Así son las pandillas que acechan a los residentes de Suffolk, Long Island

La mayoría de miembros de pandillas se concentran en las ciudades con el mayor nivel de pobreza y desempleo, según un estudio dirigido por investigadores de la Stony Brook University y el CJCC.

Los padres dicen que se incrementó la vigilancia en la escuela Secundaria de Brentwood, tras el asesinato de cuatro estudiantes.
Los padres dicen que se incrementó la vigilancia en la escuela Secundaria de Brentwood, tras el asesinato de cuatro estudiantes.
Imagen Univision Nueva York/Zaira Cortes

MANHATTAN, Nueva York.- En el 1999 se publicó el primer reporte que documentó la actividad de pandillas en Long Island. Para entonces, la Comisión de Prevención de la Criminalidad Juvenil del Condado de Suffolk registró una población de 1,401 miembros confirmados.

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Trece años después, los investigadores de la Stony Brook University y del Consejo Coordinador de Justicia Penal (CJCC) contaron 4,103 pandilleros, un incremento de más del 300%.

Las ‘clicas’ o subgrupos de las pandillas nacionales, como los Bloods, Crips, Latin Kings y la trasnacional MS-13, se han establecido en los apacibles suburbios de Long Island, aunque fue hasta la desaparición y asesinato de cuatro estudiantes de la misma escuela superior de Brentwood que la mira nacional se enfocó en lo que vecinos y especialistas describen como una “escalada de la violencia”.

El 14 de septiembre, con menos de 12 horas de diferencia, fueron hallados los cuerpos de las amigas Nisa Mickens, de 15 años, y Kayla Cuevas, de 16 años en una zona boscosa a 50 pies de la escuela elemental Loretta Park, en el 77 de Stahley Street.

Una semana después, los cuerpos de Miguel García Morán, de 15 años y Oscar Josué Acosta, de 18, fueron desenterrados en terrenos aledaños al clausurado hospital psiquiátrico Pilgrim, en 988 Crooked Hill Road.

El comisionado del Departamento de Policía, Timothy Sini, vinculó los cuatro casos a la actividad de pandillas, pero ¿qué bandas atemorizan a los residentes de Suffolk?

Primeros los Bloods, luego la Mara Salvatrucha

El estudio acerca de las pandillas locales, titulado Profile of Gang Members in Suffolk County, NY y publicado en 2012, identifica a 28 pandillas. La mayoría de los miembros se concentran en Brentwood, Central Islip, Bay Shore y Wyandanch.

La pandilla de los Bloods y sus subgrupos, como Braveheart, aglutina el 43% (un total de 1,764 miembros) de la población de pandilleros en Suffolk, seguida por la Mara Salvatrucha o MS-13 con 567 (el 14%), Latin Kings con 466 (el 12%) y los Crips con 433 (el 11%).

El reporte, dirigido por la doctora Anna Hayward, de la Stony Brook University, también identifica a otras pandillas hispanas, incluyendo 18th Street -una ‘clica’ o subgrupo de la pandillas mexicana de Los Ángeles-, Sureños 13, Dominican Power y Latin Mafia.

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En las pasadas semanas, pasada durante los informes periodísticos en Brentwood, los vecinos mencionaron entre las pandillas hispanas a los Vatos Locos, pero una vocera de la policía dijo que las bandas pequeñas son consideradas “transitorias”, porque los miembros cambian con frecuencia a las pandillas grandes.

La doctora Hayward explicó que el aumento de las cifras entre 1999 y 2012 “podría estar asociado al esfuerzo coordinado de los departamentos de policía y los funcionarios de las prisiones locales, para identificar a los miembros de bandas que entran en contacto con el sistema de justicia penal”.

Sergio Argueta, expandillero y catedrático de Nassau Community College, coincidió con Hayward. El fundador de la organización S.T.R.O.N.G Youth Inc., dijo que desde los ataques terroristas de 2001, “las fuerzas del orden están más interesadas en identificar a los miembros de las pandillas en EEUU, por sus vínculos con grupos extremistas y el crimen organizado”.

Aproximadamente el 26% de las jurisdicciones del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y el 44% de las prisiones reportaron que los pandilleros, a nivel nacional, están ligados a grupos extremistas, según el último informe anual de la agencia federal sobre pandillas.

