Sigue en vilo la destrucción de los datos de la identificación municipal de Nueva York

A partir del 1 de febrero se sabrá la decisión de un juez en el caso que pretende impedir que la ciudad de Nueva York destruya los registros personales de quienes tienen la tarjeta de identificación que beneficia en especial a los indocumentados.

Hasta que no haya una decisión de un juez en Staten Island, la destrucción de los datos personales de la identificación municipal de Nueva York, que beneficia especialmente a la comunidad de inmigrantes indocumentados, se ha frenado.
Hasta que no haya una decisión de un juez en Staten Island, la destrucción de los datos personales de la identificación municipal de Nueva York, que beneficia especialmente a la comunidad de inmigrantes indocumentados, se ha frenado.
Imagen John Moore/Getty Images

STATEN ISLAND, Nueva York. - El inicio del tercer año de la tarjeta de identificación de la ciudad de Nueva York ( IDNYC) sigue su curso en medio de una demanda que reta la intención de destruir los datos personales de quienes la poseen, entre ellos, miembros de la comunidad indocumentada.

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Este miércoles, la corte suprema estatal en Staten Island fue testigo de otro capítulo en el debate con cariz político sobre si la ciudad debe destruir o retener los datos personales del ID que beneficia a casi un millón de personas en la ciudad.

"Cada detalle es valioso en una investigación", indicó el presidente de la Asociación Benevolente de Sargentos, Edward Mullins, al defender la retención de los documentos personales para que las autoridades puedan dar con víctimas y también con asaltantes para resolver y prevenir crímenes.

Mullins explicó que si un inmigrante comete un crimen y escapa a su país de origen, esos documentos personales pueden asistir a las autoridades para dar con esa persona.

La destrucción de esos documentos "podría ser una desventaja" en una investigación, testificó Mullins.

En la audiencia anterior, el comisionado de inteligencia y contraterrorismo del Departamento de la Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés), John Miller, respaldó el que la identifiación municipal haya viabilizado que los indocumentados que antes tenían miedo de recurrir a las autoridades pueden comunicarse con ellos, identificarse y reportar delitos.

Desde enero de 2015, este carné ha viabilizado que cada residente, incluidos los indocumentados y otros que tengan dificultad en obtener una identificación emitida por el gobierno, cuenten con ese documento para navegar con menor complejidad la vida en la ciudad.

Para poder obtener la tarjeta municipal, los interesados deben presentar documentos que verifiquen su identidad (certificado de nacimiento, pasaporte, seguro social y licencia de conducir, por ejemplo) y su residencia (copia del contrato de alquiler de un apartamento y facturas de servicios como el de electricidad, entre otros).

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La ley local del ID estipula que para el 31 de diciembre de 2016, la ciudad "no retendrá los documentos originales ni copias de los récords provistos por el solicitante para probar su identidad o residencia".

"El motivo por el que la gente estuvo dispuesta a confiar en nosotros es porque fuimos muy claros en que jamás habría una situación que condujera a su deportación, y vamos a cumplir ese compromiso", dijo en diciembre De Blasio sobre la postura de la ciudad de no compartir información como la que está tras estos ID.

Es así como el debate de la tarjeta de identificación municipal de Nueva York y su intención de eliminar los récords personales de quienes la solicitaron cobran un matiz político, al vincularse a la preocupación en torno al presidente electo Donald Trump, cuyas promesas de campaña incluyen la deportación de millones de indocumentados en Estados Unidos.

Tras la demanda que presentaron en diciembre dos miembros republicanos de la asamblea estatal de Nueva York, Ron Castorina y Nicole Malliotakis, el juez Philip G. Minardo retrasó la destrucción de esos datos hasta que se llevara a cabo una audiencia pública para discutir las implicaciones de conservar o destruir los datos personales de quienes poseen la tarjeta.

La audiencia de este miércoles fue la secuela de la anterior, el pasado 5 de enero.

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Con esa demanda, los asambleístas buscan impedir que la ciudad de Nueva York destruya los registros personales relacionados a las tarjetas de identificación emitidas por el municipio.

Mientras se da una decisión en este caso, esos récords personales no se han destruido, aseguró en la audiencia de hace dos semanas la comisionada de Asuntos de Inmigrantes de la ciudad de Nueva York, Nisha Agarwal.

Castorina, uno de los asambleístas que presentó la demanda, expresó preocupación en la audiencia previa respecto a que los bancos acepten esta tarjeta municipal para abrir una cuenta.

Este miércoles, John Burnett, consultor de banca y un republicano que en 2013 aspiró al puesto de Contralor de la ciudad de Nueva York, expresó su oposición a que los bancos acepten esta tarjeta. "Hay un gran riesgo en que un banco acepte el ID como una identificación primaria", recalcó.

Sin embargo, autoridades de la ciudad subrayaron en la pasada audiencia que los bancos pueden aceptar el ID pero no están obligados a ello.

Entretanto, la tarjeta comenzó el 2017 bajo una nueva política que señala que no se retendrán los documentos de trasfondo personal que los nuevos solicitantes del carné someten para conseguir el ID.

Como expuso la comisionada de Asuntos de Inmigrantes de la ciudad de Nueva York en la audiencia pública anterior, bajo tal política, de los nuevos solicitantes solo se retienen copia de la tarjeta y de la solicitud para obtener ese carné.

El juez Minardo indicó que ya escuchó los argumentos necesarios para tomar una decisión y que las partes tienen hasta el 1 de febrero para someter un memo de su posición en el caso. El fallo de Minardo en torno a este caso se puede esperar a partir de esa fecha.

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No hay duda que la decisión tendrá secuelas en la evolución de Nueva York como una ciudad santuario ante el futuro político del país.