Ascienden a ocho los hispanos asesinados en Long Island y la policía presiona a pandilleros del MS-13

MANHATTAN, Nueva York. - Cuando el Comisionado de la Policía del condado Suffolk (Long Island), Timothy D. Sini, informó el jueves sobre el hallazgo del cadáver del hispano José Peña Hernández, de 18 años, omitió compartir que el "reconocido pandillero" había sido estudiante de la misma escuela superior en Brentwood que los cuatro adolescentes asesinados en la misma localidad en septiembre de este año.

Peña es el quinto cuerpo que las autoridades de este condado de Long Island recuperan en las últimas seis semanas y estuvo matriculado en la escuela superior de Brentwood hasta diciembre de 2014, confirmó el viernes el agente de relaciones públicas de la entidad educativa.

Después de esa fecha, no hay registros de qué hizo el joven al cual el comisionado de la policía de Suffolk, Timothy D. Sini, se refirió como "un pandillero reconocido", aunque la madre del menor y otras personas que lo conocían han dicho que no es cierto.

El cuerpo de Peña apareció a dos millas de distancia de donde las autoridades recuperaron los del ecuatoriano Miguel García Morán, de 15 años, y el salvadoreño Oscar Josué Acosta Arias, de 18, los pasados 16 y 20 de septiembre, en los terrenos donde ubicaba el antiguo hospital psiquiátrico Pilgrim.

García había sido reportado como desaparecido a finales de febrero; Acosta a finales de abril y Peña a comienzos de julio.

Hasta ahora suman ocho los hispanos fallecidos, cinco en Suffolk y tres en Nassau además de dos latinos desaparecidos. Hay una novena víctima no hispana, que se supone fue asesinada por pandillas que no son de origen latino.

De acuerdo con el comisionado Sini, quienes han guiado a la policía a esos hallazgos son miembros de la pandilla Mara Salvatrucha MS-13 en Long Island. "Nosotros no encontramos estos cuerpos por accidente", consignó Sini el jueves, durante la conferencia de prensa en la cual informó del descubrimiento del cadaver de Peña Hernández.

La estrategia de la policía para aclarar los asesinatos de los cuatro jóvenes estudiantes de la secundaria Brentwood ha sido presionar a algunos de los pandilleros miembros de la MS-13 que han sido arrestados en Long Island a raíz de los asesinatos de Nisa Mickens Alvarado, de 15 años, y Kayla Cuevas, de 16, según se desprende de las declaraciones del comisionado.

Ambas adolescentes, amantes del baloncesto, desaparecieron de la casa de Cuevas el pasado 13 de septiembre y sus cuerpos fueron descubiertos al día siguiente en las calles de Brentwood. Primero hallaron el de Mickens Alvarado, en la mañana del que habría sido su cumpleaños 16, y en horas de la tarde fue hallado el de Cuevas.

Las dos fueron golpeadas "salvajemente" como expresó en aquel momento el comisionado Sini.

Aunque la policía de este condado de Long Island vinculó los asesinatos de las jóvenes a pandilleros, sus familias desmintieron cualquier vínculo con estos grupos. No obstante, amigos y compañeros de clase de las adolescentes revelaron que Cuevas había discutido con alquien de una pandilla y que Mickens Alvarado la estaba ayudando.

Son 35 los pandilleros arrestados

El comisionado Timothy D. Sini dio inicio a un operativo para capturar a los asesinos de las jóvenes. Este objetivo no ha podido ser cumplido, pero la investigación les permitió hallar los cuerpos de estos otros tres hispanos asesinados a golpes.

Este sábado, el Departamento de la Policía del condado Suffolk actualizó que son 35 los pandilleros que han sido puestos bajo arresto, desde los asesinatos de Mickens y Cuevas. La mayoría enfrenta cargos estatales por diversos delitos; cinco de ellos están custodiados por las autoridades federales.