Hayward dijo que las estimaciones de la población total de pandillas en el reporte de 2012, podrían estar por debajo de la población real. El estudio no incluye a los miembros activos que no han estado en contacto con el sistema de justicia penal, explicó la especialista.

Video Para evitar ser víctimas de pandilleros estudiantes de Brentwood no pueden vestir de azul

“Es probable que la población de miembros de pandillas en Suffolk se ha mantenido constante en los últimos cuatros años, aunque a nivel nacional hay un incremento considerable si se analiza el reporte anual del FBI”, dijo Hayward.

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El CJCC estima que la población actual podría estar cerca de los 5,000.

Por su lado, Argueta comentó que urge un nuevo estudio enfocado en las escuelas de Long Island, porque es ahí donde se encuentra una población de miembros de pandillas no identificada.

“La información de la actividad de pandillas en las escuelas nos ayudará a diseñar programas más efectivos para evitar que estos muchachos tengan un contacto innecesario con el sistema de justicia penal”, expresó. “Lo ideal es ayudarlos antes de un arresto”.

Qué más se sabe de las pandillas del área

· El 99% de los miembros de pandillas en Suffolk son residentes de ese condado. El 65% se concentran en los vecindarios con el mayor nivel de pobreza y desempleo. Actualmente la tasa de pobreza del condado es de 6.1% y 351,669 menores de 18 años enfrentan pobreza, según un informe del gobierno estatal.

· Las cinco ciudades con mayor concentración de miembros de pandillas son Brentwood (475), Central Islip (342), Bay Shore (292), Wyandanch (255) y Amityville (162).

· El 71% son jóvenes de entre 18 y 30 años, aunque en el estudio de 2012 encontraron miembros entre los 14 y los 68 años. Una vocera de la policía dijo que las bandas locales comúnmente reclutan jóvenes de entre 16 y 24 años.

· El 94% son hombres; sin embargo, la policía estima que hay un aumento de la afiliación de mujeres, algo que se proyecta en los estudios de 1999, cuando se identificaron dos, en comparación con 2012, cuando se contaron 259.

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· El 51% se identifica como afroamericano, el 32% como hispano y el 14% como blanco. El 16% de la población del condado de Suffolk es hispana, según la oficina del Censo.

· El 87% de los pandilleros nacieron en EEUU (incluyendo Puerto Rico); 7% emigraron de El Salvador, 1.6% de Honduras y 2.6% de otros países de Latinoamérica. Según el Censo, los salvadoreños son la minoría latina más grande en Long Island, con 99,495 residentes, lo que representa el 22.5% de la población.

· El 19% continúa en las escuelas de Suffolk, el 30% se graduó de la secundaria.

· El 73% de los pandilleros encuestados para el estudio de 2012 reportó estar desempleado, lo que representa tres de cada cuatro miembros.

· El 88% ha tenido por lo menos una condena. El 25% de las condenas fueron por crímenes violentos, el 21% por drogas y 11% por asalto. El 32% está actualmente en los centros de detención locales.

· El 40% está bajo el cuidado de uno de los padres y el 12% con abuelos o parientes. El 65% tiene un padre o hermano con récord criminal.

Un problema de salud mental

Walter Barrientos, activista de Make the Road New York en Brentwood, comentó que además de los programas de empleo, de mentores y en contra la violencia juvenil impulsados en Suffolk por organizaciones como S.T.R.O.N.G, es imprescindible que las autoridades locales y del estado aumenten los fondos para los programas de salud mental.

Barrientos destacó, citando el estudio de 2012, que el 49% de los miembros de pandillas reportaron depresión y conducta bipolar, entre otros trastornos de la personalidad.

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“El retroceso en la escalada de violencia depende de factores complejos que van más allá del empleo y la pobreza. Un adolescente con buena salud mental y emocional será un adolescente que no se involucrará en pandillas o que decidirá alejarse si está en una”, enfatizó. “La información que ofrece el reporte sigue siendo determinante a cuatro años de su publicación. El siguiente paso es usar esa información para actuar, antes de que las pandillas tomen el control, ¿por qué esperar otros cuatro años?”.

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