NUEVA YORK. - Un día como este, Samantha Guzmán pudo haber estado en un hospital salvando vidas, como la doctora en la que soñó convertirse hasta el 14 de mayo de 2006, cuando un asaltante cobarde la mató en El Bronx.
Recompensa de 12,000 dólares por el asesino de la puertorriqueña Samantha Guzmán
Hace 10 años, al amanecer del domingo, Día de las Madres, alguien le disparó luego de que ella corriera asustada, porque vio a esa persona cometiendo un asalto en El Bronx.

Diana Rodríguez recuerda perfectamente ese domingo, Día de las Madres, cuando a la llamaron a su casa, en Staten Island, para decirle que su hija, de 18 años, había recibido un disparo y estaba en condición delicada en el hospital San Barnabás, de El Bronx.
En ese momento, a esta madre puertorriqueña se le derrumbó el mundo. Y entre esas dolorosas ruinas sobrevive hace 10 años.
“Es un dolor que yo no le puedo explicar a nadie”, confesó a Rolman Vergara, de Univision Nueva York, mientras intentaba contener el llanto.
Si de algo ella estaba segura era de que Samantha no estaba en malos pasos. Era buena estudiante y quería completar estudios universitarios en medicina. Entonces, “¿por qué la mataron?”. Esa es la pregunta que, cual aguijón, a diario le oprime el alma.
La respuesta sólo puede dársela el individuo que aquélla noche disparó contra Samantha y que tras verla caer, escapó. Durante una década, los detectives del NYPD han podido reconstruir lo ocurrido; pero no logran arrestar al asesino que, como se sabe, no estaba solo.
Ofrecen una recompensa de 12,000 dólares a quien delate al causante de la muerte de esta joven 100% inocente, según ha quedado evidenciado durante toda la pesquisa. “Ella no era la persona que ellos iban a matar”, aseguró el oficial Mitchell Geist.
En la investigación ha quedado confirmado que, con el permiso de Diana Rodríguez, durante esos días Samantha se estaba quedando en la casa de su papá, en El Bronx. El hombre había estado enfermo y la joven estaba ayudándolo.
El sábado 13 de mayo, en la noche, salió en compañía de un amigo. Cuando regresaban caminando, cerca de la 1:00 de la mañana del domingo, ese acompañante vio que estaban asaltando a dos conocidos suyos. Se lo comentó a Samantha y cuando ella notó que uno de los ladrones tenía un arma de fuego, se asustó y salió corriendo.
No dijo nada. No gritó. Sólo corrió.
El individuo cambió su objetivo y le disparó a Samantha en tres ocasiones. Sólo una de las balas la hirió y la derribó, frente al edificio 1240 de la avenida Washington.
Los servicios de emergencias la trasladaron al hospital San Barnabás, donde por tres horas peleó para sobrevivir. Poco antes de las 5:00 la mañana, un médico la declaró muerta. Y Diana Rodríguez perdió todo consuelo.
En estos días, aseguró, “lo único que quiero es saber que la persona que la mató no está en la calle. (Quiero) que esté preso”.
Lo mismo quieren los detectives del NYPD a cargo del caso. Si usted sabe quién mató a Samantha Guzmán, hágase un favor, llame ahora al 1-888-577-4782. La paz no tiene precio, no lo olvide.




