GASTONIA, Carolina del Norte.- Una pareja de prometidos no estaban seguros si su boda se llevaría a cabo debido a las restricciones del coronavirus, y si una de las personas más importantes podía asistir. El sueño de Brittany y Josh Feldman se hizo realidad cuando el asilo de ancianos donde reside su abuelo se ofreció a oficiar la ceremonia.
"Soy el hombre más feliz del mundo": no lo dijo el novio, sino el abuelo de la novia
Un abuelo de 95 años estuvo en primera fila para celebrar la boda de su nieta, a pesar de que las esperanzas eran escasas debido a la pandemia. Un asilo en Carolina del Norte sirvió de escenario para la emotiva ocasión.

El patio de Courtland Terrence, un centro de asistencia para personas mayores en Gastonia, al oeste de Carolina del Norte, sirvió de escenario a inicios de agosto para la emotiva ocasión. Brittany y su esposo planearon casarse en las montañas, y luego acudir al asilo para repetir sus votos matrimoniales frente a una ventana en la que estaría su abuelo; sin embargo, el personal los invitó a casarse en el jardín para que la familia compartiera de cerca tan importante momento.
"Fue mucho más especial de lo que podría imaginar. Él simplemente lloró y dijo: 'Soy el hombre más feliz del mundo'", confesó Brittany a Wsoc.
El abuelo de la novia, Leroy Grigg, de 95 años, estuvo en primera fila para celebrar la unión de su nieta. La ceremonia, que comenzó con desifectantes para manos y terminó con un beso mientras cubrían sus rostros, fue disfrutada por el personal y otros residentes del asilo, que aguardaban detrás del cristal para seguir los protocolos sanitarios.
Brittany tenía siete años cuando su abuelo tuvo un accidente en el que falleció su esposa y lo dejó en una silla de ruedas. "Abuelo voy a ser tu enfermera. Si necesitas algo, estaré aquí para ti", dijo la novia mientras recordaba aquel momento. Incluso cuando su memoria desvaneció, Grigg nunca olvidó el amor recibido por su nieta al pasar los años.
Desde que se comprometieron hace un año y medio, los ahora esposos sabían que las posibilidades de que su abuelo asistiera a la boda eran escasas, y el panorama fue aún más incierto cuando la pandemia de covid-19 cerró los asilos. "No queríamos que se perdiera esto", dijo Brittany. La pareja dejó a un lado sus planes de boda e inmediatamente aceptó la propuesta del hogar de ancianos.
"Durante la ceremonia lo miré muchas veces y lo saludaba, él me devolvía el saludo", comentó la nieta.
Las emotivas imágenes compartidas por Wsoc muestran los rostros de felicidad de Grigg y la pareja de esposos. Un oso de peluche simulaba los abrazos que ambos querían compartir con su abuelo. Cada vez que querían abrazarlo, hacían lo mismo con el peluche. "Nadie va a olvidar tu boda", dijeron familiares a Brittany y Josh Feldman.






