El presidente electo Donald Trump basó su campaña en la crítica a los inmigrantes indocumentados y las amenazas a las ciudades que protegen sus derechos. Desde las elecciones, estas ciudades y muchas otras han alzado la voz, prometiendo apoyar a sus residentes inmigrantes, arriesgándose a perder millones de dólares en fondos federales.
Autoridad de LA: “Somos una ciudad construida por inmigrantes y vamos a garantizar que estén protegidos”
La directora de la Oficina de Asuntos de Inmigración de la ciudad habla acerca de lo que se puede esperar de la administración Trump.

Una de estas ciudades es Los Ángeles, donde uno de cada diez residentes es indocumentado. En números absolutos, el condado de Los Ángeles tiene más personas sin documentos que cualquier otro en el país. El alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, insiste que, cuando Trump asuma el cargo, la ciudad continuará apoyando a las comunidades de inmigrantes y seguirá restringiendo la participación policial en la aplicación de las leyes migratorias.
"Si el primer día como presidente, vemos algo que es hostil hacia nuestro pueblo, hostil hacia nuestra ciudad, malo para nuestra economía, malo para nuestra seguridad, vamos a alzar la voz, a desobedecer y tomar medidas", dijo Garcetti al LA Times.
Pero, ¿cómo, exactamente, Los Ángeles hará eso? CityLab se reunió con la doctora Linda López, que dirige la Oficina de Asuntos de Inmigración del alcalde, para conocer más sobre cómo la ciudad se está preparando para los próximos meses.
California, y Los Ángeles en particular, están un paso adelante del cambio demográfico en el país. ¿Podría hablarnos sobre el papel que los inmigrantes, incluidos los indocumentados, juegan en la ciudad como fuerza demográfica, cultural y económica?
California tiene una de las mayores poblaciones de inmigrantes en el país. Y en el condado de Los Ángeles aproximadamente un 35% de los residentes son inmigrantes. Un 10% de ellos son indocumentados. Así que Los Ángeles es realmente el epicentro de la población de indocumentados en el país. Nuestro alcalde ha afirmado continuamente que la ciudad de Los Ángeles es la ciudad de los inmigrantes y que esta diversidad es nuestra fortaleza.
Cuando el alcalde tomó posesión de su cargo, restableció la Oficina de Asuntos de Inmigración con el objetivo principal de integrar a los inmigrantes a la vida económica, social y cívica de la ciudad.
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Más de un 66% de la población de la ciudad es inmigrante o desciende de inmigrantes. Así que no es ninguna sorpresa que los inmigrantes desempeñen un papel tan importante, no sólo en nuestra demografía, sino también en la economía. Sabemos por investigaciones que los inmigrantes contribuyen enormemente a la economía local mediante la creación de empresas tradicionales. Los inmigrantes empresarios inician un 66% de los principales negocios. El imperativo económico es que sigamos creando oportunidades para que todos puedan tener éxito, porque [los inmigrantes] hacen importantes contribuciones a nuestro sistema tributario, a nuestras empresas y al crecimiento económico general de la ciudad.
Desde las elecciones, ¿qué opiniones ha escuchado de las comunidades de inmigrantes en la ciudad? ¿Hay sectores de la población que son particularmente vulnerables?
Tras las elecciones, vimos ansiedad y temor, especialmente entre los niños y los jóvenes. El alcalde se reunió con varios estudiantes de escuelas preparatorias del sistema de [Distrito Escolar Unificado] de Los Ángeles para comprender la causa de esta ansiedad. Durante esa reunión, al alcalde le quedó claro que muchos jóvenes tienen miedo de lo que pueda hacer la administración Trump. Especialmente entre los jóvenes que son elegibles para la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), estamos viendo muchísima ansiedad sobre si deben o no aplicar al programa o al proceso de renovación.
En respuesta, el alcalde ha realizado una serie de sesiones de participación comunitaria. Hemos colaborado mucho con organizaciones locales para hacer iniciativas de ‘conoce tus derechos’ para que la gente sepa que tiene derechos y para que estos niños se sientan seguros en la ciudad. Además, hemos escuchando muchos ejemplos de niños que están realmente aterrados ante la posibilidad de que sus padres sean deportados. Por lo tanto, nuestra tarea es seguir colaborando con organizaciones locales sin fines de lucro que puedan proporcionar recursos y servicios adicionales.
El alcalde Garcetti anunció recientemente un fondo de defensa legal de 10 millones de dólares para que las familias en procesos de deportación tengan acceso a asesoramiento jurídico. ¿Podría decirnos por qué esto es un paso importante, especialmente a la luz de las deportaciones que ha prometido Trump?
