El oficial de policía fuera de servicio que fue herido esta semana en Queens mientras, presuntamente dos sospechosos trataban de robarle su automóvil.
Sale del hospital el policía herido de bala cuando estaba fuera de servicio y lo asaltaron en Queens
El oficial, que se salvó de morir asesinado a tiros por dos posibles ladrones, fue dado de alta entre los aplausos de amigos y compañeros de NYPD.

Manuel Soto, el novato policía, que está asignado a la comisaría 63 de Brooklyn, se dirigía al trabajo el martes por la noche cuando dos hombres se acercaron a su automóvil en Beach Channel Drive y Beach 62nd St. en Arverne, Queens.
El alcalde Eric Adams y la comisionada de la policía Keechant Sewell, informaron que el oficial estaba dentro de su auto, alrededor de las 10:20 p.m., cuando uno de los dos rompió, con un arma, el vidrio del vehículo. Cuando el oficial salió del auto, le dispararon.
El jueves, el oficial de 22 años salió rodeado de personal médico y familiares del Jamaica Hospital, en donde fue atendido por su herida.
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Katherine McKenzie, directora médica de traumatología y cirujana asistente de ese hospital, dijo que Soto debería tener una recuperación rápida después de que la bala golpeó su clavícula. “Potencialmente, hay muchas cosas que pueden suceder allí. Está cerca de tu pecho, cerca de los vasos sanguíneos de tu corazón”, dijo McKenzie. "Si la bala hubiera seguido un camino ligeramente diferente, podría haber tenido un resultado muy distinto...”.
Por su parte el joven oficial dijo: “Me siento bien”, mientras lo llevaban con su familia hacia el vehículo que lo llevaría a su hogar.
"Él está feliz. Esta así desde que recibió la noticia de que estará bien. Pasó por varias cirugías y es un joven fuerte”, dijo el presidente de la Asociación Benéfica de la Policía, Patrick Lynch.
Soto es el sexto oficial de la policía de Nueva York baleado este año, un recuento que incluye a los oficiales Jason Rivera y Wilbert Mora, quienes fueron asesinados por un ex convicto armado mientras respondían a una llamada de violencia doméstica en Harlem el 21 de enero.
Su salida del hospital fue cubierta por la prensa, y aplaudida por decenas de compañeros de la policía, amigos y personal médico. Para hacer más emotivo el momento, un músico tocaba una melodía de gaita, mientras todos los asistentes aplaudían y silbaban para mostrarle su apoyo a Soto y su familia.


