Planeaban quedarse un par de años en EEUU y ya llevan más de 40: el delicioso éxito de una familia dominicana

WASHINGTON DC - En el mes de la herencia hispana, destacamos la historia de una familia inmigrante que llegó a Estados Unidos como muchas otras: con la intención de quedarse solo por un tiempo y luego volver a su natal República Dominicana.

Sin embargo, el tiempo cambió sus planes, y en lugar de volver a su país, la familia Comprés trabajó duro día y noche para traer su sazón dominicano al corazón de Washington DC.

“Vine por uno o dos años, para ahorrar y poner un negocio en Santo Domingo, dijo Ramón Comprés en entrevista con Univision Washington DC, quien llegó a EEUU junto a su esposa en 1980 con muchos sueños y retos que superar. Admite que todavía no sabe cómo va a regresar a su país.

Planeaban quedarse un par de años, pero los Comprés llevan más de 40: la deliciosa receta de su éxito

Mercedes Comprés cuenta a nuestras cámaras que “ un señor cubano, que por cierto ya murió, me consiguió una estufa con una hornilla. Pero para cocinar arroz y carne necesitaba hacer una cosa y esperar a que estuviera para comenzar la otra, porque solo tenía una hornilla”.

Así fue como el matrimonio empezó su camino, con cansancio y dificultares, pero afirman que muchas ocasiones tuvieron que llenarse de valor porque no sabían si sus planes iban a resultar.

Al paso del tiempo, a sus vidas llegaron Aris y Raymond, hermanos gemelos en cuyo honor se nombró al primer restaurante “Los Hermanos”.

Delicias dominicanas que los mantienen lejos pero cerca de su país

“La comida dominicana, cuando la están cocinando, el olor llega a kilómetros, y la gente decía: ‘¿qué es lo que huele tan rico?’ y mi mamá daba de probar comida a la gente, y así fue precisamente que el negocio arrancó y se estableció, confiesa Aris.

El restaurante, ubicado en la calle 14, arrancó el 16 de enero de 1996. Mechos, un segundo establecimiento, abrió sus puertas en agosto de 2019.

Para hacer de la sazón dominicana la constante de los dos establecimientos, en ellos trabajan personas de ese país.

Y nada mejor que una buena y tradicional bebida para acompañar tan característicos alimentos.

“Tenemos bebidas diferentes. Tenemos guanábana, de tamarindo. Nosotros le decimos chinola, pero es común decirle maracuyá”, habla de la variedad en ese sentido Raymond Comprés.

¿La receta del éxito? “ No te queda de otra: tienes que sacrificarte mucho porque en nuestro caso nos funcionó más el negocio que un empleo”, confiesa Ramón Comprés.

Y otra receta fundamental para ellos ha sido mantener el sabor y color dominicanos en cada plato.

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