El fondo es increíblemente importante para una ciudad como Los Ángeles. Es el primer paso, creado para abordar las preocupaciones de las personas que no tienen acceso a asesoramiento jurídico. Es una asociación público-privada entre el condado, la ciudad y las organizaciones filantrópicas privadas. El derecho a asesoramiento jurídico puede marcar una diferencia significativa en la vida de la gente. Podría significar la obtención de asilo. Podría brindarles a las personas la oportunidad de recibir categorías especiales de visados, por ejemplo, a los menores no acompañados que están en un proceso de deportación porque no tienen un abogado de oficio calificado. Tenemos muchos grupos vulnerables —los niños, las familias, los veteranos militares— que necesitan ayuda legal y que podrían tener éxito si tuvieran un abogado que los ayudara a obtener un estatus temporal para permanecer en Estados Unidos.
¿Qué espera en términos de la amenaza de Trump de retirar la financiación federal de Los Ángeles? Si esto sucede, se podrían perder entre un par de millones de dólares en subvenciones para la aplicación de la ley hasta 500 millones de dólares en fondos federales. ¿Es aún posible apoyar a los inmigrantes si eso sucede?
Lo primero que se debe tener en cuenta es que cuando se trata de Inmigración y Aduanas (ICE) y la aplicación de la ley, el alcalde y el Jefe de Policía [Charlie] Beck han sido bastante coherente en reiterar que no es que la ciudad no cumpla con ICE, sino que existen ciertas protecciones constitucionales que están en vigor. Nos aseguramos de que cuando se trata de una orden de detención de ICE exista una orden judicial para la detención de una persona. Trabajamos con ICE cuando se trata de delincuentes. Ésa es parte de la distinción aquí. El Departamento de Policía de Los Ángeles no aborda a las personas según su estatus migratorio y/o para pedir sus documentos, y hay otras protecciones en vigor para asegurarse de que las personas no sean detenidas al azar.
Con respecto a la amenaza del financiamiento, nuestro alcalde ha dejado muy claro que somos una ciudad acogedora. Somos una ciudad construida por inmigrantes y vamos a seguir garantizando que ellos —y todos los demás— estén protegidos. Estamos esperando a ver y saber más sobre esta amenaza en particular. Mientras tanto, colaboraremos con la nueva administración para garantizar que la ayuda federal llegue a nuestra ciudad para la gama de programas de infraestructura y otros que necesitamos.
Algunos expertos legales dicen que le sería difícil al gobierno federal retirar fondos como medida coercitiva. ¿Hay un movimiento en marcha para una batalla legal?
No creo que hayamos considerado necesariamente una batalla legal en este momento. Sé que cuando se trata de fondos federales, el Congreso tiene que involucrarse. Así que obviamente monitorearemos cualquier legislación que se apruebe. Creo que es prematuro analizar otras posibilidades dado que no sabemos realmente qué es exactamente lo que va a suceder.
Desde hace ya décadas, Los Ángeles se ha rehusado a permitirle a su departamento de policía que les pida a las personas mostrar el estatus migratorio. Ha rechazado las peticiones para retener a posibles inmigrantes indocumentados, incluyendo aquellos que han cometido delitos menores. ¿Cuál es la lógica detrás de estos esfuerzos?
La lógica detrás de esos esfuerzos es la seguridad. Queremos asegurarnos de que cuando los inmigrantes sean testigos de crímenes, compartan esa información con las autoridades locales para que éstas puedan hacer su trabajo. Por lo tanto, toda esa confianza y el aspecto de vigilancia comunitaria es parte integral de esa política.
¿De qué otras maneras imagina que Los Ángeles podría preparar el terreno para la defensa de los derechos de los inmigrantes en los próximos años?
Ahora estamos en un momento crítico. En California, hemos resistido políticas como la Proposición 187 hace mucho tiempo, que era muy antiinmigrante. Había mucha retórica antiinmigrante en ese momento. Creo que estamos en un momento en la ciudad en que nos estamos preparando para garantizar que los derechos de todas las personas sean protegidos, los derechos de todos nuestros residentes. Eso incluye a los inmigrantes, sus hijos y familias. El alcalde ha reiterado este compromiso y ha promovido una agenda para la ciudad basada en los derechos, la inclusión y los valores democráticos.
Creo que Los Ángeles marcha a la vanguardia cuando se trata de los derechos de los inmigrantes. Estamos organizando y construyendo un movimiento colectivo para garantizar que las personas que puedan sentirse asustadas, perseguidas, o excluidas tengan una voz. Y creo que estamos viendo los frutos de esta agenda inclusiva. Esto incluye no sólo a los inmigrantes y grupos de derechos de los inmigrantes, sino a las mujeres, [a las personas] LGBTQ, a los afroestadounidenses,a los musulmanes y a otros que están comprometidos con un país abierto a las diversas culturas y religiones. Los Ángeles es la quintaescencia de la ciudad construida por inmigrantes y los seguirá acogiendo.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.



















