El huracán Melissa, que tocó tierra este martes en la costa suroeste de Jamaica con vientos máximos sostenidos de 185 millas por hora (mph), es la tormenta tropical más potente registrada este año en todo el mundo.
5 motivos que convierten a Melissa en uno de los huracanes más destructivos de la historia (y en una receta para el desastre en Jamaica)
Sus vientos máximos sostenidos de 185 mph y la presión central de 892 milibares igualaron dos récords para la tormenta más fuerte del Atlántico al tocar tierra.
El huracán llegó como categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simson) y horas después bajó a 4, pero aun así es el más potente en términos de velocidad del viento y presión, superando al tifón Ragasa, que azotó el Este de Asia en septiembre y tuvo vientos de 165 millas por hora, según los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Los vientos feroces y lluvias torrenciales convierten a este huracán en la tormenta más poderosa haya golpeado la isla caribeña desde que se tienen registros.
El último gran huracán que afectó a Jamaica fue Beryl, en julio de 2024, una tormenta anormalmente fuerte para esa época del año.
Estos son los motivos por los que Melissa es en uno de los huracanes más destructivos de todos los tiempos que ya dejó siete muertes: tres en Jamaica, tres en Haití y una en República Dominicana que se han atribuido al deterioro de las condiciones meteorológicas provocadas por la tormenta.
1. Un ciclón de vientos descomunales
Melissa alcanzó el suroeste de Jamaica cerca de la ciudad de New Hope con vientos máximos sostenidos de 185 mph lo que lo convirtió en uno de los huracanes más fuertes registrados en el Atlántico, informó este martes Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Sus vientos máximos sostenidos y la presión central de 892 milibares igualaron dos récords para la tormenta más fuerte del Atlántico al tocar tierra.
La presión, la medida clave que utilizan los meteorólogos, iguala al huracán del Día del Trabajo de 1935 en Florida, y al huracán Dorian de 2019, dijeron a AP los especialistas en huracanes Phil Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado, y Brian McNoldy, de la Universidad de Miami.
El huracán Melissa ha logrado un crecimiento inusual debido a la estabilidad de los vientos atmosféricos que lo rodean. La falta de cizalladura del viento, es decir, la ausencia de variaciones significativas en la velocidad o dirección del viento con la altura, ha permitido que el sistema se mantenga estructurado y se expanda de forma constante.
Su potencia supera la de algunos de los huracanes más devastadores de los últimos años, como Katrina, que arrasó la ciudad de Nueva Orleans en 2005.
2. El lento avance del huracán lo hace más peligroso para la isla caribeña
Parte del impacto de Melissa proviene de su ritmo lento: avanza más despacio que una persona caminando, lo cual hace que permanezca más tiempo en cada lugar a su paso.
Durante varias horas, el huracán se desplazó lentamente, a una velocidad de entre 2 y 4 millas por hora, lo que hizo que sus vientos y bandas de nubosidad permanecieran sobre las mismas zonas por un periodo prolongado, provocando lluvias intensas y vientos devastadores de forma sostenida.
"Cuando tienes un huracán de movimiento muy lento, significa esencialmente que un lugar en particular experimentará todos esos impactos de fuerza de huracán durante un período de tiempo más largo", dijo a NPR Deanna Hence, catedrática de clima, meteorología y ciencias atmosféricas de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign.
"Esta lentitud es devastadora, ya que las tormentas de movimiento lento siempre son peores porque duran más tiempo", explicó la meteoróloga Elizabeth Rizzini a la BBC.
Un evento similar tuvo lugar en Texas en 2017. El lento movimiento del huracán Harvey a través del estado desató más de 50 pulgadas de lluvia y provocó al menos 89 muertes.
"Pero el movimiento lento no significa que los vientos sean más lentos", añade Rizzini.
3. Aguas más cálidas intensificaron a Melissa
Varios meteorólogos han vinculado el aumento de las temperaturas oceánicas con la velocidad de la intensificación de los huracanes. Los huracanes necesitan aguas cálidas para alimentarse, y el aumento de la temperatura en la superficie del mar ha inyectado energía adicional al sistema de tormentas.
