El alcalde republicano de Oklahoma City, Mick Cornett, ha sido un observador cauteloso del ascenso de Donald Trump desde que CityLab platicó con él, en la Convención Nacional Republicana, celebrada en Cleveland el pasado año. Desde entonces, mucho han cambiado las cosas. Donald Trump pasó de ser el candidato pepublicano a ser el presidente electo y, al día de hoy, el presidente en funciones. Y para Oklahoma City, una ciudad que crece rápido y trata de atraer a nuevos residentes, la realidad de una presidencia de Trump supone diversos desafíos y oportunidades.
Alcalde de Oklahoma City: “El primer mandato de Donald Trump será medido por la cantidad de empleo creado”
El republicano Mick Cornett ha tenido distancias con el nuevo presidente en temas como la inmigración.


Cornett, por su parte, es también el presidente del Congreso de Alcaldes de Estados Unidos, el cual sesionó en Washington DC por octogésima quinta vez la pasada semana. A continuación, los aspectos más destacados del diálogo entre CityLab y el funcionario público.
Sabemos que usted y otros alcaldes se reunieron recientemente con el presidente Trump. ¿Hay algo en específico que usted quisiera resaltar de ese encuentro?
El presidente Trump está seguro de que crear infraestructura es su prioridad número uno. Él sabe que justo en eso están trabajando con esfuerzo también los alcaldes. Esperamos poder coordinar ambas partes y de paso proponerle algunas ideas de colaboración mientras él trata de reconstruir el país. Hay mucho trabajo por hacer allá afuera. No son las calles, los puentes, las autopistas, lo único que atrae a la gente. Existen otros problemas bajo el suelo y con nuestros sistemas de agua. Hay incluso problemas tecnológicos que se han convertido en temas inherentes al debate sobre infraestructura.
Creo que la infraestructura es lo que él quería que supiéramos que él va a priorizar. Con suerte, el Congreso le permitirá llevar a cabo acciones de peso. Además, abordamos asuntos como la vigilancia policial y la percepción que tiene la gente del trabajo de los agentes de policía. De cómo nuestro cuerpo policial puede mejorar en frentes como el del patrullaje y la seguridad. Asimismo, tocamos el tema de la exención de impuestos de los bonos municipales, cosa que nos gustaría que se mantuviera. El expresidente Obama había hablado de tratar de eliminar dicho estatus, pero el presidente Trump nos está dejando caer que él está con nosotros, que apoya la continuidad de la exención. Y nos esperanzó poder escuchar eso de su parte.
Usted conversó con mi colega Kriston Capps en Cleveland a propósito de su Metropolitan Area Projects Plan (Plan de Proyectos del Área Metropolitana o MAPS, por sus siglas en inglés), a través del cual financiar infraestructura en la ciudad. ¿Cómo va eso?
Bueno, actualmente estamos implementando nuestra tercera versión del MAPS y estamos casi a mitad de camino de nuestro proceso constructivo. El impuesto sobre el Valor Añadido va a ser de un centavo por dólar por algunos años. Y estamos cerca de terminar la recaudación de impuestos. Luego, construimos el proyecto libre de deudas con dinero en efectivo. Tarda un poco más construir los proyectos de esa manera, pero es un modelo de financiamiento que funciona muy bien para nosotros.
En este momento, ya hemos completado proyectos por el río. Y también en el recinto ferial. Hemos construido la mayoría de las aceras y los caminos para hacer trotar y andar en bicicleta. El próximo mes vamos a abrir nuestro primer centro de bienestar para adultos y ya hay otro construyéndose. Estamos a punto de inaugurar el tranvía, el parque, y el nuevo centro de convenciones. Se respira un espíritu constructivo por toda la ciudad. Los tres proyectos MAPS, de conjunto, han reconfigurado el área del centro. Yo diría que Oklahoma City ha cambiado, durante los últimos 20 años, probablemente más que cualquier otra ciudad en el país.
¿Y va a haber una cuarta versión de esta iniciativa?
Eso será decisión de los votantes, en último caso. Podemos hacerles una propuesta de impuestos a corto plazo, de modo que ellos decidan si terminar las calles y tratar de construir una ciudad más accesible a pie, sobre todo dentro de ciertos barrios que rodean el centro.
Y están creando también una línea para tranvía.
El tranvía fue uno de los ocho proyectos que fue colocado dentro de la iniciativa del MAPS, así que los votantes valoraron la lista de estos ocho proyectos y la aprobaron, en un 53%. El tranvía, creo, cuesta cerca de 130 millones de dólares y se construirá por unas 5 millas. Deberíamos empezar en casi 30 días los primeros tramos. Los carros están siendo construidos en una fábrica en Pennsylvania. Pensamos que la construcción estará lista para el cierre de 2018. Esto sincronizará muy bien con nuestro sistema de autobús y, si tenemos suerte, creará valores adicionales de propiedad en las áreas donde está ubicado el tranvía.
¿Cuáles son los desafíos que aún enfrenta de cara a hacer de Oklahoma City un lugar más próspero e incluyente?