A esos últimos, explicó Sini, se les imputan algunos de los 37 delitos incluidos bajo la ley RICO contra el crimen organizado. Quienes sean hallados culpables se exponen a penas carcelarias de 20 años por cada delito. "Ellos tienen que escoger si cooperan o prefieren pasar el resto de sus días encarcelados", explicó.

En cuanto a la seguridad, el comisionado Sini advirtió a los poco más de 60,600 ciudadanos de Brentwood, una villa de la ciudad de Isip, que no tengan miedo. "Van a escuchar los helicópteros más seguido, lo que no significa que estamos buscando a alguien. Nuestras patrullas serán proactivas y estarán rondando escuelas y otros lugares también desde el aire", remachó.

Recordó a quienes tengan pistas sobre los asesinatos de estos jóvenes hispanos que hay una recompensa de 50,000 dólares por información que permita capturar a los responsables. El número a llamar es el 800-220-TIPS.

Por otro lado, se refirió a que actualmente son seis las investigaciones activas por asesinatos atribuidos a pandillas en su condado, pues el pasado jueves fue asesinado a golpes un individuo identificado como Dewann A.S. Stacks, de 34 años. Aunque los detectives relacionan su muerte a pandillas, el comisionado Sini especificó que no parecería estar vinculado a los mismos verdugos de los jóvenes hispanos.

De acuerdo con el tribunal de Distrito oeste de Nueva York, en Long Island operan las pandillas MS-13, Cribs, Bloods, Latin Kings y los Sureños, entre otras.

Este viernes, mientras la actividad de las pandillas vuelve a poner el foco sobre Brentwood, la Secundaria realizó un evento para motivar a sus estudiantes a darle la espalda a las pandillas y no tener miedo.

Nassau, el otro condado en serios aprietos

El jueves, antes de que en Suffolk se ofreciera la información sobre los asesinatos y las pandillas, en el condado vecino, el de Nassau, sus residentes reaccionaban al arresto de su máximo líder, el ejecutivo Edward Mangano a quien junto a su esposa Linda las autoridades federales le imputan cargos de fraude y corrupción.

La atención de la mayoría de los 1.4 millones de residentes del condado se volcó sobre el asunto y el tema de las pandillas no resonó aunque también en Nassau la situación entre pandilleros e hispanos está intensa.

Un día antes de que en Suffolk asesinaran a Nissa Mickens y a Kayla Cuevas, el 12 de septiembre, el salvadoreño Josué "Joshua" Guzmán, de 15 años, perdió la vida a balazos. Sus ejecutores dejaron su cuerpo tirado frente a la escuela elemental en Mineola.

El pasado 23 de julio, el salvadoreño Miguel Ángel Sánchez, de 42 años, fue asesinado a batazos en la ciudad de Freeport. Vecinos del lugar aseguran que al hombre lo mataron pandilleros.

Rosa Sánchez, madre del occiso, ha pedido ayuda para que las autoridades le aclaren si a su hijo lo mataron porque era gay, lo que sería un crimen de odio.

De otra parte, en Hempstead, este martes 18 de octubre las autoridades hallaron a las 11:58 de la noche, el cuerpo del hispano Luis Rustrian Estrada, de 31 años.

El sargento Rojas, a cargo de la investigación de este asesinato, explicó que el hombre sufrió golpes mortales en la cabeza y parte del torso. La escena lucía muy similar a otras en las cuales los pandilleros han arrebatado vidas por lo que la investigación apunta hacia "las maras".

Hasta este domingo, nadie ha sido arrestado ni detenido por estos crímenes. Tampoco la policía del condado Nassau, comandada por Thomas C. Krumpter, ha tenido progresos en las búsquedas de dos hispanos desaparecidos.

De Bryan Steven Lemus y su perro Chulu se desconoce su paradero desde el 2 de agosto, cuando salió a dar una vuelta en Uniondale y jamás regresó.

Lo mismo ocurrió el 4 de septiembre con Josué David Amaya, de 18 años y a quien según su hermana Claudia Erazo habían amenazado en la escuela supuestos pandilleros.

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