Las aguas oceánicas anormalmente cálidas ayudaron a duplicar la velocidad del viento del huracán en menos de 24 horas, dijeron los científicos.
La intensificación rápida ocurre cuando los vientos máximos sostenidos de un ciclón tropical aumentan al menos 30 nudos o 35 mph. El aumento en las temperaturas también proporciona a los huracanes el combustible para desatar más lluvia.
Las aguas del Caribe occidental se encuentran actualmente cerca de los 86° Fahrenheit, entre 3.6 a 5.4 grados por encima del promedio para la época del año, de acuerdo con datos de la NOAA.
"Se han dado las condiciones perfectas para que el huracán Melissa alcanzara una fuerza colosal", afirmó a la BBC Leanne Archer, investigadora asociada en fenómenos climáticos extremos de la Universidad de Bristol.
Los meteorólogos señalan que Melissa es la cuarta tormenta en el Atlántico en experimentar una intensificación rápida este año.
4. La devastación que Melissa dejará a su paso será como la de Katrina en 2005
Sus fuertes vientos combinados con intensas precipitaciones podrían causar una devastación similar a la de otros huracanes históricos, como María en 2017 o Katrina de 2005, advierten las autoridades.
La isla ya lleva horas sufriendo crecidas y vientos extremos provocados por Melissa, por lo que se esperan daños masivos por las ráfagas, dijo a AP Michael Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes en Miami.
"Va a ser un escenario muy peligroso", dijo Brennan advirtiendo que habría "fallos totales de construcción".
El gobierno jamaicano afirmó que había hecho todo lo posible para prepararse, al tiempo que advertía de los devastadores daños del potente huracán.
"No hay infraestructuras en la región que puedan resistir un huracán de categoría 5", declaró el primer ministro Andrew Holness a los medios. "La cuestión ahora es la velocidad de la recuperación. Ese es el reto".
Aún se desconoce el económico que dejará este huracán “sin precedentes para la cuenca Atlántica”, afirmó a USAToday Jeff Waters, director de modelos de huracanes de Moody's.
"Aunque es demasiado pronto para hacer comentarios sobre el impacto económico o las pérdidas aseguradas, sin duda será un acontecimiento generacional y humanitario para Jamaica y quizá para otras zonas afectadas del Caribe", declaró Waters.
La isla ya experimentó este martes desprendimientos de tierra, árboles caídos y numerosos cortes de electricidad cuando Melissa tocó tierra cerca de New Hope, y las autoridades jamaicanas advirtieron de que la limpieza y la evaluación de los daños podrían ser lentas.
Más de 240,000 clientes se habían quedado sin electricidad antes de tocar tierra y aproximadamente una cuarta parte del sistema de telecomunicaciones estaba fuera de servicio, informó Darryl Vaz, ministro de Transporte y Energía de la isla.
Dijo que los equipos limpiarán y realizarán pruebas en los dos principales aeropuertos internacionales de la isla este miércoles con la esperanza de recibir vuelos de ayuda humanitaria de emergencia este jueves.
El huracán avanza lentamente, lo que aumenta el riesgo de inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra en Jamaica. Se espera que la tormenta atraviese la isla en diagonal y se dirija a Cuba.
5. El cambio climático ha intensificado a los huracanes
Los científicos afirman que el cambio climático causado por el ser humano ha intensificado las grandes tormentas, aumentando su frecuencia.
Melissa alcanzó el estatus de tormenta tropical el martes pasado y luego se convirtió en huracán el sábado. Más tarde, se intensificó rápidamente hasta convertirse en un huracán de categoría 5 en las primeras horas del lunes.
El meteorólogo Kerry Emanuel explicó que el calentamiento global está también eleva el riesgo de lluvias extremas. "El agua mata a mucha más gente que el viento", dijo a AFP.
"El cambio climático provocado por el ser humano está empeorando todos los aspectos más graves del huracán Melissa", señaló a AFP el climatólogo Daniel Gilford.
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