El reto que, hasta ahora, vamos superando es el de hacer la ciudad más atractiva a los veinteañeros con altos niveles de instrucción. No es un secreto para nadie que vivimos en el mundo de los millennial, quienes pueden efectivamente propulsar la economía porque, al menos una buena parte de ellos, llegan con un cúmulo importante de ideas brillantes y un gran espíritu empresarial. Y los empresarios de la ciudad saben aprovechar ese reservorio de talento e impulsar creativamente la riqueza. Es nuestro propósito edificar una urbe capaz de seducir y comprometer a este grupo de jóvenes.
Si creamos una ciudad donde la gente quiera vivir, entonces el desarrollo económico exitoso será una consecuencia. Pienso que esa es la tarea más difícil.
¿Cuáles son los principales obstáculos para lograrlo?
El hecho de que hay muchas otras ciudades seductoras por ahí. En nuestra región, por ejemplo, competimos con Dallas, Kansas City, Austin y Houston. Las estadísticas muestran que estamos ganando más de lo que nos toca.
También sabemos que estamos manteniendo aquí, mucho más que nunca antes, una mayor cantidad de jóvenes graduados de nuestras escuelas secundarias y que estos están yendo a universidades locales. Estamos experimentando la agradable sensación de que Oklahoma City es una gran ciudad para que resida la gente joven. Por su parte, el costo de la vida permanece muy bajo, por no hablar del de la vivienda. No sabemos de embotellamientos. Nuestras políticas de impuestos, de tan generosas, estimulan a la gente emprendedora, y podemos presumir de la calidad de nuestro aire y nuestra agua. Buscamos gestionar adecuadamente todos esos elementos, pues si nos rezagamos en cualquiera de ellos, comenzaría la gente a irse a otros sitios.
Uno de los grupos que Oklahoma City ha atraído con fuerza es al de inmigrantes, tanto legales como indocumentados. Usted mismo ha estado en desacuerdo con aspectos de la política migratoria de Trump. ¿Ha cambiado eso?
Yo presto atención a mucha de la retórica de la campaña relacionada con este tema. Nunca creí que mucho de ella se haría realidad, pese a quien fuera elegido y pienso que sostengo esa postura hoy día. Las políticas en Oklahoma City no son muy distintas que digamos, por no decir que en nada, respecto a otras ciudades del país. No espero que la manera en que los distintos centros e instituciones interactúan con los inmigrantes vaya a cambiar.
Veremos lo que suceda. Ciertamente hubo cosas dichas durante la campaña que podrían hacerte dudar, o pensar distinto. Idealmente, sin embargo, uno dispondría de una reforma migratoria tal que cualquier nueva política al respecto sea asimilada y respetada.
Nada frustra a los alcaldes más que tener políticas migratorias que no estén siendo cumplidas. Por lo que muchos ciudadanos en el país esperan que los oficiales de la policía local se involucren en los asuntos migratorios. No estamos equipados para eso, no se nos ha asignado ese encargo, y, de hecho, sería ilegal en cierto sentido que comenzáramos a hacer cumplir las leyes migratorias.
¿Es esa una opinión impopular para ser sostenida como republicano?
No lo veo así. Creo que los alcaldes no somos, por naturaleza, partidistas en exceso. La experiencia nos dice que la inmigración conduce a una economía más fuerte. Muchos de nosotros en Estados Unidos somos o inmigrantes, o bien hijos o hijas de inmigrantes. Y no puedo decir que Estados Unidos esté contra los inmigrantes. El problema es que el debate sobre la inmigración es mucho más amplio y complicado de lo que los medios quieren hacer creer.
En este minuto hay gente en otros países en una lista de espera, añorando ser admitida en Estados Unidos. Y también están aquellos que no quieren esperar lo que dure el proceso legal y se aventuran por cualquier vía. No es para nada sencillo. Yo no envidio a nadie que haga política migratoria, ya que nunca nadie complacerá a todo el mundo con ella.
¿Cuál será su papel en el gobierno de Oklahoma City durante la nueva administración?
Mucho va a depender de la gestión que haga Trump y de sus prioridades en lo adelante. Ahora mismo, la gente está tratando de adivinar cómo actuará esta administración y cómo coordinará con las ciudades. Se han referido a que harán muchas cosas de manera muy, muy inmediata. Probablemente no sea realista suponer que harán todas esas cosas, o que abordarán todos los problemas que han mencionado. Pero, ¿por dónde van a empezar?
En última instancia, el primer mandato de Donald Trump será analizado en función de la cantidad de empleos creados. Si finalmente se crea tanto trabajo como fue prometido y la economía se mantiene fuerte, pienso que Trump se granjeará el apoyo de la mayoría de los ciudadanos, incluso de aquellos que no lo apoyaron la primera vez. Pero si no lo consigue y la economía sufre, es muy probable que el actual presidente se meta en problemas agravados por cuestiones sociales latentes, sobre los cuales, por cierto, él ha dicho cosas muy escandalosas.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.









