El Viejo San Juan, la antigua ciudad colonial que es vitrina turística de Puerto Rico hacia el mundo, se desvanece económicamente por la falta de electricidad desde hace más de 40 días y pudiera perder 10,000 empleos, cientos de comercios y millones de dólares adicionales si la situación no es resuelta pronto, denunciaron comerciantes y residentes de la zona.
En peligro 10,000 empleos si la electricidad no llega pronto al Viejo San Juan
Tras el azote del huracán María, el casco antiguo de la capital no tiene energía desde hace más de 40 días y la situación podría ocasionar la pérdida de más de 700 comercios.
Además, dijeron que la situación afecta la estabilidad emocional de 4,000 residentes establecidos en el casco antiguo de la capital de Puerto Rico, quienes critican el que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no haya presentado un programa para el restablecimiento del servicio habiendo pasado más de un mes del embate del huracán María.
Comerciantes de los 750 negocios que hay en la ciudad, motor turístico del país y por donde pasaron 1,5 millones de turistas solo de cruceros en 2015 demandaron que se trace una meta para restablecer la energía eléctrica.
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“El Viejo San Juan es el mejor generador de empleos del país por millas cuadradas, por lo que cada día sin electricidad más negocios y sus empleados se van para siempre”, afirmó Juan Fernández, de la Farmacia Luma, en la calle San Francisco.
Según cifras oficiales, 39 municipios del país siguen totalmente a oscuras y unos 550,000 abonados de la AEE tienen servicio en algunas partes de los 39 municipios restantes.
Aunque partes de San Juan tienen servicio eléctrico, el casco antiguo, cuyas fortificaciones coloniales del siglo XVI y ciudad amurallada son Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, no es una de esas zonas.
Al caer la tarde, esta parte de la capital, un lugar habitualmente bullicioso, es ahora negro a excepción de unos pocos lugares que funcionan con generador.
"Lo que me da pena es que yo no veo la manera de volver a operar", dijo Juanra Fernández, administrador del Nuyorican Café, uno de los bares más concurridos por seguidores del género musical de la salsa por presentaciones artísticas que también gozaban de la visita de los turistas.
Tras veinte años operando en el Callejón de la Capilla, este "proyecto de vida", según explicó Fernández, puede que cese sus operaciones debido también a los graves daños que sufrió el edificio número 312, donde también ubica su otro negocio, el Hotel Da' House.
"El Nuyorican Café no creemos que vuelva, por lo menos aquí. El desplazamiento social y cultural que está pasando en la ciudad es bestial. Aquí lo que va a llegar son un montón de especuladores a abrir ‘Airbnbs' y el área va a perder mucho de su encanto y de su alma”, dijo.
Ante la preocupación, Fernández y otra decena de comerciantes sanjuaneros se reunieron el miércoles en la Plaza Colón y exigieron a las autoridades que agilicen los trabajos de reparación en las líneas y los postes -algunos de los cuales cayeron encima de estructuras- para volver a reanudar sus operaciones.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, Alicia Lamboy, dijo que los propietarios de los comercios "están pidiendo a gritos que electrifiquen el Viejo San Juan” y que "necesitan saber para cuándo se espera tener luz para poder hacer sus planes y comunicarle a sus empleados y clientes, así como a sus proveedores".
“Cada día se cierran más negocios y los empleados se van para siempre”, dijo, por su parte, la comerciante Sonja Álvarez Nazario, igualmente residente de la ciudad.
El reclamo de los comerciantes está dirigido a que se ponga una fecha para la reparación del sistema eléctrico y el restablecimiento del servicio en lo que es el corazón comercial de la capital puertorriqueña, no solo con restaurantes y joyerías, sino con la llegada semanal de miles de turistas del exterior y del interior.
"Hacemos un reclamo genuino para que se nos informe cuándo se espera tener 'energizado' este centro del turismo y comercio del visitante. Reclamamos que se informe cuál es el plan para energizar el Viejo San Juan", dijo Lamboy.
Los comerciantes explicaron que los comercios están paralizados y aunque algunos ofrecen servicios limitados porque tienen generadores eléctricos, la situación no es sostenible.
También hay postes caídos sobre algunas estructuras y los comerciantes no se explican por qué aún la zona no tiene electricidad si La Fortaleza y el Capitolio sí tienen energía.
“Con suficientes brigadas pueden levantar los postes caídos y conectar en poco días los cables; no podemos seguir con solo algunos negocios operando con generadores ciertas horas”, planteó Fernández, de la Farmacia Luma.
La propia alcaldesa de la ciudad, Carmen Yulín Cruz, dijo a través de su cuenta de Twitter, que el Viejo San Juan "es esencial para recuperar el turismo en Puerto Rico".
El Viejo San Juan es esencial para recuperar el turismo en Puerto Rico. La falta de energía allí es falta de actividad económica.
— Carmen Yulín Cruz (@CarmenYulinCruz) November 1, 2017
"Esto algo que le compete a todos. Todo el mundo tiene que empujar a que el Viejo San Juan se levante, porque el Viejo San Juan representa a Puerto Rico en el mundo", agregó Juanra Fernández, del Nuyorican Café.
Por su parte, Joel Pierluisi, residente del Viejo San Juan y dueño de los restaurantes La Mala Vida (Calle San Sebastián) y Stuffed Avocado Shop (Calle San Francisco) y la tienda de ropa femenina Collective Request (Calle Luna), dijo q ue debe ser "prioridad" para el Gobierno "enchufar la luz" en la zona turística.
"Tiene que ser la prioridad, porque cuando tienes un desastre, tienes que buscar dónde ayudas a más gente más rápido. Obviamente, sino, tienes un montón de gente afectada, sin dinero y sin trabajo", sostuvo Pierluisi.
Al reclamo también se unió Ricardo Figueroa, propietario de La Wafflera hace siete años, quien dijo que "la rabia de la gente es que no tengamos luz y no se ve acción conducente a restablecerla" en esta zona.
"No vemos gente, no vemos acción. El reclamo no es que pretendamos que como es el Viejo San Juan es un bastión de la cultura y que tengamos luz antes que nadie", contó Figueroa.
No solamente Figueroa no ha podido abrir su establecimiento por falta de electricidad, sino porque tampoco tiene los recursos para comprar un generador industrial como han hecho otros restaurantes, como Barrachina, Café Manolín, Pirilos o El Mesón.
Aun si los tuviera, colocar estos generadores pueden requerir reformas estructurales que deben ser aprobadas por el municipio y diversas agencias al ser el Viejo San Juan un sitio histórico.



















