público en una región con problemas con el mismo. Atlanta ha crecido rápidamente y sus residentes adoran a sus autos: un 80% de la gente que viaja a sus trabajos a diario lo hacen solos. En 2012 los votantes rotundamente rechazaron una propuesta para un impuesto a las ventas de 8,500 millones de dólares que era para mejorías en el transporte regional. Con nada de subvenciones estatales para las operaciones de MARTA y con residentes suburbanos históricamente desinteresados en apoyar al transporte público, durante mucho tiempo Atlanta ha estado en el fondo de los rankings de ciudades en cuanto al gasto por cápita en este servicio. Y esto es fácil de notar en los años de reducciones de servicio de MARTA, los largos tiempos de espera y una infraestructura en deterioro.

Pero el cambio abrupto de Atlanta en cuanto al transporte público no sorprendió a Simon Berrebi. Es uno de los organizadores principales del MARTA Army (el Ejercito de MARTA), una organización de base con el propósito de galvanizar el apoyo local para el transporte público. “A cierto punto la gente se está dando cuenta que el excelente transporte público no caerá del cielo”, dice Berrebi. “Necesitamos empezar a apropiarnos del sistema”.

Y de esto se trata el MARTA Army. A diferencia de la típica agrupación de pasajeros o grupo defensor del transporte público en la gente habla y escribe cartas, el MARTA Army provoca el entusiasmo por los trenes y autobuses de Atlanta al ayudar a los ciudadanos a mejorarlos directamente. Su primera campaña se llamó ‘ Operation TimelyTrip’ (Operación Viaje Oportuno) y alentó a los ciudadanos a ‘adoptar’ la responsabilidad de mantener actualizados a los datos sobre paradas de autobuses. A medida que MARTA cambia sus rutas estacionales, el MARTA Army provee horarios especiales laminados en paradas especificas a los pasajeros que los piden. De tal modo pueden ayudar a los demás pasajeros a navegar fácilmente el sistema (se anuncian en afiches los nombres de personas que ‘adoptan’ a paradas para mantener sus datos actualizados).

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La segunda campaña se inauguró el 19 de octubre y está recaudando fondos para comprar botes de basura para las paradas de autobuses en East Point, un suburbio de alta pobreza ubicado al sudeste de Atlanta (la ciudad de East Point ha acordado en instalar y mantener los botes). Hasta la fecha unas 312 paradas de autobuses han sido adoptadas mediante TimelyTrip —en vecindarios a lo largo del espectro de ingresos familiares— y 5,000 dólares en donaciones han sido recaudados entre miembros de la comunidad para ‘ Operation CleanStop’ (Operación Paradero Limpio), mayormente en incrementos de 5 y 25 dólares.

Un grupo de jóvenes que han adoptado paradas de autobuses posan en un torneo local de fútbol.
Un grupo de jóvenes que han adoptado paradas de autobuses posan en un torneo local de fútbol.
Imagen Brandon English/MARTA Army

Al comunicarse con organizaciones sin fines de lucro y grupos en vecindarios, “hemos hecho un esfuerzo deliberado de interactuar con un grupo diverso de personas interesadas en el tema”, dice Berrebi. “Resulta que hay mucha gente fascinada por el transporte público”.

Dahab Hagos —residente de East Point— quizás sea uno de ellos. Siguió a su esposo a Atlanta desde Toronto hace unos años y había estado buscando maneras de mejorar al sistema menos conectado de transporte público de su nueva ciudad. A Hagos le encantó poder donar a Operation Cleanstop y ha estado activamente corriendo la voz sobre la campaña a familiares y amistades. Hablar sobre la campaña se ha convertido en una forma de conectar con vecinos de manera en que a lo mejor no hubiera hecho en caso contrario, dice. “Tan sólo cuando se considera la cantidad de donaciones, creo que se trata mayormente de personas que en otras condiciones no estaría asistiendo a los eventos comunitarios o sirviendo de voluntario”, dice. “La gente simplemente quiere ayudar a abordar los asuntos de la ciudad en una manera tangible”.

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El MARTA Army persigue sus operaciones de manera mayormente independiente de MARTA, pero la agencia le ha dado al grupo su bendición entusiasmada. Le encantaría a la autoridad de transporte poder conectar con los ciudadanos de forma en que lo ha hecho el MARTA Army, dice Ben Limmer, gerente asistente de MARTA. Pero este carece de los recursos y el personal para hacerlo. “No queremos simplificar demasiado la situación, pero estamos muy ocupados con nuestros empleos al atender a cientos de miles de personas a diario”, dice. “Entonces nos dimos cuenta en seguida de que una sociedad como ésta sería una manera sumamente impactante de mejorar y realzar la experiencia del cliente”.

Limmer hace un paralelismo entre esta relación y las otras agencias uniéndose a Uber y a Lyft para mejorar sus servicios. Los proveedores están dependiendo cada vez más de ‘socios’ para mejor atender a sus clientes, dice.

Por supuesto, esto señala las fuerzas más amplias que impulsan la necesidad de un MARTA Army en primer lugar. Las dificultades históricas de Atlanta en cuanto al financiamiento de su sistema de transporte público no son únicas: la mayoría de las agencias de transporte público en EEUU están operando con presupuestos cada vez más chicos y en muchos casos ahora se ven obligadas a depender de terceros para llenar brechas en servicios y comodidades. En el pasado las responsabilidades del MARTA Army hubieran sido las responsabilidades de MARTA, y a lo mejor aún debe ser así. ¿Los ciudadanos deben acostumbrarse a asumir responsabilidades que normalmente las asumen las agencias públicas?

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Berrebi dice que el trabajo del MARTA Army realmente se trata de motivar un contingente de personas activas que están comprometidas con el transporte público y en enseñar a MARTA cómo interactuar con ellos. Obtener financiamiento a largo plazo para el transporte público fue un paso grande para la agencia, pero sólo fue el primero, dice. Para cambiar Atlanta a un sistema de transporte público de alta capacidad, MARTA aún necesitará apoyo público local —y mucho— particularmente con un Congreso estadounidense controlado por republicanos con una postura en contra del transporte público.

“A estas alturas, la planificación centralizada recibirá toda la ayuda que pueda conseguir”, dice Berrebi. “Estamos aquí para proveer eso”.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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