A medida que los casos de covid-19 en Nueva York siguen rompiendo récords, y ómicron se ha convertido en la variante dominante, la industria de los restaurantes de la ciudad sigue luchando por salir adelante. Y, en medio de todo eso, las medidas para contener el virus, se han convertido en un problema para algunos negocios, especialmente la industria de los restaurantes.
El mandato de vacunas ha sido un “desastre” para los restaurantes de Nueva York
Según una encuesta de la Asociación de Restaurantes del Estado de Nueva York (NYSRA), este requisito ha resultado en pérdidas sustanciales de empleados y ganancias.

El mandato de vacunas de la ciudad de Nueva York ha sido un golpe bajo para la ya herida industria de restaurantes de la ciudad, así lo ha dejado ver en varias ocasiones la Asociación de Restaurantes del Estado de Nueva York (NYSRA).
En una encuesta realizada este otoño entre 125 restauranteros de la Gran Manzana, la asociación descubrió que el 67.2% de los establecimientos tenía clientes que se marchaban después de que se les pidiera que demostraran que habían sido vacunados contra el covid-19.
Casi la misma proporción (61.6%) informó que habían cancelado eventos grupales debido a ese mandato.
En general, el 76.8% de los encuestados indicó que la medida de seguridad les había costado negocios, y la mayoría (57.6%) caracterizó la pérdida de ingresos como "significativa".
La asociación caracterizó el mandato como una tensión significativa en las relaciones con los empleados. Alrededor del 59% de los encuestados dijeron que los anfitriones o “hosts”, habían sido maltratados por clientes que se enojaban tras pedirles la prueba de vacunación.
El mandato requiere que los empleados del restaurante, así como los clientes, demuestren que han recibido al menos una vacuna. Más de 2 de cada 5 restaurantes participantes (44%) informaron que miembros de su personal se habían negado a cumplir y habían sido despedidos.
"Los restaurantes están perdiendo negocios y personal", dijo Melissa Fleischut, directora ejecutiva de NYSRA, en un comunicado. "El mandato es una carga para una industria que ya no puede soportarlo".
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