El gobierno de Donald Trump atacó este martes una nueva embarcación en aguas del mar Caribe que, presuntamente, transportaba drogas desde Venezuela y que dejó un saldo de seis muertos.
Los ataques de EEUU sobre supuestas “narcolanchas” en el Caribe ya dejan 27 muertos y siguen provocando dudas sobre su legalidad
Con el de este martes, son ya al menos cinco los ataques de las Fuerzas Armadas de EEUU contra embarcaciones que, presuntamente, transportaban droga desde Venezuela y que han dejado una treintena de muertos.

Se tata de al menos el quinto ataque contra supuestas “narcolanchas” por parte de Estados Unidos desde inicios de septiembre y que causaron la muerte, en total, de 27 personas.
De nuevo, como en los operativos anteriores, los detalles proporcionados sobre el nuevo ataque son muy escasos: las autoridades no aclararon las identidades o nacionalidades de las víctimas ni tampoco especificaron qué supuesta droga trasladaban.
Trump, quien publicó un video del momento, afirmó que el ataque se llevó a cabo en aguas internacionales y que los servicios de inteligencia “confirmaron que la embarcación traficaba narcóticos y estaba asociada con redes narcoterroristas ilícitas”.
El video en blanco y negro mostraba una pequeña embarcación que parecía estar inmóvil en el agua. Segundos después, es impactada por un proyectil desde arriba y explota. Luego se ve a la embarcación flotando en llamas durante varios segundos.
La frustración con el gobierno de Trump ha ido en aumento en el Congreso entre los miembros de los dos principales partidos políticos.
Algunos republicanos piden más información a la Casa Blanca sobre la justificación legal para llevar a cabo los ataques. Los demócratas sostienen que los ataques violan el derecho estadounidense e internacional.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusa a Washington de querer en realidad desestabilizar al país y de buscar un cambio de régimen.
El gobierno de Trump, sin embargo, no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela. Lo acusa de vínculos con el narcotráfico y ha ofrecido una recompensa de $50 millones por su captura.
Al menos 27 muertos en los ataques de Washington contra "narcolanchas"
El primer ataque de EEUU en el mar Caribe se remonta al pasado 2 de septiembre, cuando una embarcación que supuestamente transportaba drogas desde Venezuela fue su objetivo y dejó un saldo de 11 víctimas mortales.
Al dar a conocer el operativo, Trump identificó a los fallecidos como presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua, aunque no aportó pruebas para sustentar sus acusaciones.
El 15 de septiembre, el presidente informó de un segundo ataque en el que murieron tres personas. Solo un día después, Trump aseguró que EEUU "eliminó" un total de tres embarcaciones frente a Venezuela, aunque no ofreció más detalles sobre este supuesto tercer ataque.
El 19 de septiembre, el republicano dio a conocer otro operativo en el que murieron tres supuestos “narcoterroristas”. El 3 de octubre, un nuevo ataque contra una embarcación “dedicada al narcotráfico” en el mar Caribe mató a cuatro personas que iban a bordo de la lancha.
Tras el ataque de este martes, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y cercano aliado de Maduro, hizo un llamado a la prensa para combatir las “mentiras” de EEUU que se están utilizando para justificar una posible invasión del país sudamericano.
Rodríguez aseguró que la ofensiva de Washington en el Caribe "deja la vía libre" a los narcotraficantes, quienes "transportan la droga principalmente por el Pacífico" hacia EEUU, según denunció.
"Deben estar felices los narcotraficantes del Ecuador, empezando por su presidente (Daniel Noboa), y los narcotraficantes de Perú, de República Dominicana, de Colombia y de México, puesto que la acción en el mar Caribe, la amenaza sobre el mar Caribe y sobre todos los países del Caribe, especialmente sobre Venezuela, les deja la vía libre", afirmó.
Las dudas sobre la legalidad de los ataques letales de EEUU en el Caribe
Numerosos expertos han mostrado sus dudas acerca de la legalidad de estas acciones letales llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas de EEUU.
El gobierno de Trump invocó la legislación que EEUU desplegó tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, y que, a su juicio, permite estos ataques que califica de acciones de "legítima defensa".
Además, según insiste su gobierno, se están produciendo en aguas internacionales contra supuestos miembros de un grupo, el Tren de Aragua, que fue calificado por Washington como "organización terrorista extranjera" en febrero.
Sin embargo, expertos de Naciones Unidas fueron tajantes al condenar hace unas semanas los ataques y calificarlos como “ejecuciones extrajudiciales”.
"Las actividades criminales deben ser interrumpidas, investigadas y procesadas de acuerdo con el Estado de derecho, incluyendo la cooperación internacional", afirmaron en un comunicado publicado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
"El derecho internacional no permite el uso de fuerza unilateral fuera del territorio para luchar contra el terrorismo o el narcotráfico", recalcaron, a la vez que señalaron que no hay evidencias de que el Tren de Aragua esté organizando una "invasión" contra EEUU a instancias del gobierno venezolano, tal y como argumenta la Casa Blanca.
La semana pasada, el Senado votó una resolución sobre poderes de guerra que habría prohibido al gobierno de Trump llevar a cabo los ataques a menos que el Congreso los autorizara específicamente, pero no fue finalmente aprobada.
En un memorando al Congreso obtenido por la agencia AP, el Ejecutivo declaró haber "determinado que EEUU se encuentra en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas" y que Trump ordenó al Pentágono "llevar a cabo operaciones contra ellas de conformidad con el derecho internacional de los conflictos armados".
El gobierno estadounidense aún no ha proporcionado pruebas convincentes a los legisladores que demuestren que las embarcaciones atacadas por el ejército estadounidense transportaban droga realmente.
El senador californiano Adam Schiff, demócrata que la semana pasada impulsó la votación en torno a la resolución sobre Venezuela, afirmó este martes que la autoridad del presidente para responder a un ataque armado o a la amenaza de uno era limitada y no aplicaba en este caso.
"Estos ataques continuos —27 muertos hasta la fecha— corren el riesgo de llevar a EEUU a una guerra abierta", dijo Schiff en X, quien adelantó que presionaría para que se realizara otra votación si los ataques continúan.
La semana pasada, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, declaró a los líderes militares que el gobierno estadounidense sabe que las acusaciones de narcotráfico utilizadas para respaldar las acciones en el Caribe son falsas, y que su verdadera intención es "forzar un cambio de régimen" en el país sudamericano.
Añadió que el gobierno venezolano no considera el despliegue de los buques de guerra estadounidenses como una mera "acción propagandística" y advirtió sobre una posible escalada.
"Quiero advertir a la población: tenemos que prepararnos porque la irracionalidad con la que opera el imperio estadounidense no es normal", declaró Padrino durante la reunión televisada. "Es antipolítico, antihumano, belicista, grosero y vulgar".
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