Esta mujer desapareció tras avisar que tenía coronavirus, ahora la Policía cree que su esposo la mató y escribió esos mensajes

La Policía sigue buscando a Gretchen Anthony, de 51 años y residente del sur de Florida. Su familia reportó su desaparición el 26 de marzo, después de que varias personas recibieron desde el celular de ella mensajes de texto y correos electrónicos diciendo que tenía un “caso agudo” de coronavirus y que estaba en “cuarentena”. Los detectives creen que los escribió el hombre que la asesinó: su esposo.

El sospechoso de este crimen, David E. Anthony, de 43 años, fue arrestado en Nuevo México el 31 de marzo, dos semanas después de que las autoridades comenzaron a buscarlo, y ya se encuentra en una cárcel del condado de Palm Beach, Florida. Enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y secuestro. Un juez le negó el derecho a salir libre pagando una fianza.

Pero los detectives aún no han localizado a Gretchen, quien fue vista por última vez el 20 de marzo. Temen que su marido dejó el cadáver en algún lugar y que éste se ha negado a revelar la ubicación insistiendo en su inocencia. “La investigación continúa y todavía estamos buscando la ayuda del público para a encontrar a Gretchen Anthony”, dijo la Policía de Juniper en un comunicado.

La acusación señala que el 23 y 24 de marzo al menos cinco personas recibieron mensajes de texto y correos electrónicos “sospechosos” desde el celular de Gretchen afirmando que había contraído el covid-19 y debía aislarse 14 días por órdenes del “CDC” (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades). También les dijo que la estaban atendiendo en una clínica local.

Su auto, un Mini Cooper de color azul oscuro, estaba en el estacionamiento del Centro Médico Jupiter, pero ella jamás se registró como paciente. Un video de vigilancia del hospital registró el momento en que Anthony dejó el compacto en el aparcadero y se fue, tratando de despistar a los detectives.

La madrugada del 21 de marzo, cinco días antes de que la Policía fuera a la casa de Gretchen, un vecino escuchó a una mujer gritando: “¡No! ¡No! ¡Me duele!”. Otro testigo también oyó los lamentos y vio la camioneta pick up de Anthony, una Nissan Frontier 2016 color negro, estacionada afuera de la casa.

Al registrar la vivienda, la Policía encontró dos botes de limpiador y toallas dentro de la lavadora “que tenían una sustancia rojiza parecida a la sangre”. En la pared del dormitorio “también parecía haber pequeñas gotas de sangre” y un marco de vidro roto, de acuerdo con el reporte policial.

Anthony también quedó grabado en los videos de vigilancia de la casa el 21 de marzo. Poco antes de que los vecinos oyeron los gritos, él apareció parado en el porche sosteniendo “un objeto desconocido”. Otra cámara instalada en la cochera habría registrado “una cabeza rubia empapada de sangre” tirada en el suelo y sin moverse. Más tarde, Anthony aparece de pie al fondo del garaje, afirma la Policía.

Se cree que Anthony puso el cadáver de su esposa en la caja de su camioneta y lo tapó con una lona de plástico. Cuando salió de la casa el vehículo quedó registrado en una cámara. La Policía dijo que un perro adiestrado para localizar cadáveres alertó al ingresar a la vivienda de Gretchen y cuando la pick up de su marido era decomisada como evidencia del crimen.

De acuerdo con la acusación, Anthony le dijo a un detective de la Policía en una llamada telefónica el 30 de marzo que su esposa estaba recibiendo tratamiento por el coronavirus.

Además, declaró que ella había denunciado al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) un fraude fiscal que supuestamente se cometía en su trabajo. Según él, Gretchen “temía por su vida” y que incluso alguien había ido a su casa para golpearla. Al día siguiente, las autoridades lo arrestaron en Las Cruces.

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