El miedo al coronavirus persigue a los damnificados de los terremotos en el sur

Algunos de los damnificados por los terremotos en el pueblo de Guánica temen por la propagación del coronavirus en sus comunidades, pues algunos perdieron sus residencias y viven refugiados con otras personas.

Algunos de los sobrevivientes de los terremotos que sacudieron el sur de la Isla durante el mes de enero aun no tienen viviendas permanentes y en casos particulares algunos viven en casetas de campaña en parques de pelota. Según los vecinos de Guánica la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, vuelve a crearles una emergencia.

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"Siempre la esperanza de que, verdad, va llegar ese día, nada y que…pues…que nos vamos a ir de aquí, pero todavía no llega", dijo con lagrimas en sus ojos, una residente de Guánica identificada como Wanda Auffant.

Auffant, es una de las miles de personas que perdió su vivienda hace más de tres meses cuando un terremoto de 6.4 grados afectó la zona suroeste de Puerto Rico. Según indicó, los residentes del sur continúan en incertidumbre.

El peligro es latente

"Ahora con esta situación del coronavirus, el miedo la incertidumbre, verdad, porque tras que tenemos la limitación, ese toque de queda, estamos viviendo unos momentos bien angustiosos. Aparte de que, verdad, no tenemos un hogar seguro donde vivir", reveló la mujer.

Auffant vive en un módulo de madera construido en un parque de pelota cubierto por un toldo azul de plástico, que según contó le entra el agua cada vez que llueve. La mujer dijo que la estructura fue construída por un grupo de voluntarios juntos a los mismos damnificados.

La mujer vive junto a su hermana, sus nietos, su hija y su padre que está postrado en cama tras sufrir un derrame cerebral. El coronavirus, según dijo ha cambiando la manera de hacer las tareas diarias.

"Y siempre es el miedo que uno sale y uno no sabe. Porque en un supermercado hay muchísimas personas y el problema de este virus es que él es asintomático, hay personas que lo tienen y no presentan ningún síntoma, así que siempre el miedo".

En otro parque de pelota vive Lizette Santos en una caseta de campaña desde el pasado 7 de enero. Santos vive junto a sus hijos y confía en que no se contagiará con el coronavirus.

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"Nos cuidamos bastante bien en cuestión de, como te diría, que estemos expuestos a contaminarnos es muy difícil porque siempre estamos el mismo círculo y aquí no entra más nadie. Aquí somos los que vivimos en esta parte de atrás somos los que estamos aquí 24/7", dijo Santos, también residente de Guánica.

"Aquí en la parte de atrás yo soy la cocinera. Ellos vienen y comen. Ellos están pendientes a que yo les haga el almuerzo y comen, van y vienen. Y si yo no estoy me buscan 'Dónde está Lizette?, Dónde está Lizette?' y siempre estamos toditos en contacto", añadió.

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